La última Batalla (parte 1)

3.1K 216 86
                                    

Ainz estaba en su oficina con su prometida Albedo, la mañana se estaba levantando al fin y aunque se habían dado un tiempo para ellos, había demasiado trabajo. Ainz relajado en su silla noto como los asesinos de 8 filos reaccionaban a un ruido, este no era más que los pasos de Demiurge que tocaba la puerta del otro lado. La sirvienta en turno Eleven camino hasta la puerta para aún así confirmar de quién se trataba.

Eleven: Ainz-sama, Demiurge-sama solicita verlo. — dijo después de revisar siguiendo el tardío protocolo.

Ainz: Déjalo pasar. — contestó Ainz sin embargo, estaba mirando a Albedo, sin poner atención a la sirvienta, antes de que se diera cuenta Demiurge estába viéndolo con una sonrisa muy grande en el rostro frente a su escritorio.

Ainz: Oh lo siento Demiurge... Estaba un poco perdido. — agrego apartando su rostro del demonio, por dentro se sentía muy refrescado como si hubiera descansado de un pesar que no podía quitarse de encima al ser un no-muerto.

Demiurge: No se moleste Ainz-sama,estoy seguro que Albedo siente muy agradable su atención. — respondió inclinándose en señal de respeto, le parecía muy agradable que su compatriota logrará su objetivo de estar con su amo, de cierta forma envidiaba eso.

Ainz volvió a mirar y Albedo sujetaba su mejilla ruborizada con su mano derecha, mirándo al suelo abochornada, recordar lo que habían hecho apenas unas horas antes le parecía un sueño.

Albedo: Ainz-sama puede verme todo lo que desee. — contestó soltando una risita maliciosa que parecía un murmullo, todos los presentes sonrieron ante el adorable gesto de la mujer que estaba encima de todos los guardianes.

Ainz: ¿Bien que te trae por aquí Demiurge? — hizo la pregunta Ainz, tenía mucho por delante que cubrir y aunque lo deseaba no podía ver a su amada todo el día sin más.

Demiurge: ¡Si! Le tengo el informe completo Ainz-sama. — contestó sacando unos papeles de algún bolsillo oculto. En ese momento Ainz no pensó mucho sobre dónde los tenía.

Ainz: Bien, permíteme verlo. — extendió su mano y la sirvienta en turno lo tomó llevándolo a él, era amplio pero la primera hoja estaba separada del resto.

Ainz le había pedido con anterioridad que realizará sus reportes posteriores con una serie de puntos en las áreas que Demiurge considerará más relevantes y urgentes. De esta manera podía tomar mejores decisiones y entender "el plan".

Al ponerlo en su escritorio tomó la primera hoja y se dispuso a leer con toda atención « Bien,veamos...número de bajas enemigas 84507....ja! Ese fue el poder de mis soldados humanos y demi-humanos...bien bien!...después... Veamos las bajas del Rey Hechicero... 4578...De ese número... resucitados... 3125.... Soldados reincorporados… ¿3125?».

Ainz: Me alegra de que todos los que cayeron y regresaron quieran seguir luchando, es fascinante. — señaló golpeando con su dedo la cifra de 3125.

Demiurge: Oh lo noto Ainz-sama. Al parecer el ser resucitados mejoraron su convicción de seguir peleando, superaron el miedo a la guerra.

Ainz: Ya veo, siempre e pensado que el temor a la muerte se va en el momento en que pierdes la vida, eso es muy bueno. — dedujo satisfecho pero le inquietaban los soldados caídos, aún con todo eran muchos pero eso no era lo que le dolía, era el costo que tendría que pagar por ellos. «Eso sólo deja 1453 aliados caídos».

Ainz: Quiero pensar que tienen bien identificados a quienes fueron los que perecieron. — indagó revisando la hoja por ambos lados.

Demiurge sonrió ampliamente.

Demiurge: Si, sus cuerpos no resistirán la pérdida de niveles,esa es la razón del por qué no pudieron volver... Se requieren hechizos demasiado poderosos para traerlos a la vida sin que terminen carbonizados. Pero como sabe, eso costaría demasiado. — negó con la cabeza como diciendo “Son solo humanos, no vale la pena”.

Overlord Ejército PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora