En la oficina de Klaus...
_No puedes tenerla encerrada toda su vida Niklaus, ella debe conocer el mundo, debe aprender a convivir_ reclamaba Elijah.
_Tú sabes muy bien el porque de mis decisiones hermano. El mundo no es seguro para ella. No hasta que esa malnacida este enterrada_ respondió Klaus muy tranquilamente.
_Sabes que ella no va a seguir tus ordenes por mucho tiempo mas. Es una niña inquieta y curiosa, sabe defenderse mejor que nadie aquí y no es por defenderla pero debes dejarla ser libre_ Elijah lo observaba serio.
_Hermano, todos sabemos que Charlotte es tu debilidad, jamás has podido negarle algo, te tiene en sus manos y harías lo que fuera por ella y te estaré eternamente agradecido por ello, pero no dejaré que alguien la lastime_ sentenció Klaus.
Elijah rodo los ojos y lanzó un largo suspiro al ver lo obstinado que era su hermano. Hacia meses que venían hablando sobre este tema pero Nik no parecía cambiar de opinión nisiquiera un poco.
_Hermano, se que te parece demasiado, pero tienes que entenderme. Ella es mi niña, es lo único que me queda después de perder a su madre. Ella me hace féliz, estoy orgulloso de ella y de la mujer en la que se está convirtiendo, y me niego a perderla solo porque una loca cree que tiene derecho a lastimarla_ Klaus se acercó a su hermano.
Elijah suspiró y antes de salir del lugar dijo:
_Haz lo que te plazca, pero luego no me reclames cuando tu hija comience a desobedecerte_
Salió de ahí para dirijirse al gran living de la casa.*Narra Charlotte*
Me encontraba en el gran living de mi casa, estaba sentada en un enorme ventanal que había alli, leyendo un libro y tomando un té. Por momentos mis ojos se desviaban de la lectura y observaban con anhelo el hermoso paisaje que tenía frente a mi.
La hierba verde y brillante, las flores y los árboles moviendose levemente a causa de la brisa de primavera. Todo parecía perfecto, solo que mi padre había asegurado que el mundo no era para la gente como nosotros. Que nadie nos entiende y que nadie nos aceptará.
Sin embargo yo no pensaba igual, a simple vista solo soy una adolescente de 17 años, de piel blanca y cabello rubio. Ojos verdes y una gran sonrisa.
Tal vez tenía cualidades que otros no: se tocar el piano desde los 10 años, tengo una gran afición por la pintura y el arte, también soy buena en combate, mi adorado tio Elijah me había enseñado todo lo que sabía. Incluso había podido ganarle un par de veces a él y a mi tía Rebecca.
_¿En que piensas dulzura?_ reconocí su voz al instante.
_Tio Elijah, ¿crees que yo no encajaría ahí?_ señale la ventana.
_¿Encajar en donde cariño?_ se sentó a mi lado.
_Ahi, en el mundo real. Todos los días veo pasar chicos y chicas de mi edad, y no parecen muy diferentes a mi. Se que no soy como ellos, pero...no tienen por que saberlo_ lo miré.
_Entiendo lo que dices mi niña, pero sabes como es tu padre en cuanto al exterior. Se que puede parecerte injusto, pero te aseguro que tiene sus razones y que todo lo hace por que te ama_ me tomo de las manos y las acariciaba con sus pulgares.
_Sabes, estoy algo cansada de ser una muñeca encerrada en una caja de cristal_ me solté de su agarre y me fui a mi habitación. Nisiquiera tome mis cosas. Solo quería estar sola.Estaba recostada en mi cama mirando el techo cuando oí unos golpes en la puerta.
_¿Puedo?_ era la voz de mi padre.
_Si, si puedes_ nisiquiera lo mire, seguía acostada mirando el techo.
Se acomodó a mi lado.
_¿Encontraste algo interesante en las vigas del techo? Tu tio Elijah me ha dicho que llevas horas mirandolo_ el también miraba.
_Solo lo observo, e imagino cosas que no van a pasar jamás, es la única salida que encontre para no volverme loca_ voltee mi cabeza para mirarlo.
_Cariño, ya hablamos de esto, sabes que es peligroso afuera, sabes que no eres igual a los...._ no lo deje terminar.
_Lo se, lo se, que soy diferente a los demás, que no me entenderían jamás_ lo mire algo triste.
_Tu, eres una niña muy especial, y yo no quiero perderte. Eres mi niña y siempre te voy a proteger_ acarició mi mejilla, yo solo lo observaba.
_¿Vienes conmigo a tocar el piano?_ se apoyó sobre uno de sus brazos.
_No tengo ganas_ suspiré.
_Anda cariño, ¿vas a negarle algo asi a tu papá favorito? Sabes que amo hacerlo juntos_ hacía puchero.
No pude evitar sonreir, amaba mucho a mi padre, me incorporé para abrazarlo y juntos bajamos a hacer música.
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La Pequeña Mikaelson (Terminada)
FanfictionCharlotte Mikaelson... Un nombre que traerá muchos problemas al tranquilo pueblo de Mystic Falls. Un nombre que hará estremecer al mayor de los hermanos Salvatore. ¿Podrá Charlotte demostrarle a su padre que esta lista para conocer y enfrentar al mu...