Canción: Forever and Always — Taylor Swift
Sé que dejé el relato por la mitad ayer, pero me causa mucho dolor recordar todo lo que pasó con Alexis; pero supongo que continuaré la historia, porque, la verdad, creo que aún no he superado lo que me hizo realmente.
Enero del año siguiente, otra vez a la escuela. Las navidades nos dejan, pero la alegría del año anterior aún nos acompaña.
Alexis, como dije, se había ido de vacaciones con su familia en año nuevo y justo el día anterior de ir a la escuela me recordó que pronto regresaría. Llegué a mi escuela, Long Star Middle School, y, como siempre, Ni Vee, ni Tyler habían llegado, pero eso no era lo raro; lo peculiar del asunto fue la manera en que me miraban todos cuando entré a la escuela.
Los susurros, las risas, las miradas despectivas eran lo que me estaban regalando mis compañeros ese día.
Instintivamente me fui al baño a verme en el espejo, para ver si tenía algo extraño, algún nuevo grano, si se me notaba el bigote o si mi ropa no combinaba, pero... Nada; no veía nada raro en mí.
Dos chicas entraron y se rieron de mí, salí del baño para ver si ya mis amigos habían llegado y vi la cara angustiada de Verónica.
—¿Estás bien, Mia? —me preguntó, agarrándome de los hombros.
—Sí —le respondí con duda en mi voz, ya que me hacía sentir como si no lo estuviera —, ¿Sabes por qué me miran como si hubiese matado a alguien?
—¿No la has visto?
—¿Qué cosa? —pregunté sacudiendo la cabeza de un lado a otro.
Vee se quedó paralizada durante unos segundos y luego finalmente habló.
—En serio no lo sabes...
—¿Qué carajos pasa, Veronica? —exclamé harta de tanta intriga.
Me llevó a un rincón apartado de los demás, sacó su teléfono y me mostró una foto
¡Maldición!
Mis manos habían comenzado a temblar, mi respiración se dificultó, mi boca cayó al suelo y mi corazón pareció quebrarse.
No podía creerlo.
Alexis se encontraba tomando una selfie desde abajo mientras me besaba; por supuesto era del día que nos pusimos debajo del muérdago, el último día que lo vi, y se mostraba claramente como su mano estaba dentro de mis jeans.
Sentí como si mi mundo se estuviese derribando; hay muchas cosas que duelen, pero la peor de todas es una traición de alguien que quieres.
Fue la primera vez que sentí verdaderamente ese momento; ese momento donde alguien que aprecias te destruye, e intentas darle vueltas o a buscar excusas para esa destrucción, pero… No hay nada que justifique a una persona el hecho de hacerte daño.
Me salí de aquel espacio y mire a todos a mi alrededor, estaban riéndose y murmurando, como si fuese un fenómeno.
—¡Ese idiota! —exclamó Vee, con una mueca de desprecio en el rostro. Agarré mi mochila y corrí.
— ¡Mia, espera!
Me dirigí a los baños, otra vez. Afortunadamente, estaban vacíos y me encerré en un cubículo.
Comencé a llorar sin control alguno, empecé a darle un montón de vueltas al asunto en mi cabeza y no lo conseguía entender.
«¿Cómo podía Alexis humillarme así?, ¿Qué había hecho mal?, ¿Había algo mal en mí?» Fueron algunas de las preguntas que se colaron en mi cabeza durante esos momentos.
Aparentemente, Alexis había tomado la foto sin que me diera cuenta y se la envió a las chicas del local, quienes se encargaron de enviarlas a toda la escuela la mañana del primer día. El tiempo que esa foto fue la noticia del momento en mi escuela, fue terrible. Mucha gente se burlaba de mí y decían cosas como “zorra”, “cualquiera” e incluso “puta” cuando pasaba por los pasillos.
Una vez, estábamos en una clase de biología y el maestro comenzó a dar una clase con respecto a la sexualidad humana, y uno de los imbéciles de mis compañeros dijo:
—Mia no necesita ver ésta clase profesor, ella ya es toda una experta —varios de los que se encontraban allí se rieron ante ese comentario, mientras yo lo fulminaba con la mirada—. ¿Te molestaría que practicáramos juntos, muñeca? —Esto último me lo dijo a mi, causando que Tyler se tirara sobre él y le diera un puñetazo en la cara, iniciando una pelea entre ambos. El caos explotó en el salón, ellos estaban en el suelo golpeándose el uno al otro, mientras mis otros compañeros trataban de separarlos, cosa que costó bastante.
Tyler terminó sangrando por la nariz y el otro chico con un moretón muy grande en su ojo izquierdo, ambos tuvieron que ir a detención esa tarde por eso. Me sentí muy mal de que castigaran a Tyler por mi culpa, pero él, al igual que Vee, me repitió varias veces que yo no tenía la culpa de nada; me decían que el tenerle confianza a una persona que amas no era un error, ni un pecado, y tardé mucho en entenderlo.
Principalmente porque lo que tuve con Alexis, yo no sentía que fue amor, porque quien te ama no se va y te deja con un montón de basura con la cual cargar innecesariamente.
Él me destruyó y me obligó a reconstruirme sola, pero la verdad es que nadie más puede hacerlo.
Por eso es que ésta historia no es de amor, lo que pasó con Alexis fue cualquier cosa menos eso. Una palabra tan bonita no merece como definición algo tan espantoso
Dos semanas después, ya el colegio había superado la noticia de mi "foto explicita". Sin embargo, esas chicas no. Siempre que podían me miraban juzgándome, hacían comentarios sarcásticos sobre Alexis, la foto, la relación que tuvimos y se reían de mí.
Tyler siempre me decía que como mi vida era más interesante y feliz que las de ellas, querían destruirla y que por ello no debía darles el gusto.
Le escribí a Alexis inmediatamente el día que se divulgaron las fotos, para que me diera una explicación; le mandé miles de mensajes durante días pero nunca me respondió. Me bloqueó de todos lados.
Y acerca de su viaje, pues... Él nunca volvió.
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Nota (2020): Perdonen si creen que los capítulos están muy cortos, en la edición traté de alargarlos lo más que pude.
Sinceramente suyo, Roberto
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80 Días de Verano
Teen FictionCada día es un nuevo capítulo... ¿Lo vas a desaprovechar?