Capítulo 37 ♥

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Bambi:

Cuando miro mi celular encuentro aproximadamente cincuenta llamadas perdidas de Mich, bueno es una exageración, pero igual pobre... de verdad que con Axel no tuve atención para mi iPhone. Entro a mi cuarto donde al parecer estoy sola así que decido llamarla.

— ¡Ey! nena ¿Qué onda?—inicia la conversación mi amiga. Sonrío sutilmente.

—No sabes todo lo que tengo que contarte, ¡Sufro que no estés conmigo amiga!—contesto esperando su reacción.

— ¿Te paso algo con Axel?—suspiro levemente ante su pregunta— ¡Te paso algo con Axel! ¡Ay! ¡Lo sabía, tenía un presentimiento!—río ante su emoción.

—Loca—continúo riéndome—sutil, nos conocimos más. Y es la primera vez que hablamos bien como quien dice ¡Felicítame! ¡Se me está yendo el carácter malvada!

— ¡Aplausos!—escucho como Alex aplaude y se ríe por como esta su novia—bueno, positivo entonces. ¡Esa es mi amiga! ¿Alguna novedad más?

—Recién empiezan estas vacaciones Michi—abro el placar para ver mi ropa—a la noche tenemos una fiesta ¿Qué hora es? Necesito prepararme.

—Ella siempre tan diva—sonrío ante su halago.

—Te extraño y ni pasó un día—acoto melancólica.

—Disfruta, boba. ¡Disfruta! Después nos pones al día con todo. Son las siete y media ¿Llegas?

—Ni loca, ahora si te dejo, te quiero, besos a vos y a Alex. Los amo.

—Te amamos más mi amiga, besos. ¡Ojo eh!—finaliza.

Sonrojada levemente cuelgo la llamada.

Estoy feliz, estoy muy feliz. La sonrisa pintada de la cara no se quiere ir de ninguna forma. Me quiero preparar muy linda para esta noche, quiero seguir conquistando a Axel, mi querido crush. Aunque lo de hoy fue un importante avance... igualmente sigo teniendo la necesidad (como siempre) de ir por más. Y espero que así sea.

Luego de un baño relajante pero rápido por el tiempo decido que ponerme. Estaba entre dos outfits. Escojo un top negro junto a un short elegante. Amo como me queda el color negro. Me seco el cabello para dar lugar a mis formados y alborotados rulos. Me pinto los labios de rojo, siempre está bueno... ¿Exagerar? un poquito. El delineado nunca falta, claramente. Por último me coloco tacos altos como siempre me gusta usar, sin embargo esta vez me animo a los de aguja fina que, no son para nada fáciles de caminar.

Escucho el crujido de la puerta que se abre, entra Molly y literalmente abre demasiado sus ojos ante mi imagen.

—Carajo, Bambi—miro hacia abajo sonriendo—estás muy linda, peque.

—Gracias, pero no es para tanto, creo que todos somos lindos si nos producimos—contesto.

—Eres hermosa—guiña su ojo y por un momento me siento intimidada ante su presencia. Todavía genera cierta intriga, hay algo de ella que siento que me oculta, no sé por qué tengo esa sensación, aún así espero sea solo una confusión.

—Me cambio y vamos ¿Quieres?

—Dale.

Pasaron veinte minutos desde que Molly ya esta lista. Ahora sí, nos dirigimos al famoso salón del hotel. Tengo nervios, pero no me van a imposibilitar sentirme bien conmigo misma, jamás la gente me verá de esa forma. Jamás.

 Jamás

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