La Pequeña Mikaelson (Terminada)

Capítulo 2

Al día siguiente el sol brillaba como nunca sobre Miystic Falls. Pero como siempre yo solo lo veía desde mi ventana.
Baje a desayunar, mis tios estaban ahi.
_¡Oye rubia! ¿Sabes que día es hoy?_ mi tia Rebecca amaba llamarme asi.
_Ammm ¿martes...?_ la miré algo confundida.
_Nono, hoy es el día en el que tu papá prometió salir a pasear contigo, ¿ya lo olvidaste? Quedaron en que cada martes saldrían a caminar por el bosque_ sonrió.
Mi cara cambio al instante, ¡claro! Había olvidado por completo que anoche en la cena había creado este nuevo trato con papá. Era mi única manera de salir al mundo al menos un rato.
Subí a mi cuarto a vestirme, en menos de cinco minutos estaba lista. Corrí hacia la oficina de mi padre..
_¡Papá, papá! ¡Ya estoy lista!_ sonreí y me paré frente a su escritorio. Levantó su cabeza de entre los papeles que había en el y me observó extrañado...
_Ammm... ¿lista para qué?_
_¿Ya lo olvidaste? Es martes, tu, y yo... amm el paseo..._ lo mire indignada.
_Ohhh, el trato de anoche, lo siento bebé, olvidé que tengo un par de asuntos importantes por resolver. Pero prometo que el próximo martes seré todo tuyo_ volvió a posar su vista en las hojas.
Mi sonrisa se esfumó y una frustración muy grande apareció en mi rostro:
_Pero tú... ¡lo prometiste!_ levante un poco la voz.
Volvió a mirarme:
_Charlotte, cariño, lo siento, tendrá que ser la próxima_ estaba serio. Conocía esa cara pero el enojo manejaba mi mente en ese momento.
_¡Siempre tienes asuntos mas importantes que yo! ¡Hace 17 años que tienes mejores cosas que hacer! ¡Al menos una vez cumple tus promesas!_ grité sin pensarlo.
_¡Soy tu padre y no vas a levantarme la voz asi! ¡No vamos a salir hoy y es mi última palabra!_ se había levantado de su silla.
Me di media vuelta y cerre la puerta de la oficina con tanta fuerza que podría haberla sacado de lugar. Subí a mi cuarto y cerre con llave, puse algo de música y me lance a la cama.
Observaba por la ventana como el sol brillaba.
En eso, una idea cruzo por mi mente... dude, sabía que si mi padre me descubría jamás podría salir de nuevo, pero valía la pena arriesgarme. Abri la ventana, me aseguré de que no hubiera nadie fuera y salté. Mis pies tocaron el verde cesped, mire hacia los costados nuevamente y corrí en dirección al bosque.

Mientras corría, el aire me daba en la cara, alborotaba mi cabello. Podía oler y escuchar cada cosa que pasaba a mi alrededor, luego de unos minutos llegue a un hermoso lago, me sente frente a él y me dedique a observarlo en silencio.

Mas o menos después de una hora de observar el agua, escuchar el canto de los pajaritos y de oler todas las flores que me rodeaban decidí investigar el pueblo.
Al fin y al cabo nadie me conocía, ¿qué podría salir mal?.

Llegue al pueblo rapidamente. Comence a caminar por lo que parecía ser la parte central. La gente caminaba muy tranquila metida en sus propios asuntos, realmente pasaba desapercibida.
Observaba todos los lugares con atención, hasta que alcance a ver uno que me pareció interesante.
Caminé hacia el y cuando estuve frente vi su cartel: Mystic Grill.

Sin pensarlo abrí sus puertas y entré. El olor a comida, alcohol y bebidas dulces me atropelló ni bien puse un pie dentro. Lo observé detenidamente. Había gente tomando café, algunos pocos en la barra, otros jugando al billar.
Caminé hacia una de las mesas y me senté. En eso un chico rubio se acercó a mi:
_¡Hola que tal! ¿Que te gustaría ordenar?_ me sonreía.
Observé la carta por unos segundos y me decidí por un batido de fruta.
El chico asintió y se fue.
Volvió al rato con mi batido. Lo apoyó en la mesa y dijo: _disfrutalo_ y se fue.

Amaba los batidos, iba a tratar de tomarlo lo mas lento posible, no quería volver a mi casa. Mi celular no había sonado asi que supuse que nadie se había dado cuenta de que no estaba.
Suspire muy profundo observando mi batido.
_Si, ¿es un poco aburrido estar aquí sola verdad?_
Al levantar la vista me encontre con un chico de pelo oscuro, piel blanca y ojos de un azul brillante, traía camisa negra y chaqueta de cuero.
_¿Eres nueva en el pueblo? No te había visto antes_ me observaba y jugaba con su bebida.
_Ammm, sisi, soy nueva aquí. Mi familia y yo llegamos hace poco. Mi nombre es Charlotte_ lo miré.
_Uh lala, que elegante, bien Charlotte, soy Damon, bienvenida al aburrido pueblo de Mystic Falls_ sonrió.
Le sonreí y le di un sorbo a mi bebida.
_Ven, si quieres te doy un pequeño tour por el pueblo_ se levantó.
_Me parece, gracias_
Cada uno pagó lo que bebió y salimos de ahí.