Quiero Ser su Mujer

Amigos

Kagome camino a la aldea siento vigilada de cerca por Inuyasha, iba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta que se acercaba a la aldea.

-Kagome- grito Sango, porque has tardado tanto estuvimos esperándote - ¿Que paso? - dijo Sango.

-Mi mama que necesitaba un favor- respondió simplemente la bella chica.

Sango noto otra cosa en la cara de Kagome, pero no le dijo nada.

-Vamos a la cabaña de Kaede, ahí están Shippo y Miroku- dijo alegremente sango.

-Claro traje comida para todos- dijo alegremente Kagome – además traje comida- Termino por decir.

-Que delicia Kagome, Inuyasha va a estar feliz- soltó sango y de repente noto la incomodidad de Kagome.

-Anda vamos rápido que se nos hace tarde- dijo Kagome

Minutos después ambas chicas llegaron a la cabaña y al entrar en esta ahí estaba Inuyasha, que al dar se cuenta que Sango andaba buscando a su amiga se había adelantado un poco a la cabaña para dejarlas sola.

- ¡Hola! Chicos, traje comida- dijo Kagome.

-Traes dulces- pregunte Shippo

-Claro como los iba a olvidar- respondió kagome.

- Inuyasha, puedes ir por agua, para cocinar las sopas- dijo Kagome

- yo voy- respondió el Monge

-voy con usted excelencia- dijo Sango

El Monge y la exterminadora salieron de la cabaña a traer agua, mientras Inuyasha pensaba en el extraño comportamiento de Kagome.

-vamos ayúdame- dijo Kagome y lo tomo de la mano el hibrido se sintió confundido más, hizo lo que la chica pedía.

Al regresar Sango y Miroku, Kagome cocino la sopa y una vez lista se sentaron a comer, hablando sobre una y otra cosa se les paso el tiempo y cuando se dieron cuenta ya era hora de dormir ya que mañana a primera hora debían salir en busca del maldito de Naraku.

-es hora de dormir chicos- dijo Inuyasha -mañana debemos salir en busca de Naraku y debemos descansar bien por esta noche- dicho esto se para del lugar donde estaba y se acomodo en la esquina que siempre ocupaba para dormir.

-tiene razón Inuyasha- dijo Miroku

-vamos Shippo a dormir- dijo Kagome

-Yo recogeré las tazas y me iré a dormir- dijo Sango

Cada uno ya estaba acostado en el lugar en el que debía, pero Kagome no podía dormir.

- ¿Porque Inuyasha me rechaza?, acaso no quiere que sea su mujer – pensaba la azabache. Sintió tristeza de saber que su amor no era correspondido y dejo escapar un par de lágrimas, lo cual no paso desapercibido por el medio demonio que podía oler las lágrimas de Kagome.

-No llores- pensó para así el peli plata –eres sin duda lo mas importante en mi vida Kagome- dijo el híbrido para sus adentros. Cerro sus ojos y se dejo llevar por el sueño