Polvo Lunar.

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Gary había sido escoltado por los guardias hasta la entrada del Galaxy One cuando por accidente cayó su ropa al suelo al ser empujado por uno de los guardias, se dispuso a recogerla cuando maldijo al recordar lo que seguía; el idiota de KVN apareció y le dio una nalgada que lo hizo brincar del susto.

—¡Hola Gary! Mi nombre es KVN, tu compañero de impedimento de locura en el espacio, gustó en conocerte—se presentó muy feliz y amigablemente el robot circular.

El rubio lo miraba con enojo sosteniendo sus cosas, vaya que había odiado a ese robot.

—Desde ahora te odio.

Las puertas se cerraron y entró a su preciada nave, totalmente limpia, pulcra y vacía.
Gary olvidando por completo que estaba de nuevo en el pasado y camino por simple inercia a su recámara cuando la voz de H.U.E. lo sorprendió.

—Hola Gary, mi nombre es H.U.E. y yo sere tu vigilante de condena por los próximos cinco años—indicó la IA.

Gary temblaba y miraba hacia el techo con alivio; hace tan sólo unos días a lo que el le parecían minutos, H.U.E. había estado consolandolo en su lecho de muerte y ahora aquí estaban de nuevo los dos.

—Hola H.U.E—respondió Gary con nostalgia.

—Veo que ya sabes donde está tu habitación Gary, según el reglamento deberás usar el uniforme de mecánico y guardar tu antigua ropa. Se te será resguardada hasta que completes tu tiempo de sentencia.

Gary obedeció en silencio.

—Hay una serie de reglas y tareas que deberás cumplir como parte de tu sentencia Gary, de no cumplirlas tu condena se extenderá dependiendo el grado de tus faltas.

—¿Como tomar una galleta sin permiso?—bromeó Gary al recordar todos los días que aumentó a su condena sólo por lograr tocar una galleta.

—Así es.

—Bien... Y ¿Tengo permitido dejar que me muestres la nave? —pregunto Gary mirando al techo.

Realmente no podía ver a H.U.E así pero ya era una costumbre que había adquirido la primera vez, era algo que ya no podía dejar de no hacer.

—Claro Gary.

H.U.E le mostró toda la nave y Gary fingió verse impresionado, también la IA le indicó que sus tareas serían reparar satélites dañados, fue "presentado" con la serie de Robots que estaban a bordo de la nave para reparaciones y en caso de ataque, protegerlo; Gary sonrió a verlos y por algúna razón supo con exactitud que nombre correspondía a cada Robot. Puede que sonará estúpido ya que todos se veían exactamente igual pero  no iba contradecirse ahora.

—¡Hey! Carl —saludo Gary arrepintiendose al instante.

La dura madre, de nuevo olvido que este a penas era su primer día, el robot llamado giro su cabeza confundido.
Gary fingió repentino interés en la bahía médica y se fue lo más rápido posible de ahí.

—Está es la bahía médica, otro de mis deberes es proteger la integridad física de esta nave y la tuya. Porfavor vístete con la bata médica y acuestate  en la camilla para realizar un examen médico profundo—ordenó H.U.E.

El examen paso con tranquilidad, sólo unas sugerencias sobre mejorar sus hábitos alimenticios y ya podía irse.

El rubio regreso a su habitación que estaba completamente ordenada muy diferente a su versión futura, tal vez mantener su habitación limpia forme parte de los cambios al futuro; busco en su escritorio donde sabía perfectamente que encontraría lo que buscaba, un marcador negro común y corriente. Si algo no iba a modificar sería su numeroso contador que había marcado en el elevador a la cabina de mando, tomo un cuaderno con unos cuantos lápices que su yo antiguo jamás se molesto en utilizar y bajo hacia el comedor dibujando su primera línea en la pared del elevador de paso.

Diez minutos.- [Garycato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora