ANDROFOBIA » KIM JONGDAE ✔

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— Hum... Okey~, ¿qué está pasando aquí? — cuestiono con el ceño ligeramente fruncido, terminando de ingresar a mi hogar y topándome con SoYou y MinSeok en medio de la sala de estar, sacándole los espirales a algunos cuadernos viejos qué no sé de dónde diablos sacaron.

— Hola, Iseul. Siempre es un placer verte, bebé — dice SoYou con sarcasmo, criticando de una manera poco sutil mi carencia de modales al no saludarlos primero que todo.

Rio por su comentario mientras me quito los zapatos en la entrada, para seguido dejarlos de manera ordenada en el zapatero que compramos con NaYoon la misma semana en que nos mudamos juntas.

— Sabes que siempre es un placer para mí verlos.

Corresponde la divertida sonrisa que le regalo. Me quito la mochila y la lanzo sobre el sofá más cercano, saludando de paso a MinSeok con un movimiento de mano que él responde con una amable sonrisa.

— Ya, díganme, ¿qué hacen?

— Reciclando, ¿qué no es obvio? — pregunta con sarcasmo mi mejor amiga, ganándose un empujón por mi parte que la hace perder el equilibro y caer al piso con un jocoso chillido que nos saca una sonrisa a todos los presentes.

— Y todas estas cosas son...

— De NaYoon. Ella está en su habitación haciendo un aseo profundo y también aprovechando de traer todo lo que ya no usa — me explica, aclarando de inmediato la ausencia de la chica en el salón. — Tú deberías hacer lo mismo que ella.

— Lo haré mañana — prometo con notable pereza. Me levanto de mi lugar con la intención de ir a saludar a NaYoon, además de aprovechar el viaje para pasar por mi habitación y coger un abrigo que me proteja mejor de frío que pronosticaron para más tarde. — Ahora tengo que salir nuevamente y...

Dejo la frase inconclusa al ver como JongDae hace presencia en la escena abriendo lenta, y cuidadosamente, la puerta principal que me encargué de dejar de la misma forma en que me la encontré al llegar: entrejunta. Asoma primero la cabeza, observando todo con inseguridad, y sonríe cuando nuestros ojos se encuentran en la distancia, consiguiendo que yo haga lo mismo de manera automática. Ingresa al lugar cargando una bolsa negra y dejando escapar un dulce y claro "con permiso" que tanto yo como mis amigos, logramos escuchar a la perfección.

— ¡Chen! — exclama SoYou levantándose del piso para aproximarse al susodicho y ver el interior de la bolsa que carga consigo. — ¡Wow! ¡Son muchos cuadernos y libros! ¿Seguro que ya no los volverás a usar?

— Sí, no te preocupes. La verdad es que desde hace un tiempo necesitaba hacer una limpieza profunda en mi librería y habitación, pero no encontraba las ganas para hacerlo — se sincera con ella, luciendo un poco avergonzado sonriendo de lado entretanto deja en manos de SoYou la bolsa.

— Maravilloso. — Asiente mi mejor amiga. — ¡Más cuadernos, mi amor!

— ¡Yeih, cuadernos! ¡Lo que siempre he querido! — dice MinSeok con sarcasmo, en lo que se escucha más como un lamento que un chillido de felicidad.

SoYou le regala una mala mirada de broma previo a arrastrar la bolsa un poco más cerca de ambos para así, poder comenzar a ordenar todo el papel que han conseguido en unas cajas de cartón que descansan en el piso de la sala a la espera de ser llenadas.

Es obvio que a MinSeok la idea de reciclar no le entretiene tanto como a SoYou y, a pesar de eso, lo hace. Porque así es la temática de ellos desde que han estado juntos: locura que a SoYou se le ocurre, MinSeok la apoya — mientras que esta no sea peligrosa, claro está — y es algo adorable de ver, porque parece ser suficiente para él el verla tan feliz como ahora para someterse a continuas actividades de reciclaje, clases de concina internacional, saltos en bonji o a diversos servicios comunitarios en centros de mascotas y adultos mayores.