Al abrir sus ojos se encontró con un hermoso cielo estrellado.
Cada esfera de calor, brillaba por si sola, haciendo que se maraville del paisaje, mira a sus alrededores, encontrándose con la soledad. Al levantarse, sus pies tocan suaves sábanas, que al pisar las desprendían un agradable aroma.
Aroma a bebé.
Deseaba ver dónde estaba la salida, pero solo caminaba entre las sábanas y el cielo estrellado. Una risa resonó en su cabeza, haciendo que se detenga de golpe. Su mirada chocolate, captan a una chica rubia de espaldas.
Su sonrisa no tarda de salir, y sus pies se empiezan a mover por si solos, al ya estar cerca de su objetivo, su mano toca el hombro de la chica, haciéndola voltear. Sus ojos observaron inmediatamente a la criatura en brazos.
Pero aquella rubia no era su amada.
La mirada del bebé en el, sus pequeños ojitos se cristalizan y rompe en llanto, la chica rubia, mirá con una sinica sonrisa al pelinegro y se empieza a alejar, mientras todo a su alrededor empieza a caer a pedazos.
Su respiración entrecortada, su frente sudada, miró por sus alrededores. Se encontraba en su habitación. Todo era un sueño. Miró a su lado, la bella chica dormida plácidamente.
¿Por qué en sus sueños siempre había un bebé? ¿Quien era la chica rubia?
Su cabeza no dejaba de preguntarse, se revolvió un poco sus cabellos y se acomodó para poder dormir, algo que le costaba, miró a la menor dormir, y su mano empezó a acariciar la mejilla.
—¿Será que el destino quiere que seamos una familia?— preguntó en un susurro el mayor para sonreír un poco e imaginarse a su chica, con un vientre abultado.
No supo cuánto tiempo estuvo contemplando a su novia, pero finalmente había caído rendido en el mundo de los sueños.
A la mañana siguiente, su siesta fue interrumpida por unas pequeñas risas, y el sonido de una cámara, abrió un poco sus ojos, encontrándose con su novia, tomando selcas mientras el dormía.
Abrió los ojos y la expresión de la rubia cambio para ahora mírarlo a él, apagó el celular y rió nerviosa.
—¿Se puede saber por qué me tomabas fotos durmiendo?
—Es que... Me aburrí, y no supe que hacer, hasta que se me ocurrió, sacarme fotos de mi y tú durmiendo.— dijo la menor para acariciar los cabellos negros de su novio.
—Eres muy mala....— dijo Jeon para atraer el cuerpo de la menor y abrazarla fuertemente. Su nariz empezó a oler el cabello rubio de la extranjera, amaba tanto el aroma a vainilla que desprendía.
—¡Me vas a aplastar Kook!— dijo la menor para tratar de separarse, sus miradas se conectaron, y Jeon se perdió en la bella mirada de la rubia, su nariz rozó la de la chica, haciendo que ambos cerraran sus ojos inconsientemente.
Parecían perrito recién nacidos restregandose en su madre, el pelinegro corto las distancias, juntando sus belfos con los de Rosé. En un beso lleno de amor y la más sincera ternura.
—Nada te pasará bebé...— dijo por encima de los labios de la joven.
—¿Lo dices enserio?— aquella pregunta salió de su boca, la rubia sabía que algo iba a pasar en cualquier momento, tenía miedo.
—Estoy diciendo esto con bastante seriedad... No dejaré que nadie te ponga un dedo encima...
La mano de Jeon acarició la cintura de hormiga de la rubia, está lentamente asintió, para abrazar a su novio y embriagarse del exquisito aroma.
Tarareaba mientras cortaba los vegetales, su mente y su ser, concentrados en cortar verdura por verdura.
Llevaba un buen rato, preparando el almuerzo, hasta que un grito, lo saca de su labor, su corazón empezó a latir e inmediatamente sube las escaleras.
Dirigiéndose a la habitación de su pequeña hermana.
Ve la puerta blanca con flores turquesa, al final del pasillo. Sus pies se mueven haciendolo correr, abre la puerta, y sus ojos se salen de sus cuencas.
La pequeña niña asustada en un rincón de su habitación, un hombre apuntándole con un arma. Y el mismísimo Kang, mirándolo seriamente.
—Teniamos un trato... Me dio su palabra.
—La gente se le hace fácil hacer falsas promesas pequeño YoungJae...— dijo él canoso para mirar a la pequeña niña que se aferraba a su peluche.
—¡No le hagas daño!— grito el peliazul para acercarse a Kang. Pero el sonido de la bala retumbó en la habitación, haciendo que la niña empezará a llorar.
Y Choi desangrarse en el piso.
—Tu hermana me llenará los bolsillo de dinero, le gente de ahora le gusta profanar inocencia, tu hermana y tu amiga me darán centenares de dinero....
—Desgraciado... Te ayude a encontrar a R-Rosé...
—Pero más me ayudó Yeri, pequeño. Ella odia a esa putita, y se quedaré con su jefe...— el anciano sonrió y aplasto el lugar en donde había traspasado la bala, haciendo que el pobre peliazul chillará del dolor.
—Helmanito... No llole...— la pequeña niña sorbeteaba por su nariz, sus mejillas todas empapadas de lágrimas.
—Desde ahora pequeña Yeonwoo...— empezó a hablar Kang.— vivirás conmigo...
Él canoso tomó la mano de la pequeña y ella lentamente la toma, aún con uno de sus bracitos aferrándose a su peluche, salieron de la habitación, YoungJae se empezó a arrastrar intentando botar a Kang.
Pero la bala perforó su cabeza, matándolo al instante, la pequeña se sobresalto por el sonido, iba a voltear a ver, pero rápidamente Kang se lo prohibió.
El subordinado salió de la habitación, dejando al muerto chico desangrandose. Él había conseguido esto, no pudo proteger a su pequeña hermana.
Ella iba a sufrir como lo hicieron con Jennie y Rosé.
Sus últimos días de vida, se odiaba a sí mismo haber entregado prácticamente a la rubia en bandeja de plata. Ella era una buena persona, ella alegraba sus días en el prostíbulo.
Y él ayudó al hombre que más odiaba a ella.
Kang entró con la niña en el auto, el subordinado encendió el auto, rumbo a mismo lugar de siempre.
—En dos días, iremos por Roseanne, quiero a tus mejores hombres...
—Como diga señor, ¿Y la niña?
—Yo me haré cargo de ella...
Gente se acerca el final. :(:
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City Lights┊Rosekook (Editando)
Fanfiction♢ Jeon Jungkook y Park Jimin solo querían divertirse, pero no contaron con llevarse a dos prostitutas a su hogar, y tampoco contaban que surgiera algo más. Pero, aferrarse a una persona, es un gran y doloroso costo que hay que pagar. ↻No copias ni...