" Quiero morir en tu interior
Juro que me perdone Dios
Si estar contigo es un delito
Hago mil años en prisión"....
Antes de besarme recibo el impacto de un trueno muy cerca de mi oído. Genial, las luces se han apagado y una ola de lluvia empieza golpear el techo. Edgan se aleja como si buscara algo y me siendo en la cama.
—¿Qué pasa?
—Tendré que buscar una vela hasta que llegue la luz —me dice con un tono preocupado.
—¿Le temes a la oscuridad? Porque a mi no me molesta en absoluto estar sin luz, además la claridad de la noche entra por la ventana.
Él sonríe y se acerca de nuevo a mi.
—Es cierto, entonces sigamos en lo que estábamos.
Me acuesto y Edgan coloca su codo por encima de mi hombro y se agacha lentamente. Tiemblo un poco y cierro los ojos recibiendo el roce de unos labios suave. Abro lentamente mi boca y su lengua se pasea por las huellas de mis labios. Finalmente me besa acariciando mi cabello y mis manos perversas tocan su cuello y su pecho. Siento la dureza de sus músculos trabajados y el calor que amena su cuerpo con el mío.
En mi interior crece una sensación de deseo, como si ya estuviese despertando la curiosidad sexual de sentirlo. Juro que intento contenerme pero mi cuerpo me traiciona.
Edgan me mira pausando sus besos como si esperara que yo le permita avanzar. Hasta ahora me ha respetado y valoro mucho que lo haga, y quisiera ahorrarme perder mi orgullo pidiéndole que avance, y que sea él que tome la iniciativa.
Estoy totalmente loca.
—Zoe... —susurra respirando agitado.
Tomo su mano y no dejo de mirarlo a los ojos mientras la llevo por encima de la tela de su sweater hasta ubicarse en mis senos. Abre su boca quedando sorprendido—. ¿Segura que quieres esto? —inquiere y no me salen las palabras, solo me dedico a asentir.—Me has dado el permiso de tocarte, Zoe. Ahora no pienso detenerme hasta hacerte mía por completo —susurra soltando un leve gemido y yo le imito entre un jadeo.
No puedo esperar más, en verdad no sé que me ocurre pero este deseo no lo había sentido antes.
—Hazlo...
Edgan me responde con una sonrisa lasciva y besa mi mentón tomandome de la cintura y levantándome hasta quedar enrollada en sus piernas y sentada encima de él.
Sus manos se meten dentro del polo y se plasma en mi cintura. Se siente fría. Va subiendo el polo hasta quitarmelo y dejarme en en sostén. Me echa hacía atrás y de repente me da un giro colocandome en una posición de perrito. Besa mi cuello y su lengua húmeda moja mi espalda. Sus manos aprietan mis senos y jadeo con lo que estoy sintiendo. No sé si haya sido con la boca pero mi sostén va cayendo por mis brazos y él termina de quitarlo. Mis senos quedan libres y a su alcance.
Me gira y me carga tan rápido que no entiendo como puede usar esa agilidad y me besa la boca, el mentón, el cuello hasta que llegar a mis senos y tomándolo con ambas manos los une en su boca. Su lengua los saborea y los chupa a ambas veces.Puedo sentir mis piernas mojadas con solo hacerme esto.
—¡Oh Edgan!
Lo veo poner dos almohadas una encima de la otra y muerdo mi labio agresivamente cuando este me coloca en ella.
—Estoy nerviosa —susurro.
—Será el mejor sexo de tu vida. Te haré el amor y el sexo a la vez. Y veras que soy como me presumo.
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El malo (Finalizada)
Teen FictionZoe descubrió que fue un gran error besar a Edgan Harper cuando sintió el terror de un hombre perseguirla a punto de atracarla para quitarle sus pertenencias. Su única solución fue aquél chico repleto de tatuajes apoyado en una esquina, y no dudó...