—Aún me pregunto por qué acepté tu invitación.— dijo Jeon mientras seguía mirando el letrero luminoso.
—Por qué soy tu amigo, me amas, y por que vienes a relajarte, y así no estarás con la perra de Yeri.— lo ultimo lo dijo en voz baja.
Jungkook suspiro y apoyo su mano en el hombro de su amigo.
—Creo que tienes razón, aparte nos estamos haciendo viejos...
—Ni lo pienses Jeon Jungkook, aún soy muy joven, quiero disfrutar, y adentro me espera una chica.— dijo para cruzarse de brazos.
—Bien, vamos a buscar a tu chica Park Jimin.— dijo el pelinegro para caminar junto al rubio, miró de reojo al guardía que estaba ahí, vestido de negro con sus brazos cruzado, y su mirada sería.
Ambos se adentraron, el olor a nicotina y alcohol inundo sus fosas nasales, algo de que estaban acostumbrados los dos, solo que Jeon bebía y fumaba ocasionalmente. Una bella chica, vestida con una apretado traje, los guió a una mesa, ambos chicos agradecieron. Y observaron el lugar.
—¿Ya viste a quien vas a disfrutar Kookie?
El pelinegro quien miraba sus manos, miró al a su amigo, aún se seguia preguntando si estaba bien lo que iba a hacer o no, se preguntaba si las chicas que trabajaban en esto, eran felices o no.
—Aún no Jimin, la noche es larga.— dijo.— ¿Y tu?
El rubio señalo con su mirada, en una esquina, habían tres hombres, sonriendole a una castaña, el vestido pegado al cuerpo, hacían notar sus bellas curvas, y su lindo trasero.
—Tu si que tienes algo con las castañas.
—Me encantan.— dijo picaro. La imagen de una chica, detuvo las palabras que iba a decir el rubio. Jeon despego su vista del menú de bebidas, para posar sus ojos en la chica.
Rubia, linda, tierna.
—¿Van a pedir algo señores?— pregunto dulcemente la chica, como siempre lo hacia, y como siempre se lo decía su jefe, a los hombres les gustan las chicas inocentes.
—Yo quiero una cerveza, ¿Y tu Kook?
El pelinegro no dejaba de ver a la linda chica, sus labios rosados, que a la vista se veían apetitosos de besar, su linda anatomía, vestía una corta falda, su abdomen al descubierto y una polera, con escote en forma de corazón, dejando un poco la vista, la linea del inicio de sus redondos pechos. Y un poco más abajo, tenia puesto una indentificación, a nombre de Rosé.
—Y-Yo... Quiero un vino.— hablo Jungkook, la chica asintio, y se fue a donde el barman.
—¿Estas bien Jungkook?— pregunto Jimin mirando la cara un poco roja de su amigo.
—Estoy de maravilla.— y claro que lo estaba, acaba de ver a la chica más linda que había visto en toda su vida, y no perdería la oportunidad de pasar tiempo con ella.
Para eso vino, a follar.
Empezó a sonar una canción lujurosa, Jimin le dijo al pelinegro, que iría a ver el espectaculo, se acerco al mini escenario, y observo el lindo cuerpo que había visto hace unos minutos, se mordió el labio al ver que la chica se acercaba, él no era el unico que disfrutaba, habían muchos más.
La castaña toco el tubo de metal, y dio una vuelta alrededor de él, elevo su pie pr arriba de su cabeza, Jimin y su parte baja estaban felices por el baile, la chica conecta su mirada con el rubio, y suelta una sonrisa, y un guiño, mientras bailaba, movía su cintura, e intencionalmente, se agachaba para qué el publico admirara su lindo trasero.
—¿Va a pedir algo más Señor?— la dulce voz de la chica, saco a Jungkook se sus pensamientos.
—Estar contigo, ¿Hay algún lugar para...
—Claro que si.— dijo la chica para mirarlo con su mirada apagada. Rosé se encontraba hablando con un necesitado.— ¿quiere ir ahora?
—Cuando tu quieras pequeña.— Jeon noto la triste mirada de la rubia, Rosé se retiro, dejando solo al pelinegro.
Mientras que Jimin.
Tenía un serio problema en su pantalón, y gasto todo su dinero en tirarselo a la chica castaña ardiente, sin duda, que la iba a dejar en silla de rueda, pero en un momento entro en duda, la chica se le hacia conocida, pero lo dejo pasar. A lo lejos vio a la castaña salir de un telón, nuevamente sus miradas se conectaron, la chica suelta una sutil sonrisa, camina hacia un pasillo, aún mirando a Jimin.
Esta desaparece del campo de vista del rubio, y este, sin dudar, la sigue.
Rosé, quien lloraba en silencio mientras estaba en el baño, se miró al espejo, y se sintio asco, asco, lo unico que sentía al verse. Se daba asco ella misma, le daba asco entregarse completamente con un desconocido. Salio del baño, aún con sus ojos rojos, pero no era un problema, las luces cambiaban de color. Divisa al pelinegro, quien bebía solo su vino, lentamente, se acerca a él y agarra su mano.
Jungkook sintio como tomaban su mano, se volteo y vio a la rubia chica, este se levanto y Rosé empezó a guiarlo, la mirada castaña del chico no se despegaba en el redondo trasero de la chica, la rubia abré una puerta, y con una sonrisa rota, entra junto al chico.
Jungkook notó esa sonrisa.
La rubia, cerró con pestillo la puerta y quedó con su espalda en la madera de la puerta, y sus ojos rojos por el llanto mirando al lindo chico pelinegro, daba hipidos.
Jungkook camino hacia la chica, tomo el mentón de la joven y observo sus rojos ojos, sintio como toda la culpa le le llegaba de golpe.
—No quiero forzarte a nada pequeña.— Rosé se sorprendio y sintio sus ojos cristalizarse.
—¿Q-Qué? ¿N-No quiere de mis servicios Señor?— su voz salio quebrada, y se maldijo mentalmente.
—Te noto triste, ¿Hay algo que desees tu?— esto era nuevo para la rubia, normalmente era ella quien preguntaba a sus clientes, si deseaban algo, pero se sintio en paz, el escuchar la pregunta del bello hombre.
—Q-Quiero salir de este lugar, saqueme por favor.— de sus lindos ojos miel, salieron lagrimas.
𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚐𝚒𝚍𝚊.
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City Lights┊Rosekook (Editando)
Fanfiction♢ Jeon Jungkook y Park Jimin solo querían divertirse, pero no contaron con llevarse a dos prostitutas a su hogar, y tampoco contaban que surgiera algo más. Pero, aferrarse a una persona, es un gran y doloroso costo que hay que pagar. ↻No copias ni...