El malo (Finalizada)

47- canalla

" Mala, tú eres mala
Así me gustas, así me encantas
Malvada, pero estás buena
No me importa que seas una canalla
Tú me enciendes y me apagas
Me subes a la cima y me lanzas
Esa vaina me acorrala, una psicología que me atrapa"

.....

No puedo explicarlo,  no sé ni por donde iniciar la sensación que tengo clavada en mi pecho.  ¿Cómo podría describirlo?  Es que no hay palabras suficientes que expresen la emoción plasmada en mi rostro.  Sonrío,  tal vez estoy enrojecida y puede ser que...

—Zoe —me habla y me siento más perdida que la misma Bridget Jones buscándo el verdadero padre de su hijo. 

Gran película,  por cierto. 

—Eh...  Si,  ¿qué dijiste antes de eso?  —vuelvo a cuestionar con la esperanza de que me limpie los oídos una vez más y entienda las cosas bien. 

¿Que yo aún le importo?  Eso es lo que me tiene así de tonta.  Es que...  Vamos,  yo le hice mal,  y además lo pensaba rechazar aunque el anónimo no me llamara,  y aquí está él,  detrás de mi,  buscando hablar conmigo. 

—Zoe,  te dije que...

—¡Edgan!  —interrumpió la que faltaba. 

Paulette. 

—Paulette,  pensé que te habías ido —le dijo él y yo me cruzo de brazos pegando mi cuerpo del auto,  mientras Karen sale de adentro y se pone a mi lado. 

—Edgan,  ¿en serio te vas a ir?  Pensé que...

—Si,  eso lo hablaremos después.  Pero en verdad quiero saber que es todo esto que está ocurriendo,  si Zoe está embarazada de mi,  todo va a cambiar y...

Se miran,  ella baja la mirada con tristeza,  acepto que me da un poco de pena,  pues ella se ve que lo quiere y yo estoy arruinando todo lo que ella avanzó con él.  Él en cambio lo lamenta y me mira como si estuviese en una encrucijada. 

—¿Eso es todo,  no?  Sé que yo sabía que esto podría terminar de alguna manera,  pero no pensé que fuese en el primer intento de ella querer buscarte...

No puede ser. 

—Espera... —interrumpo—, No vine a buscar a a Edgan para arrebatartelo,  si ambos se quieren por mi pueden seguir juntos,  no pienso arruinar nada.  Pero vine aquí porque es importante que Edgan sepa la verdad.  Y por su bien y el de todos,  es mejor que me escuche —dije al instante y Edgan frunce el ceño mientras ella ríe secamente. 

—Ay Zoe,  en verdad te admiro por saber poner a Edgan a tus pies cada vez que quieres.  Pero en fin,  me iré —menciona alejándose y lo mira—. Siempre que quieras estaré para escucharte,  Edgan —susurró para luego marcharse. 

—Edgan,  me iré a casa a descansar,  si deseas podemos hablarlo luego,  ¿si?  —le digo alejándome mientras Karen regresa al auto. 

Pero viene hacia mi tan molesto que me provoca un escalofrío.  He arruinado su noche y aún más cuando descubra que miento. 

—Tú te vas conmigo en mi auto y hablaremos de esto hoy mismo,  yo te llevo a tu casa —me dice tomando mi mi brazo y lo empujo un poco porque no me iré a la fuerzas. 

—Iré pero no porque me obligues,  si no porque debo hablar contigo. 

Le dije a Karen que la seguiríamos y que fuera delante de nosotros,  ella asintió.  En cuanto me subo al auto de Edgan,  este lo enciende y sigue a Karen.  Ninguno dice nada,  todo el alrededor se nubla de silencio.  La calle oscura y tan silenciosa como nosotros. 
Él no me mira,  mantiene sus ojos clavados al frente,  sin moverlos,  o hacer algún gesto.  Lo veo preocupado y hasta nervioso.