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Eso que hoy parece una locura, mañana será uno de tus mejores recuerdos

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Eso que hoy parece una locura, mañana será uno de tus mejores recuerdos.



Vega emitió un bajo gruñido mientras intentaba acomodar su chaqueta de tal forma que no la hiciera sentir tan fatigada.

No obstante, hiciera lo que hiciese, estaba tan poco acostumbrada a llevar ese tipo de ropa que nada parecía resultar eficaz.

-Recuerda por quién lo haces- murmuró para sí misma, en un vano intento por mantener la poca cordura que le quedaba y no romper la prenda.

Tomó aire antes de atreverse a golpear un par de veces la puerta situada frente a ella. Sonrió satisfecha cuando se percató de que había utilizado la fuerza suficiente.

Sus golpes no habían sonado amenazantes, pero sí certeros y serios.

Su padre probablemente estaría burlándose de ella si la hubiera visto, pero no podía culparla.

Había estudiado con sumo cuidado hasta el más mínimo detalle.

La puerta no tardó en ser abierta, revelando el rostro de una omega que se tornó sonriente al ver a la alfa.

-¡Hola, Vega!- exclamó Minerva con emoción- ¿Mis bebés..?- situó su mirada de forma un tanto descarada tras la alfa, pensando que su hijo estaría oculto tras ella.

Vega resopló suavemente, reprimiendo el impulso de corregirla. Su alfa clamaba en su interior para que le hiciera saber cuán suyos eran, no de esa omega.

Pero no se permitió ese lujo.
Lo que menos quería era comenzar con mal pie o, mejor dicho, lo que menos deseaba en ese momento era continuar metiendo la pata hasta el fondo.

La había cagado cuando no supo controlarse ante el celo de su omega. No supo controlarse ante la llegada de su propio celo causado por el de Alexis.

-Nuestros bebés están anidando- respondió la alfa con una pequeña sonrisa- Alexis se rehúsa a salir del nido si no es estrictamente necesario.

Minerva asintió.

Como omega experimentada sabía muy bien a lo que se estaba enfrentando su hijo.

-¿Os pillo en un buen momento?- inquirió Vega con suavidad- Deseo hablar con vosotros si no es mucha molestia.

Nayla, alfa de Minerva y padre de Alexis, apareció en su campo de visión movida por la inquietud de su omega.

Alfa, quiero cachorros ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora