Capítulo 52
Edgan:
En cuanto dejé a Zoe junto a ese tonto de Róger, busqué en donde estacionarme pero se me hizo difícil puesto que todo el estacionamiento está ocupado. No es que Karen haya puesto su negocio en una vía pública, es que lo haya puesto en una complicada, en donde 15 autos llenaría un estacionamiento. Por eso las mayorías se estacionan en donde encuentren un puesto disponible. Pero yo no tuve esa suerte, obviamente tuve que seguir manejando hasta el fondo, tardandome en encontrar lo que buscaba.
Para no hacer más largo el cuento, si encontré uno a tres minutos de la fiesta "caminando" Y eso era grave para alguien tan impaciente como Zoe. Sé que ella se habrá desesperado y no precisamente por mi, si no por el miedo de quedarse sola y que el anónimo le haga daño, y prefiero que se rodeé de personas a esperarme sola. Porque vamos, sé que ese imbécil de Róger no le haría compañia y si fuera el caso buscaría el modo de llegar con ella para llamar la atención.
¿Había mencionado antes lo mal que me cae Róger? Si lo he mencionado antes, déjame refrescar tu memoria de nuevo. Me cae pésimo y las razones están de sobras.
Ahora me encuentro caminando y mirando por doquier, porque no quiero que el anónimo esté detrás de mi y me tome de sorpresa. La noche es neutra, el cielo no muestra ni una pizca de estrellas, solo una luna oculta entre el semblante de una nieve oscura. Los focos iluminan mis pasos y mi sombra es lo único que creo que me sigue.
En cuanto llego a unos pasos de la fiesta, mi poca sonrisa se disminuye, pues veo a Zoe entrando de brazos con Róger. Era lo que me pensaba, él haría algo para convencerla y supongo que su miedo la hizo seguirlo, o quizás no quiso esperarme. M
Tomaré la primera opción y no pensar mal pero me provoca celos, yo quería llegar a su lado, que todos vieran los felices que somos, que ya nada nos separará.Sigo el camino con la cabeza agachada buscando la forma en como llegar solo y tener que explicarle a sus padres el motivo, pero todos mis pensamientos se ven interrumpidos cuando siento una mano en mi brazo y el corazón se me acelera hasta que veo quién es la causante de mi miedo.
—Paulette —digo su nombre en un hilo de voz tembloroso, pues imaginaba que había sido el maldito anónimo dispuesto arruinarme la vida.
Ella sonríe y me abraza dándome un beso en la mejilla.
—Que gusto encontrarte aquí —dice sin dejar a un lado su carisma. Le sonrío amablemente y me toma de la mano, pero mis ojos se desvían hacía donde está Zoe, la veo hablando con sus padres, pero luego veo a alguien llegar con una chica, es Steven.
No debería sentir celos de él pero es normal sentirme así cuando ellos tuvieron 5 años juntos de los cuales yo no estuve presente.
—¿Edgan? —inquiere y vuelvo a mirarla, le sonrío nuevamente y en verdad estoy fingiendo, porque no me siento bien.
—Hola Paulette, disculpame, es que vine con... —me cuesta decirle en su cara que ya todo acabó aunque ella lo sabe, pero no hemos hablado de lo sucedido y temo de causarle daño.
—Lo sé, con Zoe. Pero e ahora que veo ella está con sus padres y su ex, ¿por qué no llegaste con ella? —pregunta confundida y sólo me queda observar hacía la chica que amo con mi alma y corazón, quién saluda a Steven como si nada.
—Es que estaba estacionando el auto.
De pronto recuerdo que Paulette no debería estar aquí porque Karen no la tolera y tampoco la conoce, eso me trae dudas.
—¿Que haces aquí? Tengo entendido que Karen no te conoce lo suficiente como para invitarte —lanzo mi pregunta como un cohete explosivo y ella sólo se ríe nerviosa, de pronto su risa se borra y agacha su cabeza mientras acaricia su bolso.
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El malo (Finalizada)
Подростковая литератураZoe descubrió que fue un gran error besar a Edgan Harper cuando sintió el terror de un hombre perseguirla a punto de atracarla para quitarle sus pertenencias. Su única solución fue aquél chico repleto de tatuajes apoyado en una esquina, y no dudó...