Tatuajes

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Parte 2.

Shawn permaneció sentado en uno de los sofás que se encontraba situado en una de las esquinas de la habitación justo a un lado de la ventana. Las pequeñas líneas de iluminación que se filtraban por las persianas iluminaban el cuerpo desnudo de Camila, quien se encontraba dormida boca abajo como comúnmente lo hacía, con su culo a la vista y su cabello ondulado ocultando la mayor parte de su rostro, sus labios se encontraban entre abiertos y con una de sus piernas colgando en la orilla.
Shawn se recostó contra el respaldo tapizado del viejo sofá admirando la belleza que poseía la latina. Recorrió con su vista cada detalle, cada pequeño movimiento y trató de guardar todos y cada uno de los aspectos que la caracterizaban. La respiración de Camila hacia que su espalda subiera y bajara lentamente demostrando lo complacida que se sentía en sus sueños.
Shawn, bajo su vista hasta su tatuaje recordando la pregunta que Camila le había hecho. Tenía tanto tiempo sin recordar su pasado y el motivo por que tenía ese tatuaje. Quizás y si las cosas fueran diferentes hace años atrás todo sería más fácil.
Pero estaba obligado a hacer lo que fuera por terminar con el problema que lo había llevado hasta ese punto.
Y ese problema estaba justo frente a él.
Vestido de ángel y ahora dueño de sus pensamientos.

-Mierda-. Protesto mientras se dejo caer contra el respaldo y con la cabeza hacía atrás haciendo que su vista diera con el techo. Con una de sus manos la paso por su cabello jalando con frustración las emociones contrariadas que lo estaban atormentado.
Podía hacerlo si no lo pensará tanto.
Pero algo lo impedía.
Tendría que planear todo bien si quería salir con las manos limpias.
Sería un proceso largo y muchas posibilidades se estaban formulando en su cabeza.
Miro a Camila de regreso esperando a encontrar una respuesta en la cual ella no estuviera de por medio.
Pero ya estaba hecho y todo se estaba ejecutando justo como quería.
El ruido que emitió su celular lo regreso de su trance y sus líos mentales.
Camino hasta su pantalón pero antes tomó sus boxers del suelo y los paso por ambas piernas llevándolos hasta arriba para cubrirse.
La pantalla iluminaba el rostro de Calum, su mejor amigo y cómplice.
Paso su dedo pulgar la pantalla deslizandolo al icono verde.

-¿Qué mierdas quieres?-. Susurro mirando en dirección a Camila quien permanecía dormida sin darse cuenta de nada.

-Vaya hombre, solo quería tener noticias tuyas. ¿La haz encontrado?-. Shawn apretó su mandíbula queriendo mentir. Pero suspiro en derrota.
No podía cubrirlo, era ahora o nunca.

-Lo he hecho-. Camino hasta el baño y cerro con llave detrás de él, pero antes volviendo a ver a Camila quien descansaba.

-Carajo, esa es una gran noticia-. Contestó animado Calum.- ¿Cuando crees que podamos hacerlo?-. Detrás de la voz de su amigo logro distinguir de fondo música y risas.
Shawn tenía más que claro que el único lugar en el que Calum podría estar era ese bar de mala muerte que llegaba a frecuentar la mayor parte del tiempo.

-No lo sé, primero quiero asegurarme que no me equivoque de persona, después haremos lo planeado-. Se detuvo en el lavabo y miro su rostro en el espejo que tenía frente a él.
Su cabello estaba alborotado y sus mejillas ruborizadas.
Odiaba eso de él.
Lo hacía ver muy humano.
Desde hace mucho lo había dejado de ser.
-¿Y cómo se supone que harás eso?-. Shawn no respondió nada limitándose solamente a mirar su reflejo.
En ese momento se desconoció.
Había veces en las que le costaba creer en lo que se había convertido.
Esta vez era una de ellas.
-Espera, espera. ¿Haz cogido con ella?, Joder Mendes, ¿estas bromeando conmigo?, Dime que estas tomándome el pelo. ¡Eso no era parte del plan maldito cabrón!, ¡Tu sabes quien es ella y lo que significa para nosotros y para todo esto!-. Las protestas de Calum eran insignificantes para Shawn, dejo el celular a un lado del lavabo y abrió el grifo aún escuchando de fondo y como un pequeño hilo de voz los reclamos del rubio.
Sabía que lo había hecho enfurecer, pero Shawn no se arrepentía de haber tomado a Camila.
Estaba hecho y quizás podría volver hacerlo.
Cuantas veces quisiera, cuando el quisiera.
Los planes podrían ser los mismos.
Solo que sería más cuidadoso.
Lo repitió una y otra vez en su cabeza mientras lavaba su rostro.
Y regresaba para verse empapado con algunas gotas resbalando por su piel notando su mirada cansada y su piel pálida.
Volvió a tomar su celular y lo regreso a su oído aún escuchando la voz furiosa de Calum.
-Lo tengo en mis manos, deja de hacer esto mucho más grande de lo que es-. Rodo los ojos sin tomarle importancia.
Pero Calum lo estaba llevando más allá de lo que lo podía aceptar y controlar.
Eso influía mucho en Shawn y lo hacía perder el rumbo, justo como le estaba sucediendo en ese momento.
-Es por que no estas viendo lo importante que es. Mierda Mendes, solamente espero que no arruines esto pendejo. Todo estaba trazado tal y como lo queríamos, sabes por lo que nos estamos arriesgando y espero que no la cagues por un puto lío de faldas y un lindo culo-. Shawn sonrió recordando el perfecto trasero de Camila.- Por que me importa un carajo que seas casi como mi hermano. Te cortaré las bolas si es necesario-. Shawn no pudo evitar reír al escuchar las protestas de el rubio.
Pero detrás de ellas algo lo incomodaba.
Ya tenía demasiado.

-Me conoces, y sabes que lo tengo bajo control-. Bufo serio y ya sin gracia.

- Por que te conozco es que te lo digo.
Joder Mendes, solo no la cagues, ¿vale?

-Tú no me das ordenes así que cierra el puto hocico y dejame a mi hacer esto-. Su estado de animo cambio rotundamente a uno lleno de enojo.
Odiaba que lo trataran de esa forma y Calum lo sabía. Presionó la pantalla en el icono rojo y la voz de Calum desaparición en el silencio de lugar.
Shawn volvió a ver su reflejo en el cristal. Apreté su mandíbula con fuerza y con sus manos formando puños a los costados, sus nudillos se tornaron blancos y se pensó bien estampar uno de ellos contra su cara en el espejo.
Una fuerte opresión en su pecho le puso los pelos de punta.
No soportaría volver a recaer y mucho menos pasaría un segundo más dentro de esas cuatro paredes que lo empezaban a acorralar.
Abrió la puerta de un jalón con demasiada fuerza sin poder medirla.
Era un ataque y el mundo se le estaba cerrando.
Tomo sus cosas y se vistió con prisas. Quería escapar.
Esos momentos de debilidad lo hacían estallar. Necesitaba salir, conducir, fumar o golpear algo.
No importaba que fuera necesario para terminar con eso.
Mataría si era posible deshacer sus truncadas emociones.
Fue hasta que giro y miro a Camila mirándolo parada a un lado de la cama.
Tan diminuta y frágil que por primera vez en su vida no supo que hacer.
Su cerebro no le estaba dando respuestas.

Lucía preocupada, con su mano sujetaba una sabana para cubrir su cuerpo y su cabello estaba peinado hacía atrás. Se dispuso a caminar en dirección al castaño que parecía estar furioso, preocupado pero lo que consternó a Camila fue la mirada de Shawn y lo que reflejaba.
Miedo.
No sabía ni la razón ni el por qué.
Noto como el pecho de Shawn subía y bajaba con pesadez y furia.
Era como un león enojado dentro de una jaula.
Podría ser peligroso si encontraba la salida, Shawn era de lo más parecido pero a Camila eso no la asusto.
Estaba intrigada y quería saber la razón del arrebato de Shawn.
Trago duro cuando se detuvo frente a él esperando alguna reacción cruel de su parte. Shawn solo la miro desde lo alto con su mandíbula fuerte apretada y con expresión dura y fría.

-¿Qué pasa?-. Pregunto débilmente.

Shawn no respondió, simplemente la miró.

-¿Estas enojado?-. Pregunto de nuevo un tono más alto. Pero sintiéndose pequeña por la mirada que el castaño le estaba lanzando.

-¿Es, éstas enojado conmigo?-. Pregunto tartamudeando nerviosa por la futura respuesta. Si es que la había.

-¿Por qué estaría enojado contigo?- Habló Shawn por fin con voz ronca y autoritaria.

-Yo, no lo se. Solo creo que...

-Jamás estaría enojado contigo nena-. Interrumpió Shawn a Camila tomándola por la cintura de tal forma que sus pieles quedaban cerca y tocándose. Aunque en realidad si estaba enojado con ella por ser la persona que solucionaría sus problemas.
Todo se había vuelto una mierda total y peor aún cuando él no había medido las consecuencias que eso traería.
El ambiente cambio de tenso a excitante y tentador para Shawn aún más con la expresión inocente de Camila.
Se había vuelto un punto débil para que él que ella lo mirará así.
Tomo la sabana de las manos de Camila y la arranco haciendo que el cuerpo desnudo de Camila brillará ante sus ojos.
Paso su lengua por su labio inferior saboreando con sus ojos la tentación y dueña de sus problemas.
No pudo reprimir sus ganas de tomarla en ese instante de nuevo.
El bulto en su boxer estaba apunto de estallar y necesitaba hacerlo lo más rápido posible.
La sangre corría muy rápido por sus venas y su respiración estaba acelerando a tal punto que no supo en que momento se sentó en la cama y dejo caer por completo a Camila justo en su dura y larga longitud.
Ambos gimieron demasiado alto perdiéndose en una niebla densa que cubría sus mentes.
Camila apretó sus cortas piernas en la cintura de Shawn moviéndose de manera que Shawn gimió complacido.

-Hazlo de nuevo-. Murmuró Shawn sin poder respirar lo suficiente.

Camila movió sus caderas estrechándose contra las de Shawn, quien la tomo por la espalda y la llevo hasta su pecho haciendo que quedarán pegados y sus bocas se encontraron con necesidad la una de la otra.

-Mierda-. Pensó Shawn.

Los planes cambiarían por completo no importaba si Calum no estuviera de acuerdo.

SeñoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora