Chicas quiero recordarles Antes de que lean, que al principio de la historia se añade del error que comete Edgan y de como regresa cinco años después. Eso significa que solo estoy contando de como ellos se conocieron y de como llegan a esos cincos años luego.
Sus errores, todo lo que ambos cometen. Recuerden que él la ama a su manera.
No crean que la historia va demasiado rápido para que ella ya sienta algo por él, muchas de nosotras nos hemos enamorados a primera vista e incluso sentimos que el tiempo es lo de menos.No culpen de los errores, más bien, intenten aprender de ellos. Abran sus mentes y disfruten de esto. Que aún falta más.
Y si publico mucho capítulo es porque quizás llegará un momento en que me desanime o suceda algo que no me permita actualizar. Y espero que sean lectores comprensibles.
Ahora si, ¡a leer!
....
—Edgan... —pronuncio suavemente su nombre con mi mano en su pecho. Quisiera detenerme, quisiera detenerlo, pero es que Edgan se ha ganado una pizca de mi corazón.
—Me encantas tus labios —susurra retirando la mano que hasta hace un momento estaba en su pecho y me besa. Su respiración choca con la mía y me dedico a disfrutar de sus labios. Son suaves, demasiado. Acaricio su mejilla y cuello, mientras que este me tiene del mentón saboreando mis labios. Y jadeo entre su boca.
Presiona su otra mano en mi cintura y nuevamente me sube en su regazo. Lo que estoy sintiendo es demasiado para mi pobre corazón. Y no sólo eso, si sigo encima de él puedo perder la cordura y hasta la poquita dignidad que me queda.
—Edgan, basta —susurro alejando mi boca de él. Él intenta controlarse y respira agitado pasando una mano por su rostro.
—Lo siento, mi niña. Es que... No sé, me enloqueces y no quisiera que esto acabara —murmura y sonrío colocando parte de mi rostro sobre su pecho.
—Tu corazón está latiendo muy rápido, a este paso vas a morir de un infarto —susurro riendo y él me imita con una corta risa.
—Tú serás la culpable, preciosa —murmura y levanto la vista sin despegar mi mejilla de su pecho.
—Me siento bien contigo —confieso y como si se hubiese sorprendido me mira directamente a los ojos.
—Eso me hace feliz. Yo también me siento bien —responde entre un largo suspiro.
Me elevo de vuelta a su boca para besarlo de nuevo, pero esta vez no es bolis quién interrumpe, si no mi teléfono.
El sonido se hace presente con mayor precisión desde el comedor y me levanto con agilidad para ubicarlo.
—Espera...
Corro hacía el comedor y lo ubico en la mesa, no dudo en tomarlo y mirar quién llama.
Es mi madre.
Deslizo el dedo para escuchar lo que imagino que dirá.
—Mamá —digo haciendo el esfuerzo de sonar tranquila y no nerviosa.
—Zoe, ven a casa ahora. Ya tienes como tres horas allá con alguien que no conozco. ¿Cuando piensas presentarlo? —reclama y giro los ojos dando una vuelta y mirando como Edgan intenta arreglar su pantalón o ubicar bien su erección.
Y me río sin haberlo querido.
—¿De qué te ríes?
—Mamá, yo te lo presento en su debido momento. Iré dentro de unos minutos a casa, ¿ahora no puedo tener amigos nuevos?
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El malo (Finalizada)
Подростковая литератураZoe descubrió que fue un gran error besar a Edgan Harper cuando sintió el terror de un hombre perseguirla a punto de atracarla para quitarle sus pertenencias. Su única solución fue aquél chico repleto de tatuajes apoyado en una esquina, y no dudó...