Miedo

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Hacía tres días había visto a Kagome y los deseos de venganza que se instalaron en él después de esa noche lo hicieron ir en busca de Sesshomaru para matarlo tal vez así Kagome podría estar más tranquila más feliz quizás así podría aliviar un poco su culpa.

-¡Qué extraño Miroku!- exclamo Sango.

-Que no regrese nos tiene a todos preocupados- respondió Miroku.

-No creo que este con Kagome- agrego Shippo.

- Yo creo que necesita tiempo para estar solo- dijo Kaede.

Shippo pensaba que tal vez el tonto de Inuyasha estaba con Kikyo pero no dijo nada para no molestar a Sango.

-Vamos muchachos es hora descansar- indico Kaede –verán que él mañana vendrá-

Todos entraron en la cabaña en silencio e inmediatamente se fueron a descansar.

En el futuro la azabache tenía sus pensamientos algo en su corazón le decía que estaba en problemas que algo estaba mal.

-¡Diablos!- bufo –sería más sencillo si dejara el miedo atrás y saltara el pozo para saber que pasa- termino por decir.

Cerro sus ojos e intento dormir mañana tenia terapia y pensaba ir al cine después con sus amigas.

El sol se hizo presente muy rápido para disgusto de Kagome esa noche un terrible dolor en el pecho no le había permitido conciliar el sueño.

Se levantó rápido para darse un baño y comer algo antes de marcharse a la terapia.

-¡Adiós mamá!- grito Kagome desde la puerta.

Salió apurada dela casa cuando sintió algo que la llamo del pozo no podía decir que era realmente tubo la necesidad de ir hacia el pozo camino poco a poco todavía no estaba segura de querer entrar, una vez frente a la puerta la abrió despacio y entro en él hasta estar al borde del pozo y un dolor punzante se instaló en su corazón.

-Inuyasha algo malo le pasa- dijo en un murmullo.

Y con todo el miedo salto dentro del pozo y unos segundos después estaba ahí donde pensó nunca volver miro el cielo tan limpio y respiro profundamente para que el aire limpio llenara sus pulmones unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas por los recuerdos que le traía ese lugar. Otra punzada de dolor le recordó por lo que había venido así que salió del pozo y corrió todo lo que pudo así el pueblo a buscar a Kaede.

-Inuyasha, Inuyasha- comenzó a gritar Kagome.

Pero no había respuesta eso quería decir que no estaba tal vez todo era un error y él estaba bien.

Corrió un poco más finalmente logro ver que en la entrada de la cabaña de Kaede estaba Sango.

-¡Sango!- grito.

Al escuchar la voz de Kagome pensó que era una alucinación volvió sus rostro y la vio correr hacia ella.

-¡Kagome!- grito feliz.

Al escuchar a Sango los que estaban en la cabaña salieron y perplejos observan a la exterminadora abrazar a Kagome mientras ambas lloraban.

-Volvió Señorita Kagome- dijo Miroku.

Shippo brinco de felicidad y se acercó al par de mujeres para abrazar a Kagome. Mientras tanto Kaede sonreía ampliamente.

Unos minutos después ambas chicas se calmaron y se separon, les regalo una sonrisa sin será a todos y dijo –los extrañe a todos-.

-Mi niña nosotros también- respondió Kaede.

Otro dolor punzante en su corazón la hizo recordar -¿Dónde está Inuyasha?- preguntó.

-¿No esta con usted señorita Kagome?- cuestiono Miroku,

-No- respondió Kagome – volví porque creo que algo malo le paso he tenido un presentimiento extraño y un dolor en el pecho desde que se marchó de mi casa después de la luna nueva- agrego Kagome con semblante triste.

-Lo sabía- dijo Sango –no es normal que no allá regresado-.

-Kagome tenemos con este cuadro días de que no lo vemos se fue no sabemos para donde pensamos que estaba en el futuro con vos.

-Debemos buscarlo- chicos.

-Estas seguro Kagome- hablo Sango.

-Si Sango creo que perder a Inuyasha es lo peor que me puede pasar.

-Pero por donde lo buscamos no tenemos la menor idea donde se fue ese tonto- dijo Shippo.

-Yo no lo sé- dijo Kagome.

Todos guardaron silencio y la mente de Kagome comenzó a pensar un pensamiento llego a su mente.

Flashback

-Kagome yo no creía en nada y llegaste a mi vida a hacerme creer en todo, me hiciste salir del silencio en que vivía y recuperaste de algún lado mi sonrisa, me regalaste un nuevo mundo lleno de vuestro aroma y pintado con colores especiales como sos vos – estaba siendo totalmente sincero y una que otra lagrima escapaba de sus ojos – llegaste Kagome e iluminaste mi mundo con esos ojos hermosos desbarataste todo lo que creía convirtiéndote en mi presente robándote mis suspiros y volviéndote una adicción para mis sentidos llegaste a mi vida cuando no esperaba nada me salvaste de un sueño profundo que duro 50 años y me enseñaste a quererlo todo y por eso sé que todo lo vivido anteriormente fue necesario para que llegaras a mi vida- termino por decir Inuyasha.

Kagome para ese momento estaba sentada frente a él y sin decir palabra se abalanzó sobre él y lo beso con todo el amor que sentía con una ternura increíble y él correspondió con la misma intensidad se sentía como en las nubes en el cielo era la gloria poder sentir nuevamente los labios de Kagome en los suyos

Se separon por falta de aire y se abrazaron, juntaron sus frentes y se miraron a los ojos Kagome suplicaba que todo aquello fuera verdad y el alentaba a creerle.

-Duerme conmigo esta noche- soltó de la nada la azabache.

Eso tomo por sorpresa a Inuyasha no se lo esperaba –sabes que mañana ya no veras igual-

-No importa- respondió.

Se acomodaron en la cama Inuyasha beso la frente de Kagome y ella se pegó a su cálido cuerpo abrazándose uno al otro.

-Kagome prometo que buscare la manera para que creas en mi palabra aunque pierda la vida en ello- le dijo.

Fin del Flashback

-¡Maldita sea! Inuyasha fue tras Sesshomaru- dijo algo agitada Kagome.

-Como lo sabes- dijo Sango – tenía miedo de que ese tonto hiciera algo como esto.

-Si algo le pasa a Inuyasha no sabré como seguir adelante hay que buscarlo chicos - explico Kagome al borde de las lágrimas – por favor chicos.

-Creo tener una manera de encontrarlo- dijo Kaede.

-¿Cómo?- preguntaron todos a la vez.

-Creo que podemos hacer que kagome lo rastre atreves del rosario que lleva en su cuello- indico la anciana Kaede.

-¿Cómo es eso posible?- pregunto dudoso Miroku.

-Haremos un hechizo y que permitirá que Kagome pueda sentir el aura de Inuyasha ya que ella es la que tiene control en él atreves del rosario de sumisión- dijo seria.

-Hare lo que sea- dijo Kagome.

-Entonces intentémoslo- hablo firme la anciana.


¡Hola! Otra vez.

Espero que les guste este capítulo no está muy bueno pero el próximo estará mejor. Vamos a descubrir muchas cosas.

Gracias por tomarse un tiempo para leer la historia.

Nota: si ven alguna falta ortográfica o alguna palabra que no vaya con el texto me hacen saber para corregir so no es molestia. 

Quiero Ser su MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora