Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Oɴᴄᴇ.

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Una semana pasó desde que conocí a Dany, siete días en lo que siempre me esperaba fuera de mi trabajo e invitaba a dar un paseo. Aunque, sólo acepte dos de esas invitaciones, ya que Oliver se dormía y lo llevaba directo a casa a descansar.

Fue lindo de su parte invitarnos. En una de las salidas, Dany nos llevó a recorrer la ciudad y me contó algunos detalles sobre su vida.
La segunda vez, fuimos por helado, a pesar de estar casi nevando. No pude rechazarlo correctamente debido a su nerviosismo.

Es un chico amable, muy hablador y atento, pero no puedo evitar sentirme incómodo junto a él. Una rara sensación sigue creciendo en mi pecho.
No sé que es, no quiero meterlo en un problema. Después de todo, él es un beta.

Esa fue otra de las razones por la cual rechazo sus invitaciones.

—Mami.

Oliver me llama y bajo la mirada para verlo. Estamos en el trabajo, falta poco para que mi turno termine y realmente no quiero salir y encontrar a Dany. Siento que no es un buen momento.

Aquella sensación de ser observado no ha desaparecido. Cada día se vuelve mas insistente.

—¿Qué sucede, bebé?— acaricio su mejilla y sus ojitos brillan, levanta sus manos mostrando lo que trae en ellas.
—Está bien, puedes comerlos, pero no todos.

Sonríe feliz y se sienta en mi silla. Siempre compra algún dulce antes de irnos.
Oliver puede llegar a ser muy glotón y le encantan las cosas dulces.

—Ethan, creo que hoy también tendrás compañía.— Carl se acerca y señala la entrada.

No es que me desagrade la presencia de Dany. Sólo no me siento cómodo a su lado y Oliver también se pone inquieto cuando se acerca mucho a mí.

—Carl, ¿podrías hacerme un favor?— le pregunto, junto mis manos y sonrío inocente.
Me mira levantando una ceja y asiente con una sonrisa de derrota.
—Podrías decirle que me quedaré a cumplir horario y si te pregunta a que hora salgo, le dices que no sabes.

Soy horrible, no debería ser así. Tendría que hablar personalmente con él y aclararle el asunto.

—¿Y por qué no le dices tú?

—No me creerá. Por favor, por favor.— pido mirando inquieto la puerta, Dany está por entrar.

—Está bien, pero tendrás que decirle que no quieres nada con él en algún momento.— dice con seriedad, camina hacia la entrada para detener al beta.

Suelto el aire que tengo retenido y miro como el beta se sube a su auto con rostro decaído.
No tendría que tratarlo así, pero cada vez que intento hablar de ello, me interrumpe cambiando de tema.

—Listo, ahora vete antes de que vuelva.— Carl me empuja fuera de mi puesto y sacude el cabello de Oliver.

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—Vamos, Oli, es hora de dormir.

Lo cargo ya medio dormido y vamos hacia la habitación. Le coloco su pijama y lo acuesto entre las mantas del nido.
Voy al baño y a los minutos regreso para acostarme a su lado.

Dᴇsᴛɪɴᴏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora