Capitulo Cuatro

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Empezamos nuestro turno muy tranquilos no habia mucha gente lo cual era raro, hasta que comenzo a llover entonces varios clientes ingresaron y el lugar se lleno.

Tuve que buscar para fregar el suelo la gente entraba y parecia a proposito que pisaban el piso mojados, sabiendo que habia una gran alfombra para eso en la entrada.

Se que el cliente tiene la razon, pero eso era mala educacion.

Pasamos ocupados bastante tiempo sirviendo mesas yendo y viniendo.

En un momento note que se abrio la puerta de entrada y observe su calzado, unos lustrosos y lujosos zapatos negros gucci pisaron la alfombra y luego el suelo, justo en donde ya habia terminado de fregar con mucho esmero y paciencia.

Sabiendo quien era solo al ver el calzado y sentir ese 'seductor' perfume extranjero no hice ademan de levantar mi cabeza sino que por lo bajo dije 'claro no pasa nada cenicienta ama limpiar'.

Vi como se detuvo a mi lado, me observo un segundo y fue en busca de su mesa.

El bastardo de cada dia, un idiota, mujeriego, engreido y extremadamente detallista, no sabia su nombre y tampoco lo queria saber, nunca saludaba a pesar que desde que tenia nocion el venia cada dia a desayunar, el tema empezo cuando venia el muy altanero a pedir las cosas de mala manera y se quejaba del servicio con nuestro jefe.

Sino era el cafe que estaba frio, decia que en el lugar hacia mucho calor, que la musica era mala, que la gente hablaba alto, eso de que el cliente tiene la razon con el no se llevaba a cabo, nuestro mismo jefe lo detestaba y nos decia al mismo tiempo que lo tratemos educadamente ya que era alguien muy importante y podria hacerlo perder el negocio.

Una vez este hombre trato de flirtear con Camila, por suerte estuve ahi para contenerla y agradezco que ese dia Santiago tenia franco, no se que hubiera hecho si supiese esto.

Ahora siempre que venia exigia que yo lo atienda y de verdad preferia atender a la jodida Madonna antes que a este idiota.

Le hice señas a Camila para que viniera a terminar mi trabajo y asi me acerque a la mesa donde el se sento.

_Buen dia señor, lo de siempre?

-No. Hoy quiero cafe, negro.

-Algo mas?

-Si, a tu amiga dile que esa ropa le hace ver gorda.

-Enseguida traigo su cafe, en cuanto a lo otro digaselo ud mismo si se atreve, ve aquel grandulon de alli? Es su marido y en sus ratos libres practica boxeo... -puse mi peor cara de perra- ya vuelvo.

Di la vuelta y sonrei hacia Camila que me guiño el ojo.

Fui hasta la cocina y Antonio me miraba ansioso, un cafe negro solo.

-nada mas? En serio?

-si, hoy es tu dia pero no el suyo, esta mas idiota que nunca.

-oye, tratalo bien.

-es que... -aprete mi mandibula-lo detesto tanto.

-lo se niña, pero ya sabes como es, y recuerda el cliente

-lo interrumpi-si siempre tiene la razon...

Lleve el cafe hacia donde se encontraba, y mire con asombro que lo acompañaba su 'amigo'demasiado lindos para ser amigos siempre sospeche que habia algo mas, ademas de ser idiota si, era detestablemente bello.

Su amigo me observo demasiado mientras me acercaba, me puse tensa.

-hola.. lorena cierto?

-*como rayos sabia mi nombre?* me quede unos segundos mirandolo fijamente... Ah gracioso señale con mi indice a mi cartel sobre mi pecho con mi nombre- si, buen dia le puedo servir algo?

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