Historia

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Pasada la una de la tarde después del almuerzo Sango cuidaba a Kagome, tenían un poco de miedo que despertara y que sucediera lo mismo de la vez anterior por eso ella se había quedado al cuidado de la chica ya había quedado claro que Kagome no soportaba la presencia de Inuyasha.

Mientras tanto Inuyasha que se mantenía fuera de la cabaña había aceptado que kagome no toleraba su presencia tal vez por los rasgos compartidos con el maldito de su hermano y no quería asustar a la chica con su presencia por eso no entro más a la cabaña. Mantenía la esperanza de que hablar con ella cuando todo se calmara, Miroku lo acompañaba y le hablaba de cualquier cosa para intentar mejorar el ambiente, pero este lo ignoraba tenía la mente en otra cosa.

Shippo estaba dentro con las chicas sentado a un lado del futon esperando que Kagome despertara, pero ella no da signos de querer despertar, se mantenía tan quieta su respirar era tranquilo y suave. Sango al igual que el pequeño zorrito se mantenía a un lado del futon pero mantenía la mano de la azabache agarrada pensó que tal vez cuando la azabache despertara non tendría más miedo al sentir su mano.

Sango sintió un leve tirón y volvió a ver a la chica observo como sus tristes y cansados ojos se abrieron de par en par.

-Sango- llamo Kagome en un leve susurro sentándose sobre él futon.

Inmediatamente las orejas de Inuyasha captaron las apenas audibles palabras que Kagome había pronunciado. Deseaba con todas sus fuerzas correr y abrazarla hacerle saber que él estaba ahí cuidándola y apoyándola, pero tenia claro que no era lo mejor.

-Si- kagome respondió Sango.

No pudo responder le a su amiga porque Shippo se lanzo a sobre ella llorando.

Kagome acaricio a Shippo mientras le decía -no pasa nada, todo esta bien- esas palabras hicieron llorar más a Shippo y el corazón de los que escucharon las palabras se hizo un puño.

Se mantuvieron así por unos momentos mas hasta que kagome hablo -Sango tengo mucha sed- al escuchar a la chica la exterminadora se levantó y rápidamente le sirvió un vaso de agua a su amiga, se lo acerco mientras Shippo se alejaba de la dulce joven para dar le espacio. Kagome con su mano temblorosa tomo el vaso y bebió hasta la última gota de agua que había dentro de él, la sensación de sequedad en su garganta la estaba matando y agradeció profundamente a Sango por ese gesto.

La anciana Kaede que se había mantenido al margen decido preguntar -Kagome mi niña ¿cómo estas, tienes dolor? -

Kagome con su voz un poco ronca y quebradiza por el próximo llanto a derramar hablo -casi no siento dolor en mis heridas, gracias por cuidar mi- después de estar palabras se llevo la mano a la cara y comenzó a llorar desesperada.

Kaede pidió Shippo salir de la cabaña y se llevó al pequeño zorro lejos de ahí.

Sango abrazaba fuertemente a Kagome mientras esta lloraba como que si así pudiera sacar de ella todo el dolor a cumulado.

-Sango el- intentaba decir Kagome mientras se frotaba su rostro con la mano y las lágrimas no dejaban de brotar.

-No lo digas Kagome, no es necesario- le respondió Sango mientras le acariciaba el cabello.

Hubo un silencio por largo tiempo solo el llanto incesante de kagome resonaba en la cabaña, Sango acariciaba a su amiga mientras silenciosamente derramaba su propio llanto. La atormentaba ver como su amiga estaba destruida y ella no podía hacer nada.

Kagome se aparto un poco de Sango y la miro a la ojos, Sango rápida y torpemente trato de limpiar su llanto.

-Solo si yo hubiera ido tras Inuyasha, el no me hubiera atrapado- hablo Kagome.

-Kagome ni tan siquiera pienses que la culpa es tuya- replico Sango.

-El me atrapo Sango y yo no puede defenderme soy una inútil, yo intenté luchar, pero no pude era demasiado para mí- contó Kagome.

-Ya no sigas Kagome- replico Sango- no es bueno que revivas eso.

-El comenzó a herir mi cuerpo se deleitaba con mi sangre, clavaba sus garras y colmillos. Decía que era mi culpa y que él quería disfrutar de mi cuerpo como lo hacía Inuyasha que sabía que tomándome le iba a doler bastante. No escucho mis suplicas, lo juro Sango le rogué, le suplique, le implore nunca se detuvo cuando la sangre comenzó a correr por mi cuerpo él lo disfrutaba a un más, cuando grite por el dolor que me producía él me dijo que iba a hacer que gritara más.

Sango para esta aparte del relato estaba muriéndose de odio y lloraba más fuerte.

-Espere todo ese tiempo que el llegara por mi y nunca lo hizo, Sango yo intente mantener las piernas cerradas, pero no lo soporte el dolor de las heridas que me provoca, en medio de mi dolor yo grite su nombre para que viniera por mi finalmente el maldito demonio tomo mi cuerpo a su antojo y placer, pero lo extraña fue que el no toco mi pureza.

La cara de Sango palideció al escuchar aquello y entendió todo.

Sin dejarla hablar se lanzó sobre kagome y la abrazo fuertemente.

Inuyasha que había escuchado todo con su fino oído, se estaba muriendo por dentro definitivamente todo era su culpa Sesshomaru daño a Kagome por su culpa, no podía aceptar tal cosa ese maldito miserable se lo pagaría. 

Al fin volví.... Gracias por seguir la historia. 

Quiero Ser su MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora