A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

40: De la ciudad a las afueras

Mini Maratón 4/4

POV NARRNIA

Y así pasaron los días de Daniela.

Poché se encargaba de despertarla a las seis y treinta puntualmente todos los días.

Iba a la universidad y atendía todos su deberes académicos.

Luego iba a su trabajo, pero cada día le iba peor. Se aglomeraba más reporteros, paparazzis y fans de Poché buscando información sobre lo ocurrido o la ubicación de la Peli-Azul. Sebastián a partir del segundo día tuvo que encargarse de llevarla hasta la puerta y sacarla del lugar.

Volvía a su apartamento para encontrarse con un Ramón dormido en el sofá o sobre su cama. Hecho que Calle no entendía como lo hacía. Ramón era un perro pequeño y la cama era alta. ¿De donde sacaba ese super salto para subirse? Era un misterio para Calle.

Algunos días iban sus amigos para reunirse y otros lo pasaba sola con su sobrino.

Todas las tardes a las seis, Poché la llamaba para saber sobre el día de su Frutita y pasaban una media hora en vídeo llamada.

Calle había comenzado a recibir seguidores en sus redes sociales en general. Recibía mensajes como "Haces una bonita pareja con Blue" y otros menos agradables como "Zorra, aléjate de Blue. Es mía."

Daniela antes de dormir, justo luego de terminar la llamada de "buenas noches" con Poché, tomaba la flor azul y se sentaba en el centro de su cama junto a Ramón.

Cuestionaba todo en su vida. Cuestionaba su relación no oficial con Poché y todo lo que implicaba, pero llegaba a la misma conclusión:

Si iba a arriesgar su privacidad, lo haría por Poché. Si iba a esperar por alguien, lo haría por Poché. Si iba a celar a alguien, lo haría por Poché. Si iba a tomar a llamar a Sebastián a las dos de la madruga para que la llevara a esa "Casita en las afueras", lo haría por Poché. Si iba a amar a alguien, lo haría por Poché.

Sebastián tocó a la puerta de Calle y ésta le abrió pasándole (sin mediar palabras) su pequeña maleta, mientras que ella cargaba la bolsa de su Sobrhijo y empujaba el cochesito con un Ramón vestido elegante. Iban a sorprender a esa Peli-Azul, había pasado la semana entera planeando con sus amigos como le pediría a Poché que fuesen novias y estaba lista para comenzar la batalla y dejar el terreno listo para la guerra.

En las afueras de la ciudad:

Poché pasó cada día cuidando a su hermana, la cual ya se encontraba mucho mejor gracias a los cuidados especiales de su familia y de sus enfermeras junto a las revisiones de su Doctor.

Poché recibió a su padre, hermana y dos princesas acompañadas de Pesce y Carolina. Tenía la casa llena.

La Peli-Azul se levantaba en punto a las seis para atender a sus dos princesas que se levantaban justo a esa hora para ser mimadas por Poché, la cual no escatimaba en mimos y consentimientos con ellas.

En menos de medio día había hecho que transformaran la oficina junto a su habitación en una habitación para sus dos princesas.

Cada día tomaba la mañana para atender sus asuntos oficiales y volvía a la casa para atender a su familia y terminar los asuntos que podía desde la comodidad de su cama junto a la menor dormida a su lado y la más grande en su corral mientras veían "Lazy Town".

Para Poché todo iba perfecto, pero Calle era su eslabón perdido. Las tres llamadas diarias y los sin fines de textos no eran suficientes para la Peli-Azul.