13. ·˚ ༘ ༉

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Ya en el auto, habia un agradable silencio, uno en lo que las personas les gustaria estar en un momento de su vida, Jeon, quien conducia hacia el departamento, cuando en las calles, la luz del semáforo daba rojo, el miraba de reojo a la joven rubia, quien miraba hacia afuera desde la ventana.

Rosé no se atrevía a mirarlo a la cara, su timidez no se lo permitia, ella no era estupida, sentía la mirada del castaño en ella, ya quería llegar, tumbarse en la cama y hablar con su mejor amiga. Jungkook estaciono en los estacionamentos del gran departamento, la rubia tomo la manilla y la tiro, pero la puerta no se abría.

—¿A donde crees que vas con tanta prisa?

—A-Al departamento, e-estoy cansada.— respondio la rubia para jugar con sus manos. El castaño se mordio el labio y con su pulgar toca el mentón de la chica, y esta lo mira a los ojos que se veían bastante bellos por la luz de la luna. Ella se relame sus labios con la penetrante mirada del contrario.

—No sabes las ganas que tengo de besarte nuevamente.— dijo sin escrupulos el castaño, haciendo sonrojar fuertemente a la rubia. A ella nunca le llamo la atención los chicos de su escuela, ni sus vecinos, ni amigos, nadie. Pero ahora, un chico que conoce hace un mes, no se lo sacaba de su cabeza, estando las 24 horas del día pensando en el.

—¿Y por que no lo haces?— preguntó suavemente Rosé para morderse el labio, y de un segundo a otro, sentir los belfos del mayor en los suyos, haciendo presión mientras de a poco, sus labios se mueven a la par, el castaño, aún con sus labios pegados en los de la rubia, obligando a la otra acercarse igual, ella se desabrocha su cinturón, la seguridad ante todo, y se sienta en el regazo de Jeon.

La australiana separá un poco sus labios con los del chico, y lame el labio inferior, para luego sonreir juguetonamente. Las manos de Jungkook pasaron a tocar la cintura de la joven chica, y lentamente baja por la las bellas y sensuales piernas, hasta que finalmente llegan a su trasero, dandole un respingo a la rubia. Junta de nuevos sus labios con los de la rubia, y comienza la guerra de lenguas.

Agradecían, que a esa hora, la mayoría de la gente que vivía en el edifició, yacian dormidos placidamente, al igual que sus amigos, según ellos. Sus lenguas jugando entre si, las manos de la rubia en el pecho fornido del castaño y las del contrario acariciando el redondo trasero que traía consigo Rosé.

—K-Kook...— jadeo la menor, haciendo que a Jungkook se le fuera un poco su cordura, palmeo una nalga de la rubia, haciendo que dará un respingo, y accidentalmente, chocar con el volante y hacer sonar la bocina. Ambos se separan para reirse.—Creo que ya es hora de irnos a dormir....

—Quedemosno un rato más, ¿Si?— dijo Jeon para mirar a la linda y tierna rubia.

—Tienes una empresa que dirigir mañana Señor Jeon, nos vamos al departamento, y es una orden.— dijo Rosé para cruzarse de brazos aún sentada en el regazo del mayor. Jungkook sonrio incrédulo.

—Asi que mi pequeña esta dando ordenes...— dijo enfatizando el “mi”.— si usted lo dice, nos iremos a dormir, o a escuchar la opera que tienen Jimin-ssi y Jennie.— la rubia negó y abrio la puerta del auto, le costó salir, pero lo consiguio, Jeon repitio la acción, cerrando el auto y caminaron hacia el elevador.

Al estar ya adentro, el castaño no se resistio y plantó sus labios sobre los de la rubia, tomandola por sorpresa.

—P-Puede v-venir alguien K-Kookie.— dijo encima de los labios del castaño, pero a este le valio mierda, tomo la cintura de la menor y la estampó en la fría pared de titanio. Tenían unos minutos, desde el piso uno hasta el piso 25. Cuando el ansensor anuncio la llegada del piso, Rosé rapidamente se separa del castaño y camina hacia la puerta, dejando atrás a un poco molesto Jungkook.

—Esto no va a quedar así, pequeña.— dijo Jeon en su oido al llegar a su lado, abré y se sorprendio de ver a su mejor amigo, viendo peliculas con la castaña, Jennie ve a su amiga, y se levanta del sillón para abrazarla, dejando botado a Jimin en el sofá.

—Rosie, Rosie, te extrañe mucho.— dijo Jennie mientras abrazaba a la rubia.

—Y yo a ti Nini...— se acerco a su oido.— necesito hablar contigo...— esas fueron las palabras magicas para, como siempre, arrastrar a su amiga hacia la habitación dejando solo a los chicos.

—¿Había mucho trafico Jeon? O ¿Te divertiste un poco con Rosé.— dijo picarón el rubio.— no me digas que no, tus labios estan un poco inflamados y un poco más rojos.

—¿Debería tenerte miedo Jimin-ssi?— dijo Jungkook mientras dejaba su maletín a un lado y se sentó en el sofá, tiro su cabeza para atrás, suspiro y sonrio.— besa como los dioses.

Jimin rió un poco y le puso pausa a la pelicula para ahora mirar a su mejor amigo.

—¿No llegaron a más allá?

—No, yo quiero que ella este lista para dar el siguiente paso, no quiero convertirme en uno de sus asquerosos clientes, que van por sed del sexo, alguien que le satisfeche sus necesidades...— Jeon al pensar en eso, fruncio el ceño, ese tipo de gente, ya había tocado el cuerpo de su pequeña, eso le enfadaba mucho, pero ahora ella estaba con el, a su lado, como los buenos amigos que son.

—Bueno... Eso es algo lindo de tu parte.— dijo Jimin.— espero que nunca las vuelvan a llevar a ese lugar, no se que haría sin Jennie.

—Pues no dejes que ese asqueroso de su ex jefe, se lleve a la chica que te gusta.— dijo el castaño, el rubio abrio la boca para hablar pero las voz del castaño interrumpio sus proximas palabras.— y no me digas que no es cierto, se nota desde mi empresa que te gusta mucho Jennie.

—Así como tu con Roseanne.— dijo Jimin.

—Bueno... Eso creo.

Las mayoría de las personas dicen las cosas que salen de su cabeza, y casi nunca dicen palabras que salen de su corazón.

City Lights┊Rosekook (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora