Abri los ojos y note por la luz del sol que serian como las dos de la tarde.
Me tomé la cabeza aun sintiendo dolor pero ya no era tan profundo.
Recordé a Camila y Santiago y sonrei.
Dios gracias por estos amigos! Que haria sin ellos?
Mire hacia Santiago que tenia la boca abierta y un poco de baba caia por su rostro, su mano estaba por encima mio y tomaba la mano de Camila.
Daban tanta ternura juntos.
Ella dormia sonriendo era algo que siempre le deciamos, y no nos creia.
Era como si soñase cosas hermosas porque sino no se entendia.
No podia moverme ya que no queria despertarlos.
Me empecé a deslizar hacia la punta de la cama por debajo de sus manos entrelazadas.
Suspire mirandolos ya de pie frente a la cama.
Yo queria un amor asi, para siempre y pese a todo.
Dios, Klaus...que me has hecho?.
Camine hacia la cocina con tristeza, aun sentia sus ojos en mi con furia y odio.
Me dieron ganas de llorar de nuevo pero reprimi mis lagrimas.
Un sonido me hizo parar de golpe.
Era mi celular pero se escuchaba terrible, como cuando a un juguete se le acaba la bateria...donde lo habia dejado?
Recordé que mi celular sono cuando estaba en la ducha y luego Klaus entro hecho una fiera a exigir respuestas.
Empecé a buscar por los lugares de siempre.
Mi bolso, la mesita de luz, la mesada de la cocina, hasta mire por entre el medio de Camila y Santiago y nada.
Fui al balcon y nada tampoco.
Entre de nuevo cerrando los ventanales de vidrio y ahi con el reflejo del sol lo vi.
Estaba en el suelo debajo del sofa.
Me tire a cuatro patas a sacarlo de alli.
Casi grité de dolor.
Le faltaba la carcasa, y la bateria junto con la memoria habia volado.
La pantalla estaba quebrada.
Tome la bateria y la memoria y las coloque rapido.
Apreté el boton de encendido.
Nada.
Otra vez...nada.
Hijo de puta-susurre.
Ese era el golpe que habia escuchado.
El habia tirado mi celular.
Aprete mis puños fuerte con odio y me levante pateando una silla que tenia cerca, esta se cayo al suelo y una asustada Camila se desperto sentandose de golpe en la cama.
-Lore?
-shhh,si sigue durmiendo.
Enojada fui hacia la mesada de la cocina y me sente, Magnus salto a mi lado desde el suelo y me quedé impresionada con su estado fisico.
Enchufe el cargador del celular y lo puse a cargar.
Prendio.
Suspire aliviada.
Mientras esperaba el reinicio me baje de la mesada y tome una banana de la heladera.
Con total lentitud empecé a comer, ultimamente no tenia hambre, solo nervios y ganas de fumar.
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Mirame
RomanceLorena es una chica de 21 años completamente ciega de lo que causa a su alrededor y los que la quieren. En el momento menos esperado su vida dara un giro de 360 grados que le hara conocer otro mundo, del cual ella tendra que elegir, arriesgarse a to...