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Se ve tan feliz, la veo mientras entra en la empresa, ahora es más madura que hace unos meses, ha logrado crecer sola pero solo hay una cosa que lo arruina todo, tiene algo que me pertenece y no planeo dejar que me lo robe después de que me esforzara tanto para que fuera mio por unos meses. No puede ser feliz tan fácilmente. 

Despierto cuando el sol comienza salir, quiero quedarme un rato más en la cama pero debo ir a la empresa, me estiro un poco y cuando voy a levantarme siento unos brazos rodearme, sonrió, por eso me cuesta tanto trabajo levantarme de la cama. 

- ¿Que te parece si hoy nos quedamos acostados todo el día? - Dice Tayler aun adormilado.

- Me encantaría hacer eso. - dije y me volteo para poder verlo. - Pero tengo mucho trabajo que hacer. - Beso su mejilla, él aun tiene los ojos cerrados. - Y tu tambien.

- Tengo suerte de que sea viernes y de que mañana no hay trabajo para ninguno.

Esto era lo que más esperaba de la semana, los viernes eran los más relajados para mi en la empresa, regresaba temprano a casa y el fin de semana lo tenia para mi y Tayler. Bese una vez mas a Tayler y me levante de la cama, extrañaba el ir a la escuela y tener una vida de estudiante, pero por ahora lo más importante era seguir levantando la empresa.
Entre en la ducha y deje que el agua callera por mi cuerpo, no tuve prisa en ducharme ya que a comparación de la escuela no pasaba nada si llegaba unos minutos tarde. Escuché los pasos de Tayler acercarse, y unos segundos después apareció en la ducha, desnudo.

-¿Que haces? - Pregunté sonriendo.

- Me estoy duchando con mi prometida. - Me encantaba cuando me llamaba así, sonreí mientras veia como el agua empapaba su cuerpo.

- Yo ya he terminado. - Sabía que Tayler quería más que ducharse pero se me hacía más tarde para el trabajo.

Estaba por salir de la ducha pero Tayler lo impidió tomándome de la cintura y jalandome lentamente hacia él. Empieza a dar besos por mi hombro y mi espalda y yo cierro los ojos por instinto.

- Tayler...

- Lo sé - me gira y besa mis labios lentamente. - Ve a trabajar.

El continúa bajo el agua y yo salgo para cambiarme, es más tarde de lo que pensaba así que me pongo lo primero que encuentro y voy a la cocina por algo rápido de desayunar. Escucho que Tayler sale de la ducha y unos minutos después aparece con solo una toalla en la cintura. Ya llevamos unos meses viviendo juntos y aún no podía asimilar que pasara de ser mi Guardaespaldas a ser mi prometido, aun no hablábamos sobre cuando sería la boda pero yo no tenia prisa, quería ir lento.

- Pasare por ti en la tarde. - Yo asiento, normalmente los demás días de la semana regreso sola a casa pero los viernes ya era costumbre que Tayler fuera por mi y salir a pasear un rato antes de regresar aquí.

Unos minutos después tomó mi bolsa, mo celular, me despido de Tayler quien se va a su despacho de seguridad privada un poco más tarde.

Salgo del apartamento y veo el coche gris de mi seguridad, normalmente iba en mi coche excepto los viernes ya que Tayler iba por mi, saludo a Miguel quien ahora es parte de mi seguridad y subo el el coche.

Miguel es un señor de unos cuarenta años, es un poco serio pero amable, trabaja para la empresa de Tayler y según él, es uno de los mejores en su trabajo. Había decidido que no quería tanta seguridad ya que llamaría mucho la atención pero Tayler había insistido en tener a Miguel, solo por si acaso y hasta ahora por suerte no había tenido algún trabajo extra que hacer.

Llegamos a la empresa unos segundos después, ya todos los empleados están en sus puestos, al menos los que puedo ver. Todos me saludan sonriendo y yo hago lo mismo, siempre he pensado que si quiero que los empleados hagan su trabajo bien y con ganas tienes que hacer que sientan buena energía y eso es lo que trato de hacer todos los días.

Mi Salvación (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora