Diez minutos.- [Garycato]

Al vacío.

Gary se sentía muy cansado, lo último que recordaba es que a penas había logrado llegar a la nave después de que aquella estrella muriera. Lo demás era confuso y borroso, no recordaba demasiado más que una sensación de calidez, de ahí todo era un borrón dentro de su mente.
Esto de cierta forma le incomodaba ya que la primera vez que aquello ocurrió no había olvidado nada, ni siquiera recuerda haberse sentido tan cansado hasta que el recuerdo de la risa de Invictus resono en su mente. Un escalofrío corrió por la espina dorsal del humano, ¿Cómo era posible que Invictus pudiese estar ahí? ¿Aquello había sido real o sólo fue el producto de su mente? Paso unos minutos meditando cuando decidió que era momento de despertar y comenzar un nuevo día.

El rubio se dio una ducha rápida, se alistó con su traje de mecánico y salió hacia la cafetería. Le sorprendía un poco lo calmada y tranquila que estaba la nave después del ataque de la Guardia Infinity, pero los Zeins ya habían comenzado las reparaciones.
Gary desayuno tranquilo sin ninguna molestia hasta que la voz de H.U.E. le llamó.

—Gary, Quinn está intentando tomar el control de la nave y fijar un nuevo rumbo.

El rubio suspiro y dejo de comer.

—¿Y Avocato donde esta?—respondió el rubio.

—En la sala de mando con Quinn.

—Ok eso no suena nada bien, voy para allá—indicó el humano preocupado.

Gary fue hacia la sala de mando donde escucho como Avocato y Quinn debatían... "amistosamente".

—Exijo el control de la nave y acceder a las redes de comunicación ahora, la tierra pende de un hilo y no tengo tiempo para esto.

—No tocaras nada hasta que Gary llegué—indicó Avocato.

—Gary es un prisionero en esta nave, no un capitán Ventraxiano, yo por otra parte soy capitán de la Guardia Infinity y se hará lo que yo diga.

Gary observó como esos dos comenzarían una acalorada discusión así que decidió entrar.

—De acuerdo Quinn ¿En qué te puedo ayudar?—sonrió Gary pasando su brazo por el hombro alejandola de Avocato.

Una vez alejó a la chica del felino redujo su contacto físico a cero, no quería que su brazo nuevo se estropeara.

—Necesito las contraseñas de la red de la Guardia Infinity—respondió Quinn molesta tecleando en en su tableta.

Un holograma de Tribore apareció en su campo de visión.

—¿Alquien necesita las contraseñas de la red de la Guardia Infinity?

—¿Cómo supiste?—cuestionó Quinn.

—¿Cómo lo supe? Siempre estoy escuchando—respondió Tribore.

—¡¿Enserio?! ¿Puedes dejar de hacerlo de inmediato?—ordenó molesta Quinn.

—¿Puedo? No. No puedo.

Las contraseñas llegaron a Quinn y está desplegó un holograma en la mesa de mando.

—Ahí está H.U.E. Muestranos.

—La brecha tiene las características de un agujero negro y está creciendo—informó la IA.

—Y aún cuando mostraste esto a la Guardia Infinity sobre esto ¿Ellos no te escucharon y quisieron arrestarte?No se tu, pero para mí eso suena a que estas en el bando equivocado-indicó Avocato.

—La Guardina Infinity no es corrupta—espeto Quinn molesta.

—¿Entonces que otra explicación tienes? Son la ley, intocables, ¿Porqué ocultarian algo asi?