A la mañana siguiente Avocato despertó de maravilla, el Galaxy One por alguna razón le hacia sentir bien y había dormido cual minino dando como resultado su buen humor. Se alistó y salió del su recámara encontrándose con una nave extrañamente silenciosa, el felino al ver la actitud tan extrovertida del humano imagino que este mantendría la nave llena de caos pero al contrario se sentía vacía y triste.
Camino por la nave husmeando un poco lo que Gary le había mostrado el día anterior hasta que la curiosidad ganó la batalla y le dio por preguntar por el rubio.
-Emm... ¿H.U.E.?
-¿Si Avocato?-respondió la IA.
-¿Sabes donde está Gary?
-Gary está en la sala de recreación, pero recomiendo que no lo interrumpas hasta que sea la hora de desayunar-indicó H.U.E.
-¿Porqué?-pregunto intrigado.
-Desde que Gary llegó, se ha encerrado en esa sala todas las mañanas durante horas y no sale de ahí hasta el desayuno-respondió KVN metiéndose en la conversación.
-¿Qué es lo que hace?
-Generalmente estudiaba una serie de libros que le proporcione, pero en los últimos setecientos treinta días ha estado escribiendo un tipo de diario de investigación-dijo H.U.E.-. No estoy muy seguro cual sea el contenido de dicho diario, pero parece ser muy importante para él.
Avocato se sentía intrigado por lo contado, si dijera que no le interesaba saber lo que hacía el rubio sería un mentiroso. Pero por más que quisiera dirigirse a dicha área para comprobar por si mismo lo contado, no lo haría, nadie más que el entendía el deseo de privacidad así que bajo ese pensamiento dejaría tranquilo al humano. Tal vez con el tiempo el propio Gary sea quien le muestre su extraño proyecto.
Avocato sin mucho por hacer se dirigió hacia la cafetería donde simplemente se sentó a pensar. Por escapar con Gary había dejado en claro su traición y ese acto de rebeldía podía costarle todo a su hijo, podía costarle todo, ahora que era enemigo público en cada sector eso impediría con creces la búsqueda de su hijo. Miles de pensamientos negativos se arremolinaban en la mente del Ventraxiano cuando el sonido de la puerta deslizándose lo regreso a la realidad.
Gary entraba a la cafetería totalmente absorto escribiendo algo en su dichoso diario, hablaba entre dientes con el ceño fruncido, realmente parecía concentrado en lo que hacía. Camino sin mirar realmente por donde iba y realmente no lo necesitaba, conocía esa nave como la palma de su mano así que sin despegar la vista de su cuaderno se sentó en la mesa donde estaba Avocato.
-H.U.E. ¿Cuál es el menú de hoy? Porfavor dime que no es avena otra vez-hablo Gary.
A Avocato le parecía impresionante el contraste del rubio que conoció cuando irrumpió su nave y el que miraba en ese instante, todo era diferente. Este Gary se veía casado y concentrado, no había ni una sola chispa de locura y emoción, al contrario se veía estresado y agobiado; no tenía su característico tono alto, dramático y chillón tono de voz.
Cada minuto que pasaba Avocato quería saber más de él rubio.
-El desayuno de hoy es huevos con tocino y jugo de manzana-indicó la IA.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso-respondió Gary-. Oye H.U.E. ¿Y Avocato?
El Ventraxiano sonrió totalmente divertido que el humano estuviese tan concentrado en su tarea misteriosa que nisiquiera haya notado su presencia.
-Avocato ha estado sentado justo frente a ti los últimos diez minutos Gary-informó H.U.E.
Al instante el rubio abrió los ojos aterrado por fin despegando la vista de su cuaderno sólo para encontrarse a un Avocato cruzado de brazos sonriendole.
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Diez minutos.- [Garycato]
FanfictionQuien diría que diez minutos pueden ser tan largos como una eternidad y tan rápidos como un suspiro. Creí que vería toda mi vida como una película cuando llegará el momento de morir, pero creo que ya hice todo eso antes, pensando que en verdad iba a...