Nacen las Fuerzas de Nazarick

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Ainz se encontraba en el trono del Reino hechicero. A su lado estaba Albedo su prometida cargando un anillo de muchas piedras preciosas que eran símbolo de fortaleza entre ambos.

Estaban Esperando la hora indicada para dar una serie de Anuncios. Anuncios que lo harían ver cómo una Deidad imvatible en este mundo y que seguramente haría que otros reinos temblaran ante el y dejarán de cuestionar su autoridad. Había aumentado su poder, el ya era fuerte, el problema a su entender, era que los humanos no parecían comprender "en términos humanos", cuál era el nivel de fuerza. Entonces, mostraría los frutos de su esfuerzo como Rey del Reino Hechicero.

Pero antes de eso tenía una audiencia con Neia Baraja la Paladina predicadora de la palabra del supremo. Ella Apreciaba mucho a Ainz y aunque fue una terrible idea designarla para promover las armas runicas en realidad había sido una persona muy útil para el por eso le tenía mucho aprecio, además era obvio que tenía una lealtad extraña e invaluable.

Albedo: Ainz-sama,  se presenta la Predicadora de la Iglesia de los Supremos. Neia Baraja — Albedo agrego el honorífico con precaución, pues este mismo resultaba más cómodo para ella en distintas situaciones.

Ainz sonrió a Albedo,Aunque el no tenía carne en su rostro Albedo habia  etendido el gusto  y le devolvió una cálida sonrisa. Coqueteos pequeños como ese se hacían cada vez más comunes entre los dos, el compromiso era más aceptado por Ainz, la idea parecía poder controlarse mientras más interactuaban entre ellos.

Frente a ellos las puertas se abrieron y entro Cocytus acompañado de Neia Baraja y otros paladines , Ainz estaba impresionado,la arquera había subido mucho de nivel,no era particularmente fuerte para alguien de Nazarick...pero para este mundo estaba cerca del nivel de Remedios Custodio y los Guerreros a su lado bien podían ganarle a algunas de Blue Roses de nivel adamantita.

Neia y Cocytus se arrodillaron delante de Ainz, mostrando ambos un profundo, si cocytus era el filo de Nazarick Neia baraja tenía toda la intención de ser la flecha.

Ainz: Neia Baraja, quitemos un poco la etiqueta, sabes que puedes hablar, ¿Cómo has estado? — Ainz parecía contento, estar relajado con Albedo cambiaba en cierta forma su humor.

Neia: Su majestad, Lo Heche mucho de menos,desde que llegué no hago más que entrenar y aunque me hace feliz para ser fuerte. Quería verlo desde hace días. — Dijo Neia con absoluta sinceridad a lo que Albedo solo levanto una ceja— "¿Siempre habían interactuado de esa forma?" — Se pregunto.

Ainz: Mm,fueron días ocupados pero dime, ¿Hay algo en particular de lo que quieras hablar? O dime , ¿Cómo va tu entrenamiento? — amablemente se dirigió a la paladina, sin mostrar signos de que le molestase como hablaba Neia.

Neia: Va muy bien.. El arco que me dió hace tiempo empieza a gastarse... Quizás entrene demasiado con el. Así que quise devolverlo para no arruinarlo.

Neia extendio sus manos y coloco el arco ofreciéndolo al rey Hechicero con la cabeza abajo. El arco efectivamente tenía algún daño por uso, a diferencia del equipo puramente mágico, parecía que las armas runicas prototipo se gastaban, Ainz no pensaba recuperar el arco que Neia tenía por qué una vez que el Reino Santo se salvó, que ella lo tuviera comenzó a esparcir rumores de su potencia.

Ainz: Ese arco te pertenece, tienes que verlo como un humilde presente — Ainz nego alzando simplemente la palma de su mano de forma tranquila. — Si lo que te preocupa es el desgaste, después puedes entregarlo a Cocytus para que lo lleve a reparar.

Neia: Pero... su maje..

Ainz: Puedes llamarme Ainz. Estoy en un buen humor y tú has sido leal a mi, así que no tengo ningún problema.

Overlord Ejército PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora