Quiero Ser su Mujer

Realidad

Kirara a puro el vuelo, ella podía oler la sangre de Kagome y eso la preocupaba. Los minutos parecían pasar lentamente, mientras más pasaban más preocupado estaba Inuyasha, no supo cuanto tiempo tardo Kirara en llegar, pero antes sus ojos aparecieron un panorama muy conocido y sus fosas nasales reconociera el aroma de la aldea.

Kirara llevo a Inuyasha frente a la cabaña de Kaede, inmediatamente el semi demonio salto y la gata se fue en busca de sus compañeros.

-Anciana, anciana- llamaba Inuyasha mientras entraba a la choza con Kagome en brazos.

La anciana Kaede que estaba dormido al escuchar los gritos desesperados de Inuyasha se levantó rápidamente y a como pudo del futon donde dormía.

- ¿Qué paso? - pregunto la anciana consternada ya que en la penumbra de la noche no podía ver nada.

-Kagome esta herida y a perdido mucha sangre, necesita atención- respondió Inuyasha.

-Ponla en el futon, mientras enciendo el fuego- dijo la anciana.

Inuyasha coloco suavemente a Kagome en el futon no quería alejarse de ella, pero debía ayudar a Kaede a encender el fuego con pesar se fue a brindarle ayuda a la anciana.

Rápidamente la cabaña se vio iluminada por el fuego de la fogata y la anciana no tardo en dirigirse a Kagome.

Inuyasha se adelantó y retiro de kagome su kosude para que Kaede la observara bien.

-Dios mío ¿Qué le paso? - interrogo la anciana al hibrido.

-Sesshomaru la ataco- se limitó a decir – ayúdala por favor- suplico el hibrido.

La anciana asintió con la cabeza y comenzó a buscar vendas y ungüentos que la ayudaran.

-Es mejor que salgas- le dijo Kaede a Inuyasha, esperando aquel chico le hiciera caso ya que la estaba poniendo nerviosa al ver lo caminar de un lado a otro.

-Esta bien- dijo el peli plata, la angustia lo estaba matando y no podía ver a Kagome en ese estado, era mejor salir para tomar aire.

-Mi niña tan dulce Kagome- dijo dolorosamente la anciana – es horrible lo que te ocurrió- pensó internamente.

Lo primero que hizo la anciana fue tratar la herida de la pierna de Kagome, limpio la herida y coloco un ungüento para tener la sangre finalmente le coloco una venda para cubrir la herida. Siguió con la herida de su cuello, muñeca colocando ungüento y cubriendo con venda finalmente llego el área del pecho de kagome tenía múltiples eran sin duda mordidas, se tensó al mirarlas podía imaginar por el dolor al que se vio sometía su pequeña.

Entonces decidió asearla un poco en su aparte superior antes de colocarle la medicina, comenzó limpiando su rostro con un pañito mojado trato de limpiar lo mejor posible su pecho y eliminar los rastros de sangre. Pero ese momento se le ocurrió cambiar la ropa rota de Kagome busco en sus cosas un traje de sacerdotisa y como pudo quito del cuerpo de la chica la blusa rota tirándola a un lado del futon, cuando ella estaba limpia y con ropa nueva la anciana le coloco un poco de ungüento en cada mordida para aliviar su dolor.

Al tener limpia la parte superior de su cuerpo la anciana comenzó a asear la parte inferior con un pañito suavemente sin dañarla, procedió a quitar la falda de la chica para colocarle el resto del traje, pero al deslizar la falda noto la ropa interior de Kagome rota y con manchas de sangre, el corazón de la anciana de encogió y sus ojos se empeñaron en lágrimas, antes sus ojos eran obvio porque la había atacado el demonio. Se apresuro a vestirla y al terminar la cobijo con una manta.

Se quedo mirando detenidamente a Kagome y noto su respiración lenta y el miedo se reflejaba en su rostro. Los rumores fuera de su cabaña la llamaron a la realidad y supuso que los otros muchachos ya habían llegado.

-Inuyasha- llamo Kaede.

El semi demonio estaba desesperado por saber de Kagome, el llamado de Kaede fue un alivio, inmediatamente entro en la cabaña detrás de el peli plata venia Sango desesperada, pero fue detenida por la mano del Monge.

-Quizás es mejor que hable primero con él- le indico el Monge a Sango.

Sango no muy convencida se quedó fuera de la cabaña, haciendo escuchar algo sobre el estado de Kagome.

- ¿Cómo esta Kagome? - anciana hablo Inuyasha.

-Curé sus heridas y detuve el sangro, ella va a estar bien- respondió la anciana.

Kaede pudo notar los ojos ámbar de Inuyasha fijos en la ropa sucia y ensangrentada que le había quitado a Kagome. El semi demonio ignoro por completo a la anciana y se dirigió a la ropa de Kagome cuando estuvo lo suficientemente cerca la tomo con sus manos y clavo la vista en la prenda intima de Kagome manchada de sangre y rota estrujo la ropa entre sus manos, mientras sentía que el cuerpo se le llenaba de ira y angustia.

-Kaede el se atrevió a- no pudo contener el llanto en sus ojos y sintió que se hacia pedazos bajo los ojos de la anciana, no puedo hablar más salió de la cabaña desesperado con la ropa en la mano ignorando a todos los que estaban ahí. Sus ojos llenos de tristeza fue lo que sango vio en el hibrido, se alejó lo más posible de la aldea no quería que nadie lo viera en ese estado. Cuando al fin se sintió lo suficientemente lejos se dejo caer de rodillas y lloro desconsolado como un niño pequeño.

-Maldita sea como fui tan imbécil de descuidar a Kagome, todo esto es mi culpa- se dijo para si Inuyasha -Lo prometo Kagome desde hoy y para siempre no estarás mas solo voy a estar ahí contigo día noche nunca más estarás sola- pensó el semi demonio.

Al ver salir a Inuyasha de la cabaña Sango se asusto y temió lo peor, tanto Sango, Miroku y Shippo entraron a la cabaña.

Kaede que pudo notar en sus ojos la preocupación los tranquilizo -ella esta bien, aun duerme debe estar débil- les comento la anciana.

Los tres asintieron con sus cabezas y suspiraron un tanto aliviados.

Shippo inmediatamente después de escuchar a Kaede se dirigió al futon junto a Kagome, se acurruco cerquita de ella, mientras que con su pequeña mano le acariciaba el cabello como para brindarle calor.

- ¿Le platico Inuyasha lo que le ocurrió? – pregunto Miroku.

La anciana negó con la cabeza -solo dijo que era culpa de Sesshomaru- respondió la anciana.

-Entiendo- dijo el Monge.

-Preparare té- informo Kaede.

Al poco tiempo Shippo se quedo dormido, mientras Sango, Miroku y Kaede tomaban el té.

Al mirar al pequeño zorro dormido Kaede decido compartir lo que sabía con los chicos.

-Chicos escuchen lo que les voy a decir no es nada fácil, pero debo decirles- concluyo Kaede.

- ¿De qué hablas Kaede? - hablo Sango.

-Mientras curaba a Kagome y la vestía, aparte de sus heridas descubrí la ropa íntima de Kagome ensangrentada y rota- soltó Kaede.

Sango tapo su boca con su mano, intentando controlar sus sentimientos.

-Eso indica que es posible que el demonio abusara de la señorita Kagome- dijo Miroku.

-No eso no es posible, es horrible es maldito desgraciado- hablo Sango mientras apretaba sus puños contra sus muslos.

-Esto va a hacer muy difícil para Kagome- agrego la anciana.

-Y claro que por lo visto Inuyasha esta devastado y culpándose por esto- dijo Miroku.

La anciana asintió con su cabeza- es mejor descansar, mañana será otro día- les indico a las muchachos.

Agradecimientos a @esplen08122001 por el aporte de ideas.