A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

45: ¡Estoy Despierta!

-¿Es una broma? -Susurré y Poché sacó de su saco una cajita de tercio pelo.

Miré a mi alrededor. Mis padres, Juliana, su esposo, algunos tíos, primos y mis amigos. Miré al otro lado y allí estaban: Villalobos, Martínez, Valentina cargando a Salomé, Don Juan Carlos con Ramón sentado en sus pies, Limón cargando a Sarah, Carolina, Pesce y Lina.

-No, Frutita. No es una broma. -La música seguía sonando y Poché parecía nerviosa. -¿Qué dices?¿Sposami? -Me preguntó mientras me miraba a los ojos.

Ella tenía miedo de que me negara. Estaba loca si creía que le diría que no.

-Poché... recuerda... Siempre tú y yo. -Le sonreí.

-¿Aceptas? -Preguntó con más ánimos y una sonrisa.

-Acepto, María José.

Implicaba demasiado ese "Acepto". Implicaba cosas que ni me podía llegar a imaginar, pero estaba dispuesta a averiguarlas.

De esperar a que me pidiera ser novias a que me pidiera casarnos era un tanto terrorífico, pero por Poché sería una experta del terror.

Poché abrió la pequeña cajita y todo el mundo comenzó a aplaudir mientras hacian buyas para felicitarnos.

-Me haces la mujer mas feliz del mundo, Calle. Te juro que te voy a amar y a cuidar toda nuestra vida. -Poché tomó mi mano izquierda y me colocó el anillo.

Solo miraba a la mujer frente a mi. Solo miraba a Poché y su felicidad que era comparable con la mía.

Cuando terminó de colocar el anillo para deposita un corto beso en mi mano y se paró.

-Tú me haces la mujer más feliz del mundo. Te amo, Poché esto es muy... -Y su labios callaron mis palabras provocando que la buya de los presentes aumentara. -Pero hay tann... -Sus labios volvieron mutear mis palabras.

-No te preocupes por nada, amor... no significa casarnos mañana, aunque te juro que lo haría sin pensarlo. No hay prisas, Frutita.

-¿Segura? -La amaba, definitivamente la amaba.

-Sí. No hay prisas...

-¡Permiso! -Papá nos separó haciendo que riéramos. -Mis niñas felicidades. Poché te juro que aunque me has caído bien en estos días que has estado con nosotros, te juro que si le haces algo a mi Ratoncita... -Papá adoptó la mejor pose de tipo rudo que tenía. -Te haré sufrir con mis propias manos.

Miré a Poché que parecía querer derretirse justo en medio de todos.

-¡Alto, un segundo! ¿Cómo que "en estos días que has estado con nosotros"? -Les pregunté mientras ponía mis manos en mi cintura adoptando la pose más ruda que pude.

-Veraaas...

-¡Esto es una fiesta! La cucarachaaa, la cucarachaaa... A bailarrrr... -Una Pau ebria y en traje de baño se llevó a rastras a Poché salvándola.

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Seis meses después

-¡Amor! ¿Segura que tengo que ir?

-Sí, frutita. Tienes que venir conmigo.

-¿Y si solo pongo un tweet de que nos vamos a casar? -Llevaba media hora intentado persuadir a Poché para quedarme en la casa y no tener que ir a ese evento donde aceptaría ese gran rumor de que supuestamente nos íbamos a casar. -Si pongo una foto de nosotras sería una extra confirmación. -Busqué en mi galería. -¡Mira! Esta es perfecta. -Le abrí la puerta de la bañera y la hice voltear para que viera.