Una semana había pasado desde que la azabache volvió a la época actual, la desesperación de volverla a ver hizo que Inuyasha por las noches sin ser descubierto cruzara el pozo para venir a velar los sueños de su pequeña kagome, la vio despertar agitada varias veces por culpa de las pesadillas quiso abrazarla besarla y consolarla, pero no lo hizo sabía que podía ser contraproducente así que solo se ocultaba para no ser descubierto. Decidió no volver a venir porque no soportaba ver a kagome así, además debía cumplir una misión ahora.
Desde el día en que llego kagome se recluye en su habitación, para lo único que salía era para comer e ir al baño. Se la pasaba llorando y durmiendo no sabía qué hacer con su vida como actuar ahora no sabía cómo enfrentar su nueva realidad ni tan siquiera había podido hablarlo con su madre estaba tan confundida.
La señora Naomi estaba tan preocupada por su hija, no quería hablar, aunque sabía que algo muy malo le había pasado para estar así.
- ¿Qué fue lo que sucedió mi pequeña? - pensó Naomi mientras miraba a su hija con la mirada perdida - ¿Quieres comer más hija? - pregunto la Señora.
Kagome negó- estoy satisfecha mamá no quiero MAS- respondió.
-kagome que sucede cuéntame lo que pasa- pregunto Naomi.
-No pasa nada mama estoy bien- habló kagome levantándose para irse a su cuarto.
Naomi suspiro y dejo que se marchara.
Kagome subió lentamente las escaleras perdida en su mundo interior, una vez en su habitación cerró la puerta y se arrojó sobre la cama.
-Necesito dormir estas pesadillas me están matando y no logro descansar- dijo en voz alta.
Se levantó y comenzó a acomodar su mochila amarilla estaba decidida a volver, necesitaba enfrentar sus miedos, todo la mochila en sus manos y corrió directamente al pozo, lo dudo unos minutos y finalmente salto. Miro como una mano se estiraba por el pozo y ella la tomo estaba seguro de que era Inuyasha la había estado esperándola todo este tiempo, la mano la jalo para que lograra salir del pozo y una vez a fuera se horrorizo.
-Vienes por más sacerdotisa- escucho decirle al desalmado demonio frente ella.
Negó e intento soltar su mano de la del demonio, pero le fue imposible – suéltame Sesshomaru - grito la azabache.
-Antes serás mía mujer- respondió el demonio
Dicho esto, la tiro al suelo y se colocó sobre ella.
kagome desea gritar, pero lo único que pudo hacer fue llorar, se sintió nuevamente derrotada su fuerza era poca comparada con la del demonio.
-Estas desesperada por esto verdad esta vez sin duda fue más fácil- le susurró del demonio al oído mientras se restregaba contra ella.
-No por favor- suplico kagome
-Esto no va a dolor sacerdotisa bueno por lo menos a mi- dijo cínico el demonio.
Le abrió las piernas y arranco su ropa interior y de una sola estocada robo su virginidad.
- ¡No! - grito kagome con todas sus fuerzas.
De repente la puerta de la habitación se abrió y una muy preocupada Naomi entro llamando a su hija, desde que llego tenía muchas pesadillas y ella siempre corría a ver la cada vez que la oía gritar.
-Kagome mi niña despierta todo está bien- la hablo sacudiéndola suavemente para hacerla despierta.
Kagome abrió sus ojos muy asustada y al ver a su mama se arrojó en sus brazos y lloro todo lo que pudo ya no podía más así que decidió contarle la verdad una parte tal vez la menos dolorosa.
- ¿Qué pasa kagome? - pregunto Naomi.
-Mama- respondió la azabache completamente llorosa- alguien intento abusar de mí, me ataco y no logre defenderme- soltó por fin no era toda la verdad, pero decidió no compartir todo lo sucedido con su madre era demasiado para ella.
- ¡Por dios! kagome cuando sucedió, que paso dime la verdad- dijo preocupada y dejando escapar unas cuantas lágrimas.
-hace un par de semanas solo recibí heridas graves pero el maldito no pudo lograr su objetivo porque Inuyasha llego a tiempo- respondió con mentiras Kagome.
-Lo siento tanto hija- respondió Naomi mientras la abrazaba fuertemente.
- Yo solo tengo miedo mama mucho miedo- respondió kagome aferrada a los cálidos brazos de su madre.
-Tranquila mi niña esto pasara ya lo solucionaremos de alguna forma- respondió Naomi, aunque dentro de ella tenía un mar de emociones intento calmarse y no perder el control por el bien de su hija para apoyarla de la mejor manera. Esa noche madre e hija pasaron juntas la noche, Naomi calmo a kagome y cuido sus sueños hasta que el amanecer se hizo presente.
Varios días después de la confesión que kagome le hizo a su madre su estado mejoro y hasta consiguió una psicóloga que le iba ayudar con sus miedos justo iba para su primera cita.
Viajar por la ciudad no fue lo que pensaba no sintió miedo y tampoco le temía a los hombres y se sintió libre como hacía semanas no se sentía.
llego al pequeño y elegante consultorio.
- ¡Buenas tardes!, señorita- hablo kagome -tengo cita a las 2-.
- Un momento espere señorita ya casi la llaman-
-Kagome pase por favor- escucho que llaman con voz femenina desde adentro del consultorio.
Camino un poco temerosa, pero finalmente entro pego sus ojos a la decoración era un consultorio muy acogedor.
-Soy Esplendora- hablo la psicóloga -siéntese ahí por favor kagome- hablo señalando un sillón gris frente a ella.
kagome asintió y se sentó frente a la mujer era muy guapo por cierto se la había imaginado un poco diferente.
-Yo estoy nerviosa- dijo kagome.
-Es lógico estas frente a una extraña mujer a la que le pagas por escuchar lo que dices- dijo sonriendo.
Kagome se sintió mejor gracias a la actitud de la mujer después de unos minutos de platica sin sentido ella dijo -alguien abuso de mí y muero de miedo- dijo con los ojos cerrados mientras retenía las lágrimas.
-kagome eso es algo muy complico y más por la edad que tienes ¿has hablado esto con alguien más? - pregunto.
La azabache asintió con su cabeza para luego comenzar a llorar.
-Está bien debes llorar desahogarte, pero también debes enfrentar los problemas kagome- dijo Esplendora.
-entiendo eso- hablo kagome -es solo que tengo miedo, quiero olvidarme de esto y no recordarlo jamás, pero sabe lo más doloroso es que si eso lograra pasar olvidaría a mis amigos e incluso al hombre que amo.
-Para eso voy a estar yo vamos a superar esto juntas y no es necesario que olvides a nadie kagome lo prometo-
-El chico que me gusta es muy parecido a mi agresor sus mismos ojos y cabellos y sentir sus manos es como sentir lo a él no lo soporto- hablo sollozando la azabache.
-bien kagome vamos a tratar un problema a la vez- respondió la psicóloga.
Kagome asintió los minutos se pasaron volando, pero pronto se vio despidiéndose de Esplendora.
Camino a su cada ya se sentía mucho mejor y gracias a Esplendora había decidido regresar a sus clases.
Espero que les guste el capítulo de hoy gracias por sus comentarios.
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Quiero Ser su Mujer
Romancekagome enamorada de Inuyasha, desea que esté la vuelva mujer, pero en las oportunidades que tiene Inuyasha la rechaza y ella cree que es por causa de su eterno amor Kikyo. Que pasará finalmente Inuyasha tomará a Kagome como su mujer . Nota: Los pe...