Para Camila las cosas habían sido difíciles desde el momento en que había deja a su mamá atrás.
Todo empeoraría justo cuando ella y sus abuelos se alejaron en el auto con un destino muy distinto a la playa la cual su mamá le había prometido llevar.
Pero después de haber tomado ese inesperado vuelo, jamás volvió a verla.
Era agobiante el día a día no tener noticias o alguna señal por parte de su madre por un tiempo.
Meses después de que ella cumpliera los quince años de edad recibió una llamada inesperada.
Una mujer le informo que su madre había muerto meses atrás y le pedía huir lejos por el bien de ella y sus abuelos.
Su corazón estaba destrozado.
No sabía cómo sobrellevarlo y temía por todo lo que empezaba a acontecer después de recibir esa noticia.
Había perdido a un ser humano muy importante en su vida.
Ahora la historia se repetía.
Su abuela estaba en peligro y no encontraba la manera de salvarla antes de que fuera demasiado tarde.
Miró la puerta del balcón libre de seguro, igual que la puerta de entrada.
Pero si huía jamás sabría donde estaría su abuela y que pasaría con ella si escapaba.
Por lo poco que había conocido a Shawn podía pensar que era capaz de cualquier cosa.
Seguía furiosa con él y con unas insasiantes ganas de matarlo, pero estaba aún más enojada con ella por ceder a sus tentadores encantos.
El castaño había sabido acorralarla tan bien que Camila se sentía al borde de un ataque de pánico.
Lo odiaba a muerte.
Y no importa como saliera de ahí él pagaría lo que le estaba haciendo.
Se mantuvo en la cama con las piernas pegadas al pecho pensando en alguna idea.
Tal vez podría amenazarlo, era buena empuñando cualquier cosa pero de lo que estaba segura es que Shawn estaba bien entrenado para guardar silencio hasta en las peores circunstancias en las que se pudiera encontrar.
Y si optaba por llamar a la policía era una idea igual o incluso peor. Por que también se escondía de ellos.
Un movimiento en la perilla de la puerta puso a Camila en alerta y antes de que pudiera reaccionar se detuvo en seco cuando una visitante entro.
Una chica llevaba la blusa desabotonada revelando sus enormes pechos y una mini falda de cuatros que se cernía sobre sus caderas. Tenía una larga cabellera rubia rizada y enormes ojos azules electrónico.
Era hermosa y un estilo sexy y salvaje.
Cuando la chica noto su presencia su semblante fue igual de sorpresa al de Camila.
- Oh, vaya. Creo que me equivoqué de habitación, ¿O no?-. Escaneo la habitación con su mirada reconociendo el enorme espacio y volvió a recaer su mirada en Camila.
Sonrió cuando la vio.
- No, reconozco está habitación a la perfección. No sabía que tendríamos un trío-. Sonrió mordiendo su labio pintado de un rojo pasión.
Camila sintió repulsión y paso su mano por el estómago.
Quiso objetar pero su voz estaba ahogada por un nudo que la oprimía su garganta desde que Shawn le había dicho que su abuela pagaría si ella escapaba.
Ahora tenía frente a ella a una chica linda que sin duda era el verdadero tipo de mujer que a Shawn le gustaba.
Ningun hombre podría ignorarla mucho menos Shawn.
Fue en ese instante que una idea cruzo por su mente.
- No, yo no. Soy Camila-. Hablo con la voz en un hilo, temblando y mostrándose algo cohibida. Trago fuerte y trato de hablar con más confianza.- Soy la hermana de Shawn, lo esperaba pero él no llego, así que te dejo aquí, ¿Sabes dónde está él?-. Pregunto.
La chica por un momento mostró un semblante de "no te creo ni una mierda" pero segundos después una enorme sonrisa ocupo su rostro.
-¿Hermana?, Shawnie nunca me había contado que tenía una hermana. Por lo que se es que tiene un hermano, ¿Pero una hermana?.
¿Dónde haz estado?-. La chica camino hasta la cama y se dejó caer. Sus pechos rebotaron al momento y Camila desvió la vista ignorando el hecho de que su blusa siguiera desabotonada.
- Bueno, pues viajando. Me gusta viajar mucho. ¿Sabes dónde está Shawn ahora?-. Pregunto Camila mordiendo su uña.
-Ni idea -. Se encogió de hombros.- Solo me ha llamado y me dijo que lo esperará aquí y vaya sorpresa que se va a llevar cuando te vea, ¿No?-. Sonrió animada.
