Tabula Family

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Albedo se encontraba en su propia habitación en el 9no piso de Nazarick, mirando diferentes conjuntos de ropa para cama, tenía que estar lista, si su amo había dicho que después sería, entonces así sería. Tenía que encontrar algo especial pero se preguntaba si la respuesta era "no usar ninguno". Esto la hizo reír pero siguió revisando uno tras otro.

Una llamada de su amo le detuvo de lo que estaba haciendo. "¿Un [mensaje]? ¿Tan rápido? No, no puede ser, debe ser otra cosa". Albedo tomo aire y contesto el llamado.

Albedo: ¿Si, Ainz-sama?

Ainz: Albedo, Tengo que discutir algo contigo ven a la sala del trono, acabo de llegar, lamento no informarte.

Albedo: N-no, no se preocupe, entendido Ainz-sama, un segundo.

Se apresuró a cambiarse, poniéndose lo que ya tenía en la mano, ir a la oficina privada de Ainz expuesta era una cosa, pero la sala del trono era algo totalmente distinto.

Se apresuró lo más que pudo y ya en la sala del trono,después de la tardada etiqueta Ainz tenía una orden peculiar. Se levantó de su trono de forma particular, en su mano tenia el nuevo ítem mundial, esto hizo que Albedo afilara su mirada.

Ainz: Albedo, Vamos al 8vo piso. Quiero ver a tu hermana. Rubedo.

Albedo: si! Ainz-sama. Cómo ordené... ¿Puedo preguntar, por qué desea verla?

De principio Albedo no entendía el por qué de esta orden. Ainz equipado con el nuevo ítem mundial en su brazo hizo un ademan de asentir pero no le dijo nada esto fue misterioso para ella, pero decidió guardar silencio.

Ella lo siguió en silencio, mirando como Ainz movía en sus manos el Ahura Mazda, si no fuera Ainz Ooal Gown mismo ella lo abría interpretado como nerviosismo, pero a ojos de Albedo, era como si le emocionara tener un objeto nuevo, sabía el gusto de su amo por la colección de objetos.

El camino al octavo piso fue corto el área era el desierto de Nazarick. Donde se encontraba Rubedo era una zona amplia. En realidad el acceso estaba restringido por orden de Ainz mismo. Pero el poder de Nazarick estaba creciendo y tenía que asegurarse de que su carta del triunfo este de su lado para empezar.

"Esto debería bastar, si algo pasa" pensaba Ainz. El Ahura Mazda había mostrado ser extremadamente eficaz, pero también había mostrado que un ser negativo podía usarlo y salir ileso, eso quiere decir que el estaría bien si utilizaba ese ítem, siempre y cuando el fuera el que estaba del otro lado.

Caminaron hacia una zona que se caracteriza por arenas movedizas, estás estaban cerca de un cráter, sin las protecciones adecuadas reducían su velocidad además de que añadían una ligera penalización a la velocidad de cada hechizo. Un área diseñada para que ningún hechicero pudiera atacar fácilmente y para que ningún guerrero pudiera escapar.

En medio de esa zona en una torre que a lo lejos se veía dañada de cerca se podían ver que era un palacio a la altura de cualquier monumento en Nazarick.
Este tenía una estructura delicada para que una explosión de energía potente pudiera derribarlo y causar más penalizaciónes de estado. Una construcción barata de pagar y en la cuál los últimos invasores cayeron de lleno en la trampa.

Dentro de la torre se encontraba un piso de mármol y en el primer piso en la recepción de dicho lugar se encontraba Rubedo. Una mujer heteromorfica igual que Albedo. Una belleza de talla mundial que a diferencia de Albedo no era una Tanque viviente. Ella sería la definición de lo que pasaría si un arma de destrucción masiva tuviera consciencia.

La llegada de Ainz le llamo la atención, la chica tenía la apariencia de un Oni y una chica humana con partes hechas de alguna especie de roca recubiertas de armadura de placa color negro y botas. Definitivamente era una idea muy original de parte de Tabula.

Overlord Ejército PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora