♢ Jeon Jungkook y Park Jimin solo querían divertirse, pero no contaron con llevarse a dos prostitutas a su hogar, y tampoco contaban que surgiera algo más. Pero, aferrarse a una persona, es un gran y doloroso costo que hay que pagar.
↻No copias ni...
—Mmmm... No.— respondió el chico para abrazar más fuerte a su novia por la cintura.
—Pero Kookie.... Hay que tomar desayuno...— dijo Roseanne para hacer un puchero y mirar al pelinegro.
—Pero yo quiero estar contigo, quiero abrazarte, mimarte, darte muchos besos...— los bellos del mayor tocaron los rosa de la menor, dando un corto beso. Su mano empezó a las largas piernas de la chica.
—Yo amo estar tiempo contigo, pero hay alguien que tiene hambre....— dijo Rosé para señalar su abdomen.
Jungkook se acercó al abdomen, e hizo un mohín, haciendo que la menor riera un poco.
—señor estómago, dejé de causar problemas a mi chica, el desayuno puede esperar...— las suaves manos de la rubia empezaron a acariciar las negras hebras de Jeon.
—Te amo tanto Jungkookie.— soltó de la nada la chica, haciendo al nombrado sonrojarse. Él se acerca lentamente al rostro de la rubia y deja un dulce beso en la frente.
—Y yo a ti pequeña Rosie...— susurró sintiendo su corazón latir al pronunciar el nombre de su amada. La australiana se levanta de la cama y camina hacia la cocina del departamento.
Estaba apuntó de entrar a la cocina, cuando un sobre blanco pasa por debajo de la puerta principal, algo que las orbes avellana de la chica vieron. Se agacha y la toma con sus dos manos.
No tenía dirección, ni destinatario, miró hacia la habitación, y luego su mirada vuelve a la carta, lentamente la abrió, sacando el papel color mantequilla que estaba en el interior.
Sus ojos se abrieron de golpe, soltando la carta y lentamente sentándose en el frío piso. Su respiración era irregular y empezó a llorar en silencio.
“Te encontré zorra estúpida” Atte: K
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Sus manos entrelazadas, el pelinegro saluda a sus empleados, mientras que la rubia miraba el piso, con terror.
—Buenos días señor Jeon.— dijo alegremente Yeri y sonreír al ver a su jefe.
—Buenos días Yeri, estás muy alegre hoy, ¿Hay algo especial?— preguntó el pelinegro.
—Bueno, se van a venir tiempos mejores para la empresa.— dijo la chica para mirar de reojo a la rubia que miraba el piso.
—Asi será, ¿Cierto bebé?— Jungkook miró a su novia y está entró en realidad, mirando a su novio.
—Claro Kook...— soltó una pequeña sonrisa, para luego aferrarse al brazo del nombrado y sus tristes ojos mirar a la chica que tenía al frente.
