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Ingreso al elevador de la universidad junto a un grupo de chicas que no superan las tres personas mientras le contesto un par de mensajes a SoYou, quien no para de subir mi autoestima diciéndome lo linda que me veo tras haber decidido regresar a mi color natural de cabello — negro azabache — y cortarlo hasta la altura de mis hombros.

Iseul

Entonces... ¿El color azul me quedaba mal? ¿Me estás diciendo que me veía fea?

Su respuesta es un meme, algo muy usual en ella, y como no quiero llamar la atención ni molestar a mis acompañantes durante este pequeño viaje hasta el quinto piso, tenso los labios para reprimir la carcajada que me saca su último mensaje.

Utilizar el ascensor es algo que hago muy rara vez y, usualmente, las situaciones en las que lo hago se basan en cuando el cansancio puede conmigo y lo que menos puedo y quiero hacer, es subir cinco pisos en menos de cinco minutos para llegar a mi siguiente clase.

Mi móvil vibra otra vez avisando de un nuevo mensaje por parte de SoYou y entretanto me dedico a desbloquear el aparato para ver qué es lo que ha escrito ahora, mis oídos captan, sin quererlo realmente, la conversación que este grupo de chicas está teniendo.

— Así que... ¿Todo lo que alardeaba de su padre era mentira?

— ¡Claro que sí! Al principio no me creí lo de la publicación, pero luego, comencé a buscar información y... ¡POOM! Lo encontré y pude verificar que todo lo que esa página publicó es verdad. Su padre no es el médico cirujano del cual tanto le gustaba alardear, en realidad, lleva tres años en la cárcel por robo y homicidio.

Sus amigas forman muecas que son una mezcla asombro e indignación frente a la nueva información que están recibiendo, la cual me parecía de lo más terrible como para comenzar a sonreír de la manera en que ella lo están haciendo ahora.

Mi entrecejo se arruga con ligera molestia y bajo la mirada a mi teléfono, pretendiendo leer algo cuando en verdad, mi mente se encuentra ocupada procesando sus palabras e, inconscientemente, intentando familiarizar aquella información con alguien a quien conozca. La respuesta no tarda mucho tiempo en llegar, ya que entre todas las personas que asisten a esta universidad y poseen un marcado complejo de superioridad, solo existe una que va por la vida gritando y alardeando a los cuatro vientos lo fabuloso y rico que es su padre.

JiEun.

— Que patética, ¿no? Haciendo sentir como basura a los demás cuando ella misma es una basura. — Ríen en conjunto, para seguido abandonar el elevador cuando las puertas de este se abren en el quinto piso.

Salgo de la caja metálica a la par de ellas para dejar que las personas que se encuentran esperando puedan subir lo antes posible y, ya en el corredor, las observo alejarse en la dirección contraria a la que yo debo ir, continuando con su animada conversación acerca de lo patética que es JiEun por fingir tener una vida de en sueño.

Y a pesar de todo lo que JiEun me ha hecho pasar desde casi mi primer año de universidad, no pude evitar sentir un poco de empatía por ella mientras avanzo por los pasillos hacia mi salón, dándome cuenta de que, al parecer, yo soy la única que aún no se ha enterado de la "gran noticia" y que no está cotilleando acerca de ello con sus amigos.

Las burlas en forma de susurros y murmullos hacia JiEun los sigo escuchando cuando me hayo ya sentada en mi lugar al interior del salón. La noticia de que su padre está en la cárcel y no trabajando como cirujano en una elegante clínica en el centro de la ciudad, son acompañados de diversos rumores que se van saliendo de proporción con cada segundo que pasa.

ANDROFOBIA » KIM JONGDAE ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora