Amor.

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Los hermanos Winchester se sorprendieron al ver bajar a Castiel las escaleras a toda velocidad, el ángel paso de largo y desapareció en el pasillo, sin dar explicaciones. A decir verdad, ni siquiera esperaban que regresara hasta mañana, pero en cambio, volvía temprano con todas las señales de tener un mal día.

- Llama a Gabriel. – Pidió Dean a su hermano.

Por el otro lado, Castiel se dejó caer sobre su cama, deshaciéndose de los zapatos y el traje demasiado formal para él. En bóxer y con la camiseta más holgada de su pequeño guardarropa, encendió la televisión para ver Will & Grace.

Sin embargo, era difícil concentrarse. Gabriel era lo único en su cabeza, y no se marcharía fácilmente de allí.

Había olvidado en que momento comenzó a sentir estas cosas por el arcángel. Quizá fuese en su tiempo en el cielo, o tal vez cuando se reencontraron en la tierra. Buscó evitarlos, guardar este amor bajo mil candados, pero las cosas se complicaron cuando el mayor se volvió tan amigo de los Winchester, visitándolos cada vez que la oportunidad se daba.

Castiel pensaba y repensaba en cada palabra que el arcángel emitía, cada gesto e incluso cada acción. Entonces se vio realmente afectado por la vida que Gabe llevaba. Mujeres y dulces por doquier. Le gustaba esta vida, la disfrutaba y presumía.

Gabe no era lo que Cas deseaba para una pareja, alguien que le amara a él y nada más, siendo el uno para el otro por siempre. El castaño prefería obviar el nombre de la persona con la que se acostaría e ir al grano, para luego olvidar hasta su rostro.

Sin embargo, saber que cada noche que el arcángel se marchaba del bunker apresuradamente era para pasarlo con alguien más, le rompía el corazón. No quería sentirse así, sabiendo que Gabriel no era para él, pero no podía evitarlo.

Apagó la televisión y se acurrucó contra sí mismo. Podía estar perdidamente embelesado con Gabriel, pero no iba a caer en su juego para ser solo una anécdota entre todas sus noches de aventura.



Gabriel se había tomado otras catorce botellas más de diferentes alcoholes, y apenas comenzaba a sentir algo cuando su celular sonó.

- ¡Hey, Sammy! – Gritó entusiasmado para que no supieran que estaba tirado en el piso de su departamento, con la camisa machada de vino y la amargura cubriéndole la vida.

- ¿Qué hiciste? – Reprochó Dean, tapando lo que sea que su hermano quería decir.

Gabriel dejó de lado su falsa alegría, tomándose un momento para recuperar el aliento y ponerse el teléfono al oído nuevamente.

- No tengo idea que salió mal. – No parecía el mismo de hace dos segundos, su voz lo revelaba. – Todo iba perfectamente y parecía feliz, pero intente... besarlo, y solo se fue.

El silencio perduró un momento al otro lado, los hermanos no tenían idea por donde comenzar a pensar.

- Intente llamarlo pero tiene su teléfono apagado.

- Hablaré con él, ¿Si? – Prometió Sam. – Dale tiempo, Gabriel.



Dos toques, un permiso y la extrañeza de la visita de Sam en su habitación. Con sus típicos gestos de no estar muy seguro de cómo proceder, el menor termino optando por sentarse al borde de la cama. Tamborileó sus dedos sobre sus rodillas, bajo la mirada tranquila del ángel.

- ¿Todo bien?

Castiel apartó su mirada, buscando una respuesta que aquietara las preocupaciones del cazador. No la encontró. Sam logró atreverse a atrapar la mano del morocho.

- Sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto?

El ángel asintió, pero aun así no dijo nada. Eran como hermanos y un apoyo el uno para el otro, pero no tenían esa facilidad de acercamiento como con Dean. El pelilargo dejo de lado esa constante lejanía, abrazando sorpresivamente a Cas.

No hubo un reacción al principio, pero luego sintió al más bajo ocultarse en su cuello, aferrándose a su camisa.

- No me gusta sentirme así. – Confesó.

- El amor no es algo fácil y bonito todo el tiempo como en las películas. – Buscó consolarlo. – Es como el mundo, Cas. ¿Acaso no piensas que el mundo es hermoso? – Recibió la afirmación del mayor. – Pues también tiene sus cosas feas, y eso no significa que sea todo malo. No dejes de creer en el amor por un mal momento. 

Temptation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora