Al llegar a la ciudad, Ethan baja del tren junto a varias personas, quienes pasan por su lado y lo empujan para que se apure.
El Omega no presta mucha atención a las personas, sus ojos viajan en todas direcciones y el fuerte ruido de la multitud le hacen doler los oídos.
No sabe que hacer, está perdido, confundido y triste. Durante el viaje rezó para que nada malo pasara.«Dulce Omega, que ingenuo eres.»
Busca por todo el lugar alguna persona que lo ayude, sin embargo, nadie le presta atención. Lo hacen a un lado con fastidio o simplemente lo ignoran, nadie quiere meterse en problemas por un jóven Omega abandonado.
¿Quién podría creer su historia?
Es un niño contando algo sin sentido, su habla no es muy fluida y se traba en cada palabra. Por supuesto, nadie le creyó, ni siquiera los guardias que vigilan el lugar.
Todos lo miran raro y algunos hasta se sorprenden al ver sus ojos.
Cansado de buscar a ayuda, decide salir de esa inmensa estación y comienza a recorrer las calles con maleta en mano.
Observa cada casa, tienda y edificio con curiosidad, es una ciudad muy bonita. Todo es nuevo para él, por lo tanto, cada detalle lo hacía asombrar.
Hay mucha gente también, todos apurados y distraídos. Autos pasan velozmente por su lado, haciéndolo saltar de vez en cuando.
Su naricita se arruga ante los distintos aromas, más al pasar junto a algún Alfa u Omega.Un mundo totalmente nuevo se abre paso ante sus ojos y él está aterrado.
Ethan se detiene en un parque y se sienta bajo la sombra de un árbol. El clima es frío, apenas están entrando en invierno y la nieve no tardará en llenar cada rincón de la ciudad.
Frota sus manos y luego abre la maleta para buscar más abrigo. Al sacar un suéter, algo cae a un lado y sus ojos se agrandan con sorpresa. Con sus pequeñas manos sostiene aquel sobre y lo levanta para abrirlo.
Su madre puso algo de dinero allí, no era mucho, pero al menos tenía para comer.
Sus ojos se entristecen y acerca las rodillas hacia su pecho.El Omega se queda en el parque hasta que la noche se hace presente. Decide regresar para buscar un lugar donde dormir, un lugar seguro del frío.
«Ten cuidado, dulce Omega, hay personas malas en el mundo.»
.
.
.
ESTÁS LEYENDO
Dᴇsᴛɪɴᴏ.
FantasyDievs, un Dios Alfa que ha estado en el hielo por más de diez mil años esperando a su tan anhelada alma gemela. Al ser descongelado va en busca de su otra mitad, pero se lleva una gran sorpresa al ver a la persona que el destino eligió para él. ...