Mirame

Capítulo Veinticuatro

Buenas, les traigo un capítulo bastante extenso espero que les guste, gracias por los votos y los comentarios.

Me costó mucho escribir este capítulo, no se como ustedes lo sienten cuando lo leen pero al escribirlo a veces se me cae alguna lágrima sin querer, siento que tal vez me involucró mucho en la historia pero no lo puedo evitar.

En fin comenten que les pareció.

Buena lectura, Pau*

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Muchas veces me habian dado malas noticias, pero desde la no-muerte de mi padre no recibía una tan desagradable.

-como que novios?-dije intentando calmar mi voz por la mirada asesina que me dedico Santi

-novios-se encogió de hombros.

Senti las lágrimas acumularse en mis ojos.

-oh-trague saliva-yo tengo que irme ya-le sonrei fingiendo.

-te acompañó-espeto levantándose de la silla.

-esta bien, tomaré un taxi ahi en la esquina, termina el desayuno-lo salude rápido y salí con pasos largos de alli.

Espere unos minutos que se me hicieron eternos y subi al taxi todavia aguantando las lágrimas.

Le di la dirección al taxista que me miro con lástima al ver mis ojos.

Sentia que podia morir, un tren pasar por encima mío, nada iba a doler más.

Pensé en Klaus, el y Dublín besándose.

Ella con su estupida y sexual apariencia.

Aprete los dientes, no no iba a llorar.

No mas. Esta vez era en serio.

Estaba harta, habia alejado a Agustín, a Leandro porque amaba a Klaus con todo mi corazón, y de tantas veces que los chicos me  habían dicho que el me amaba también, mi corazon se lo habia creido un poco.

Era una estupida, una ilusa.

Que era yo al lado de ella? Nada.

Ella era hermosa, si mala y una golfa, pero a los hombres eso les gustaba.

Baje del taxi y entre saludando cabizbaja a Claudio que me pregunto preocupado por mi mano.

Lo tranquilice diciendo que estaba bien, y es que era la verdad, ya estaba curando.

Tenía que esperar unas semanas más.

Ya en el ascensor senti la oprecion en el pecho, el nudo en la garganta por no llorar, mordi el interior de mis mejillas y aprete los puños clavando las uñas en mis palmas.

Apenas entre tome el teléfono, era mi dia libre, y no iba a estar sola. Claro que no.

Le mande de inmediato un mensaje a Leandro preguntando si tenía tiempo libre.

Me respondió al rato diciendo que aún estaba con Demian pero que este trabajaba luego del mediodia.

Le dije que se viniera preparado porque lo queria dentro mío.

Recibí unas cuantas palabras irrepetibles como respuesta junto con una foto de su miembro.

Me sonroje, pero estaba enojada, queria venganza.

Era estupido, realmente pero necesitaba de algún modo quitarme a Klaus de la cabeza.

El jamás sería mío, simplemente no estabamos destinados.