28: En medio de la nada

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POV CALLE

-¿A dónde vamos, Blue? -Le pregunté cuando me detuve en el semáforo y la ví en su celular buscando no sé que.

-¿El Poblado? ¿Es bueno? -Me preguntó dudosa mientras me mostraba que estaba medita en Google buscando lugares para visitar y yo amplíe mi sonrisa.

-Te va a gustar. Solo prepara esas piernas para caminar y bailar. -Le advertí y ella hizo el saludo de un militar.

-Como órdenes, mi Capitana.

Poché tomó el mando de la música volviendo a traer nuestros dotes de cantantes al exterior.

Era perfecto. Poché y yo en un Jeep descapotable con música a un alto volumen cantando y Poché bailando. De noche y conduciendo camino al Poblado.

Ver a la Mini Jefa riendo y saludando a alguno que otro que se nos quedaba mirando y le devolvían el saludo, era increíble.

Por primera vez no había nadie a nuestro alrededor para interrumpir nuestro momento. No estaban Martínez ni Villalobos. No estaban mis amigos ni sus guardaespaldas. No se estaba ocultando de los paparazzi y estaba disfrutando junto a mi.

Luego de conducir por un tiempo más buscando estacionamiento, llegamos a nuestro destino. Desde el estacionamiento se escuchaba la música. Principalmente era salsa lo que sonaba, pero al fondo se escuchaba el reggaeton.

-¡Bienvenida al Poblado -Le dije mientras la abrazaba desde su espalda y le daba un beso en su mejilla.

-Esto está muy lleno... -Se estaba poniendo nerviosa.

Y era cierto, pero normal. El Poblado era un gran punto para turistas y para todo el que quisiera divertirse a base de música.

Era una calle entera que era cerrada entrando en la noche para que todos los visitantes pudieran caminar de manera segura por la carretera debido a la gran cantidad de personas. A ambos lados de la calle solo había pequeños clubes, negocios de comida y bebida con música. Algunos tenían karaoke, otros artistas en vivo y otros solo música.

-No te preocupes, aquí la pasaremos bien. -La tomé de la mano y comenzamos nuestro recorrido.

Me era de alivio poder caminar de la mano o abrazada a Poché sin miedo a ser juzgadas. Un excelente punto del lugar era el apoyo a que el amor es amor sin importar nada.

Llegamos a una pequeña plaza donde había una pequeña tarima con un grupo de músicos. La gente bailaban en pareja, algunas parejas bailaban con sus hijos y otros en pequeños grupos haciendo un baile cordinando.

Fuimos por unas bebidas y Poché con cierto recelo tomó una. Era una bebida hecha en Puerto Rico y ella la tomaría por primera vez. En cambio yo solo opté por una soda porque debía manejar.

-Esto es liviano, no siento el alcohol. -Me dijo cuando se acabó el empaque y yo alcé una ceja.

-¿Quieres otra? -Ella asintió. -¿Segura? -Y ella volvió asentir.

Volví a por dos de dichas bebidas y se las entregué.

-¿Por qué dos? -Me preguntó mientras abría la primera.

-Por si a caso. -Me encogí de hombros y tomé a Poché de su mano libre para bailar con ella la canción que había comenzado.

A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora