Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Qᴜɪɴᴄᴇ.

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Siento la fría y húmeda nariz pasar por mi cuello.

No me muevo y dejo que haga lo que quiera. Retengo la respiración al sentir como agarra mi ropa con sus filosos dientes.

De repente, el aire cálido golpea mi cara y cuerpo, haciendo que mis ojos se abran de manera lenta. Es un alivio, sólo llevo una camiseta y un pantalón holgado.

Al ver al animal que me mira fijamente con sus ojos color escarlata, me alejo con rapidez.

Estamos en una casa, la misma donde desperté hoy.

—¿Qué...? ¿Qué pasó?— susurro quedando arrodillado.

Estoy muy confundido y asustado, creo que voy a desmayarme.

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~Omega, no te asustes.

Me acerco un poco, pero su rostro palidece aún más y se levanta apresurado, comenzando a correr hacia la salida.

Lo entiendo, está asustado.

~Detente.~ gruño y obedece al instante, cayendo de rodillas frente a la puerta.

Troto hasta él y acerco mi rostro al suyo. Tiene los ojos cerrados, con lágrimas descendiendo por sus rojas mejillas y su labio inferior forma un pequeño bulto.

~Soy Dievs, Ethan. ¿No reconoces mi aroma? No tengas miedo.~ susurro, lamiendo y limpiando las lágrimas.
~Abre los ojos.

Se estremece ligeramente y abre despacio sus ojos, soltando todo el aire que estuvo conteniendo.
Sus manos temblorosas se posan a cada lado de mi rostro.

—¿Alfa? Eres... Eres... Pero tú hoy eras humano. ¿Qué..?— comienza a balbucear y niega varias veces.

~Prometo contarte todo, ¿si?
Lo prometo.~ planeaba hacerlo luego de conocernos más.
~¿Sigues asustado, Omega?~ pregunto, pasando de nuevo mi lengua por su cuello.
Asiente despacio, pero no se aleja.
~¿Me tienes miedo?~ lo observo fijamente, atento a sus acciones.

El alivio llega a mi cuerpo cuando niega.
No sé que haría si decide alejarse. Lo mas probable es que pierda poco a poco la cordura hasta volverme completamente loco.
Si lo hubiera rechazado, ¿También perdería la cabeza?

~Ven, Omega, tienes que descansar. Mañana hablaremos.

Doy media vuelta y hago unos pasos en dirección a la habitación.

—No.— susurra y volteo a verlo.
—Oliver, tengo que volver con mi bebé.— se levanta, apartando la mirada.

~Vas a dormir aquí, Ethan. Ven.~ entrecierro los ojos y luego de unos segundos vuelve a negar.
~Está bien, lo traeré.

Dᴇsᴛɪɴᴏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora