2

33K 2.4K 287
                                        

Tayler parece relajado pero se que tiene curiosidad por saber porque Leo esta en la ciudad y a decir verdad yo tampoco lo se más que lo que me dijo. Lo miro unos segundos y el me voltea a mirarme.

- No tenia idea que él vendria. - Le digo.

- Lo sé, pero algo me dice que no viene solo por trabajo. - oh, algunas veces pensaba que Tayler exageraba un poco pero ahora no podía confiar tan fácilmente en las personas.

- Te dire si noto algo raro sobre él. - Él asintió y siguió conduciendo, no sabía a dónde nos dirigíamos.

- ¿Que haremos hoy? - El me mira pero no dice nada, sabía que quería que fuera sorpresa así que no vuelvo a preguntar.

Él pone su mano en mi pierna y no la quita durante lo que resta del camino, ahora parece más relajado, ha conducido por más o menos quince minutos y empiezo a reconocer un poco las calles.

- Chase me ha marcado por la tarde y nos invito a comer.

Eso no lo esperaba pero sonreí, hacía más de un mes que no veía a Chase ni a su familia así que le hizo feliz, ellos eran como mi familia ahora y siempre estaría agradecida. Tayler estaciona el coche afuera de la casa y veo a Chase y Vanesa, su esposa, salir sonrientes por la puerta. Bajo del coche y los abrazo a los dos.

- ¿Y donde esta la pequeña? - dije refiriendome a su hija.

-Se fue con sus abuelos. - responde Chase mientras entramos en la casa.

- Me alegra mucho que hayan podido venir. - Me dice Vanessa mientras que Tayler y Chase platican sobre otras cosas.

- He estado ocupada con la empresa. - ella asiste.

Tayler y Chase platican animadamente, sonrió al pensar que cuando se conocieron no se llevaban nada bien y ahora parecen amigos de años, es bueno tener personas cercanas.

- Calentare la comida y después se me ocurrió que podemos ir a un bar de aquí cerca. - Habla Vanessa de nuevo. - Ahora que la niña no está es cuando tenemos tiempo de salir.

No tenía idea de qué iríamos a un bar pero no me queje, hacía mucho tiempo que no salía a un lugar y no podía decir que no cuando han sido tan amables.

Una hora después estamos saliendo de la casa, Tayler se había ofrecido a ir en su coche pero al final Chase insistió en que fuéramos en el suyo así que eso hicimos. Eran casi las ocho de la noche cuando llegamos al lugar y como era de esperar había gente por todos lados ya que era Viernes, por suerte el hermano de Vanessa es el dueño del lugar y nos dejan pasar en seguida. El bar es mediano, tiene mesas de círculos con grandes asientos y una banda toca al fondo de este, parece un lugar tranquilo así que me relajo y solo pienso en disfrutar la noche. Tayler me toma de la cintura y camina a mi lado hasta que llegamos a la mesa que una mecerá nos indico, al parecer ya conocen a Vanessa y Chase ya que los saludan animadamente la mayoría de los empleados.

- Pidan lo que quieran que yo invito. - Dice Chase, es raro salir con alguien que antes era mi guardaespaldas y que parecía tan serio, me rió en mi mente ya que también estoy comprometida con quien era mi guardaespaldas.

Una mecerá se acerca a nosotros y puedo observar que no le quita la vista a Tayler, es guapa, rubia y con ojos azules, le sonríe a Tayler pero el parece no notarlo.

- Ya saben que van a tomar. - Habla mirando a Tayler como si los demás no existiéramos.

Vanessa y Chase piden sus bebidas pero yo no se que pedir, no soy mucho de tomar y no se que es lo que me guste.

-Yo quiero un wisky y para ella una margarita. - Dice Tayler, lo miro porque ni siquiera me había dejado pensar si eso era lo que quería. - Es lo menos fuerte de este lugar.

Mi Salvación (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora