A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

42: Dulces

Dedicado a: MONSECRAFTLF4

Luego de una exhaustiva mañana con Valentina, Limón y las dos princesas me metí a bañar.

-Si siempre que vuelva de trabajar te voy a encontrar así... juro trabajar cada día de mi vida. -Poché había llegado y estaba dentro del baño.

Miré y estaba sentada sobre el lavabo mirando hacia mi dirección. Me sentía desnuda ante su mirada y estaba desnuda.

-¿No te enseñaron a tocar? -Le pregunté mientras intentaba cubrirme. La puerta era transparente y me podía ver de manera borrosa, pero podía.

-Fíjese, exactamente lo de tocar... te se me da muy bien. ¿Te muestro?

-¡Ni un paso más, Poché! -Le dije al verla bajarse del lavabo encaminada a mi y se detuvo. -¿Cómo estuvo tu día? -Continué bañándome aún con la tensión de que estaba allí.

-He arreglado varios asuntos del edificio. Llegamos a un acuerdo con algunos inquilinos para evitar que se fueran. Pasé por algunas obras, todo correcto en ellas. Y... ¡Ah! Acepté una invitación a un evento mañana.

-Pollito...

-Dime.

-¿Me pasas la toalla? -Le pregunté luego de apagar la pluma.

-¿Y por qué no sales y la buscas?

-No voy a salir contigo afuera. -Poché podía no controlarse o quizás fuese yo quien no se resistiera.

-Ni que te fuera a morder. -Respondió mientras se acercaba a la puerta de la bañera.

La abrí un poco para poder pasar la mano y tomar el objeto, pero Poché aprovechó para abrir un poco más.

-¡Poché! -Me sorprendió su rapidez y su boca silenció el resto de mis palabras.

-Pues sí, te mordí. -Dijo de forma inocente luego de haber mordido mi labio inferior al terminar el beso.

-Tramposa. -Le dije antes de cerrar la puerta para envolverme en la toalla.

Al salir me puse una de sus batas para salir a la habitación.

-¿Qué debo hacer para que uses esas batas toda la vida? -Me preguntó desde el borde de su cama mientras me miraba de pies a cabeza.

-¿Piensas estar conmigo toda la vida? -Le pregunté mientras la veía de pies a cabeza de igual forma. Ya se había quitado su saco y su camisa dejando su torso trabajado expuesto a mi vista. Estaba comenzando a desabotonarse el pantalón.

-¿Contigo? -Preguntó con el ceño fruncido.

-Bueno, si quieres estar con otra me avisas. -Le dije seria.

-Contigo, Ramón, Sarah, Salomé y mínimo unos seis hijos más. -Sonrió y se acercó hasta tomarme de la cintura para pegarse a mi.

Su perfume podría ser ilegal.

-¿No crees que estamos muy jóvenes para pensar en una familia? -Le pregunté y me dió un corto beso.

-Tengo veinticinco, tú veinte... nos conocemos hace un año y aún no me pides que seamos novias, pero seh. Puedo imaginarme una gran familia contigo. -Dijo y mi corazón se hizo una bolita de tanta ternura al escucharla.

-¿No vamos muy rápido? -Le pregunté solo por escuchar su opinión.

-Creo que rápido o lento, el resultado será el mismo... Siempre tú y yo con muchos hijos.