Sus ojitos brillaban más de lo normal.
Su sonrisa de conejo no se borraba al ver a la pequeña criatura que tenía en sus brazos, a su pequeño hijo. Jungkook ponía su dedo meñique cerca de la manito del recién nacido, el bebé al sentir algo cerca de su mano, agarrá la desconocida cosa y se mantiene así, haciendo que él castaño se le llenaran sus ojitos de felicidad. Su pequeñin, hecho del amor de él y su bella madre.
Jungkook mirá a la mujer que más ama en este mundo y se acerca junto a su hijo.
—Gracias por darme a este hermoso bebé, Rosie, soy el hombre más feliz en este mundo.— dijo Jeon para mirar a la nombrada, quien dio una cansada sonrisa.
—Cuida a nuestro bebé por m-mi.— dijo con voz agotada, su rostro sudaba, y su vista se desviaba, las luces de la habitación del hospital parpadiaron un poco, y la rubia quedo inmovil. Jungkook movia a su amada, al no recibir respuesta, empieza a entrar en pánico. Deja a su hijo en la cuna y va hacia la camilla.
—Rosé....amor.....despierta.— decía el castaño mientras zarandeaba el inmovil cuerpo de la menor, no se percato que la maquina que medía su pulso, producia el monótono sonido. Indicando que había fallecido. Jungkook niega con la cabeza repetitivas veces mientras miraba a su chica, muerta en esa camilla.
Las luces nuevamente enpiezan a parpadear, Jeon lloraba en silencio, giró para atrás para ver a su hijo. Pero este ya no estaba en la cuna, el castaño camina hacia la cuna, al verla vacía, corre hacia la puerta y empieza a gritar buscando ayuda, las luces nuevamente empiezan a parpadear, dobla por el pasillo, encontrandose con una canasta de picnic.
Lentamente se acerca hacia ello, se arrodilla y toma la carta, la abré, viendo la escritura fea y roja diciendo, “felicidades por ser padre”. El castaño temeroso, abre la manta que cubría el contenido, y se espanta retrocediendo, haciendo que aquella canasta cayera, dejando espacidos, partes descuertizadas de un bebé, el hijo de Jungkook.
Gritó, sentandose rapidamente de la cama, haciendo que una rubia se asustará por el grito, y viera al ahora castaño llorando mientras sudaba un poco.
—Kook... Tuviste una pesadilla.— Jeon al escuchar la dulce pero poco adormilada de la rubia, la atrajo a su cuerpo y la abrazó fuertemente tomando de sorpresa a la menor, el mayor empezó a llorar en silencio, Rosé sintiendo los hipidos del castaño, acaricia la espalda de este, susurandole palabras tranquilizadoras.
—M-Me alegra q-que estes bien pequeña.— dijo Jungkook para ver a la rubia, que estaba sentada en su regazo.
—Estoy aqui Kook... Y estoy bien.— respondio Rosé acariciando el rostro del castaño.— lo que hayas soñado no sucederá, debes confiar en mi.
—S-Se sentía tan real.— sorbeteo un poco y se quedo mirando a la rubia.— lo que soñe nunca va a pasar... Y se sucediera, haría lo posible para que no pase.— abrazó por la cintura a la menor mientras la seguia mirando.
—Es hora de volver a dormir Kook...
—Kook dormirá nuevamente si su pequeña le da un besito de buenas noches.— hablo un poco infantil Jeon, haciendo reir un poco a la rubia, ella tomo los costados de la cabeza del castaño y deja un dulce beso en sus labios.
—Listo, ya le dí su beso de buenas noches, ahora a dormír.— dijo la rubia como si de una buena madre se tratase, Jungkook se acosto, al igual que la menor, esta se puso en posición fetal, dispuesta para dormir, pero unos brazos rodean su cintura y lo atraé a su anatomía. Rosé lo dejo pasar y se quedo mirando hacia la ventana, y Jungkook con su mejilla apoyada en la espalda de la chica, intentando conciliar el sueño.
Sus corazones latían a la par, el silencio como que había en la habitación, cada uno, empezando amar el pasar tiempo juntos, y empezando a enamorarse mutuamente. Sabían que era imposible enamorarse de alguien en tan poco tiempo. Pero dice un mito, que las personas nacen con un hilo rojo, aquellas que la tengan, sin importar el tiempo, se encontraran, y se enamoraran como lo hicieron sus antepasados, Rosé y Jungkook sentían que ya se conocían hace tiempo. Rosé cayó dormida, algo que Jeon se dio cuenta, miró el sereno rostro de la menor y suspiro.
—¿Es muy pronto para decirte un te amo pequeña?— susurró el castaño para besar el hombro de la rubia, y ahora si, poder dormir.
Sus oidos sentían el caracteristico sonido, aquel que no escuchaba hace mucho, en su adolecencia, abrio un poco sus ojos, viendo la espalda de la rubia, y el con sus fuertes brazos en su cintura, sonrio un poco y miró hacia la puerta, su sonrisa se borró, y la de los dos individuos salieron a la luz.—Esto va al albúm de fotos Kookie.— dijo Jimin quien tenía la camára del castaño, a su lado Jennie miraba las fotos que había sacado el rubio.
—Ustedes me dan diabetes.— susurró Jennie, no quería despertar a su mejor amiga.
—Te voy a cortar las bolas Park.— dijo un poco molesto Jungkook.
—Me amas Kook...— dijo para salir de la habitación junto a la castaña, dejando solos nuevamente, Rosé seguía durmiendo, el castaño beso el hombro de la rubia, y se quedo observando el bello rostro, tallado por los angeles de la chica que dormía a su lado, le brindaba suaves caricias en el rostro suave de la australiana, haciendo que ella se removiera un poco. Pero había algo que lo dejaba en completa duda.
¿Qué mierda eran?
Amigos, ya no erán, no tenía idea el castaño, lo unico que se le ocurría eran, que son amigos con derechos, como lo son Jennie y Jimin, tomando el mismo camino de su mejor amigo. Pero Jungkook de alguna forma, haría que la bella rubia fuera de él, solamente de él. Jungkook no aguantaría observar una escena de coqueteos de parte de Rosé y Chanyeol.
No señor, el pelirrojo desbloqueo al Jungkook celoso.
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City Lights┊Rosekook (Editando)
Fanfiction♢ Jeon Jungkook y Park Jimin solo querían divertirse, pero no contaron con llevarse a dos prostitutas a su hogar, y tampoco contaban que surgiera algo más. Pero, aferrarse a una persona, es un gran y doloroso costo que hay que pagar. ↻No copias ni...