14

4.9K 564 74
                                    

Más vale tener cicatriz por valiente que la piel intacta por cobarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Más vale tener cicatriz por valiente que la piel intacta por cobarde.



Raúl miró su reloj situado en su mano izquierda por quinta vez.

Estaba llegando tarde a su primera cita y su lobo no paraba de reprochárselo.

¿Pero qué podía hacer él si quería verse bien para Joan? Su lobo debía superar ese hecho porque el omega no sería tan dramático, ¿verdad?

Estaba por cruzar una de las tantas calles que le ahorrarían un par de minutos cuando escuchó que alguien lo llamaba con ímpetu.

-Lo que me faltaba- comentó para sí mismo el alfa al reconocer la voz de Yeray- Puto Karma de mierda...- gruñó bajito, girándose ante aquel llamado.

Adoptó una mueca de sorpresa al ver cómo un alfa bastante robusto se lo estaba llevando cargado sobre su hombro.

-¿Pero este chico no puede evitar meterse en líos o qué?- inquirió entre refunfuños.

-¡Raúl, ayúdame por favor!- insistió el beta- ¡Me quiere secuestrar!

Siguió golpeando la espalda de aquel alfa desconocido, mirando con súplica al otro alfa por ayuda.

Raúl, aún sabiendo que no tenía la más mínima posibilidad de ganar un posible enfrentamiento, echó a correr hacia el beta en apuros.

-Oye, tú- gruñó con violencia, colocándose frente al otro alfa para detenerlo- ¿Qué crees que estás haciendo?

Asiel frunció su ceño, correspondiendo la advertencia de Raúl con otro gruñido más feroz.

-¿Eres familiar de él?- inquirió Asiel con curiosidad, haciendo un gesto con su cabeza hacia Yeray.

-No, pero...- intentó decir Raúl, pero la sonrisa un tanto siniestra del otro alfa lo hizo detenerse.

-Entonces apártate de mi puto camino- gruñó, golpeando de forma un tanto salvaje la nariz del alfa más pequeño- Él es mío.

Sin más, Asiel continuó su camino mientras escuchaba las groserías de Yeray por tal comportamiento para nada salvaje.

-¡Avisaré a Emma, Yeray!- gritó Raúl, taponando su nariz con sus manos para tratar de parar la sangre que había comenzado a descender por ésta- ¡Te encontraremos!

-¡Gracias!- chilló Yeray, irónico- ¡Eso realmente me tranquiliza muchísimo, alfa idiota!

Raúl lo ignoró, centrando toda su atención en sacar su móvil de su bolsillo para marcar el número de Joan. Éste respondió en el primer toque, siendo cordialmente recibido con un bajo gruñido y un pequeño resoplido de su parte. 

Alfa, quiero cachorros ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora