Día 19

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Canción: Arcadia - Losh

El gran día había llegado.

Vee y yo nos fuimos al "Neon Lights Club"; estuvimos allí un día y medio, y tengo muchas cosas que contar de esa experiencia.

Con ayuda de nuestros padres, logramos alquilar una habitación en una casa vacacional, que quedaba cerca de la playa donde se realizaría el evento; para así descansar un poco y quedarnos un rato más en el lugar.

Vee me había dicho que me iba a recoger en mi casa para que fuéramos a la estación de buses juntas. Me puse una camiseta sin mangas blanca, unos shorts azul oscuro y unas zapatillas blanca; ya cuando todas mis cosas estaban listas, opté por arreglarme un poco el pelo. En eso, sonó el timbre y sabía que era mi mejor amiga; agarré mi mochila, me despedí de mamá, abrí la puerta luego de su sermón de que debía cuidarme mucho y me encontré con Veronica observando a Gabriel.
Gabriel se encontraba pintando la cerca de la casa.

—¿Vee? —pregunté. Haciendo que volteara y me mirara.

—¡Mia! —exclamó cuando la saqué de sus pensamientos—. Finalmente, el autobús nos espera —Me abrazó y me susurró al oído—: ¿No me vas a presentar al Brad Pitt que tienes acá?

Después de que volteara los ojos, nos acercamos a Gabriel, cuando se percató de nuestra presencia, dejo su brocha y dijo:

—Mia, hola ¿Cómo estás?

—Hola Gabriel; voy a salir con mi amiga, Veronica —La señalé —. Vee, él es Gabriel. Gabriel, ella es Vee —Los presenté y se estrecharon las manos.

—¿Y a dónde van?

—Al Neon Lights Club —respondió Vee, casi al instante—Es nuestra primera vez allá.

—Ese lugar es lo máximo, solía ir siempre cuando estaba en secundaria. La pasaran genial, creanme.

—Gracias, eso esperamos —le dije a Gabriel—. Bueno, nos vemos.

—Adiós, diviértanse. —se despidió sonriendo. En cuanto nos alejamos, comenzó a pintar otra vez

—¿Quién es él? —me preguntó Vee, emocionada cuando ya estábamos lo suficientemente lejos de la casa.

—Es el nuevo obrero de la casa de mamá, repara lo que está dañado, y esas cosas

—¿Obrero? ¿No querrás decir stripper personal?

—¡Vee! —exclamé.

—¡Es muy sexy! Bueno, dile que cuando quiera puede venir a mi casa y no necesariamente a que vaya a arreglar algo.

Nos reímos  y seguimos caminando hasta la estación de buses. Llegamos y ya mucha gente estaba con sus atuendos playeros para asistir al club; el autobús llegó más o menos una media hora después y nos subimos para tener buenos asientos. Estábamos sentadas juntas, y la emoción se nos notaba a kilómetros de distancia, se podía decir que era nuestro primer viaje juntas, a pesar de que Malibu no se encontraba ni a dos horas de nuestra ciudad, pero seguía siendo emocionante. Muchas veces Vee y yo hablamos de viajar a otro país juntas, esto era un comienzo.

Cuando el autobús nos trajo a la playa, ya sentía la vibra del lugar; todos emocionados y preparados para la fiesta. Fuimos a la casa vacacional, dejamos nuestras pertenencias ahí y regresamos a la playa. Eran las 4 de la tarde, lo que quería decir que faltaban dos horas para la música. El punto del festival era que, mientras el DJ tocaba su música, sólo habría luces neón alumbrando, acompañadas de efectos especiales.

Así que Vee y yo colocamos un mantel sobre la arena y nos sentamos para empezar a colocarnos la pintura neón, al igual que todos los demás en el club. Teníamos puestos un audífono cada una, mientras sonaba "Beside You" de 5 seconds of summer

—¿Estás pensando en él? —me preguntó mientras me pintaba la cara, pues yo ya había terminado de pintarla a ella.

—¿Quién? —pregunté, tratando de no fruncir el ceño o moverme para que no se equivocara al pintarme.

Me miró alzando las cejas, ya sabía a quién se refería. Julio.

—No; de hecho desde que llegué a la playa, no lo he hecho. — Y era verdad, me sentía verdaderamente orgullosa de eso. Era hora de pasar la página.

—¿¡Ves!? Eso era lo que necesitabas, despejar tu mente de tanto drama.

—Quizá —hablé mientras muchas cosas se pasaban por mi cabeza—. Sí he tenido mucho drama últimamente.

—Sinceramente, no sé cómo te enamoraste de él—dijo mientras sacudía la cabeza—, tiene la nariz de un cerdo con rinoplastia.

Inmediatamente estallé en risas.

—Gracias, Vee —le dije tomando su mano que estaba sobre el mantel —, por siempre animarme.

—Para eso estamos, ¿O no? —Sonrió.

—Por supuesto —Asentí, dándole una sonrisa de vuelta.

El sonido de una alarma, nos indicó a mí y a todos los presentes en el club que ya la fiesta estaba por empezar; todos corrimos en medio de gritos y emoción hasta la tarima, el Dj se presentó y empezó la música junto con fuegos artificiales, que también se mostraron al final de la fiesta. De repente, se apagaron las luces dejando únicamente ver las luces neón que se repartían por toda la playa, y la piel y vestimenta de todos los que nos encontrábamos en el lugar comenzó a brillar. Algunos incluso llevaban tatuajes temporales neón que brillaban como todo lo demás.

La música comenzó y sentía cada vibración de la pista en mi corazón, sentía escalofríos en mi piel. Todos saltaban, gritaban y bailaban. Me sentía en un sueño, de verdad esperaba no despertar en casa de mi mamá y que nada de eso hubiese sido cierto. La música se apoderaba de mi, haciendo que me moviera sin pensar en nada más que en el magnífico momento que estaba pasando; abracé a Veronica mientras saltábamos al excelente ritmo que el Dj tocaba.

Palmeras artificiales estaban brillando en el lugar y de ellas salían confeti, causando euforia entre todos los que estábamos presentes.

—Mia... —me dijo Vee en un momento de la noche, aún con toda la música, pero aun así pude oírle.

—¿Sí? —me detuve para mirarla y supiera que la había escuchado, estaba mirándome fijamente.

Siguió así durante unos pocos segundos más.

—Me alegra verte feliz —dijo al fin, con una sonrisa de boca cerrada.

—Eres la mejor amiga del mundo —le dije.

La abracé y seguimos bailando al compás de la música.

80 Días de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora