A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

35: ¿Sposami?

Dejé que los chicos se subieran primero a Halcón mientras que yo terminaba de acordar algunos asuntos con Castro.

Miré mi celular antes de dar el primer paso para subir.

-Era de esperarse. -Susurré.

Ya era noticia lo ocurrido en el edificio, aunque no tenían detalles. Habían reporteros en diferentes hospitales buscando indicios de Limón y algunos otros en el aeropuerto a mi espera. Claro, nadie sabía cuál era la Garzón herida y cuál era la Garzón de viaje.

Papito💓 ⬅️ BlueBebé🐣

"Papito, no te preocupes por las noticias. Limón está a salvo y en un hospital bajo cuidados y seguridad. Tan pronto llegue a su lado te daré noticias." -Fin del audio, enviado.

Pulga👾 ➡️ GRINCHBLUE☢️

¿Que ocurrió? ¿Cómo están? Dime qué están bien, tomaremos un vuelo lo antes posible. -Recibido.

Pulga🐣 ⬅️ GRINCHBLUE☢️

"No se preocupen, estamos bien. Yo estoy a punto de regresar con Limoncin, pero está segura y salvo. Ruíz ya no es una amenaza." -Fin del audio, enviado.

Subí y ya todos estaban acomodados en sus lugares. Calle estaba sentada con las piernas enrolladas mirando hacia la ventanilla.

-Bonita, ¿Estás bien? -Me agaché a su lado para verla.

-Sí... -Me miró y su semblante era triste. Alcé una ceja y ella suspiró. -Creo que estoy bien.

-Cuentame, Gordi. Dime que te ocurre. -Le pedí mientras tomaba una de sus manos entre las mías.

-Es que hay tantas cosas que no entiendo y por alguna razón aunque quiera, no puedo estar feliz por una muerte. -Eso era y me lo temía.

-Damas y caballeros, vayan a sus asientos y abrochen sus cinturones. -Anunció Castro.

-Hablaremos sobre esto, ¿lo sabes? -Le dije antes de irme a mi asiento y ella asintió.

Me abroché el cinturón y cerré los ojos.

Me lo temía, él era su prometido y habían convivido meses juntos. Sabía que tenía sentimientos sobre él y era humana, le iba a afectar la muerte de una persona con la que convivió.

Halcón comenzó a desplazarse y de inmediato sentí el agarre de la mano de Calle en mi brazo.

-Calle... -Creí que habíamos superado su miedo o reducido parte de éste. -¿Tienes miedo?

-Shhh, no me has dado la mano y me prometiste que no me ibas a soltar. -¿Me había regañado por no darle la mano?

-Mi scusi, signorina. -Le dije y ella entrecerró los ojos.

-Vale, pero no siempre podrás disculparte en italiano. Por ahora sí, pero no siempre. -Me advirtió y sonreí.

-Lo vedremo, signorina. -Le sonreí con malicia y ella me pellizcó. -¡Oye!

-¿Se pueden callar? Hay gente que quiere dormir. -Habló Manu.

-Pero si ni hemos alzado el vuelo. -Susurré.

-¿Te arrepientes de ir desde Italia a New York para acosarme durante meses buscando una oportunidad? -Me cuestionó Calle.

-No, estoy segura de que ha valido la pena y que la valdrá.