¿Quién dijo guerra? © #3 [BORRADOR]

6. ¿Plomero o plumero?

Capítulo seis

¿Plomero o plumero?

Austin

El ultimátum del director y la aceptación de Alexa fueron las únicas cosas de las que estuve pendiente todo este rato. El hecho de meterme en problemas por una broma de mal gusto que se le había ocurrido a Dylan no me daba felicidad.

En absoluto.

A veces creía que me arrastraba con él en todas sus estúpidas ideas. Pero bien que yo también me dejaba arrastrar...

Salimos de la oficina con la tensión en el aire. Me parecía perfecta la decisión de Patrick: si nos metíamos en problemas, lo teníamos que solucionar.

Más claro que el agua.

A mi lado, Drake me empuja un poco hacia el otro costado. Me hace caras raras y disimuladas por lo que lo miro con confusión, pero cuando me apunta obviamente a alguien, me obligo a seguila con la mirada.

Olivia estaba con los brazos cruzados escuchado con atención a su hermana en cada palabra que le decía. Alexa estaba enojada (creía que con el mundo entero) y, en el momento que Liv planea tomar su brazo, su gemela se aleja bruscamente cambiando su dirección hacia las escaleras.

Vemos a Dylan guiñarle el ojo a Simon y a Jacob, ellos ríen negando con la cabeza e instantáneamente mi gemelo se retira encaminándose detrás de Alexa.

Qué pendejo.

Ojalá Alexa le pegue de verdad.

—Tu hermano no abandona hasta que conseguir lo que quiere, ¿no? —murmura Avan rodando los ojos, se tapa la boca con la mano para que el resto no escuche y le respondo con una corta negación de cabeza.

Obvio que no se cansaba hasta salir ganador y sabía perfectamente lo que pretendía hacer con Alexa. Me apenaba no poder meterme en ese problema porque traicionaría a mi propio hermano, pero la realidad era otra.

¿Estaba dispuesto a hacerlo?

Me encamino hacia el ascensor despegándome de los Delta y sus risas o comentarios inapropiados, parecían ser buenas personas pero me molestaba muchísimo el hecho de que algunos preferían burlarse y odiar a las Kappa.

Era más que obvio que nosotros teníamos la culpa por seguirles el juego que ellas habían empezado.

Una cosa lleva a la otra.

Cuando el ascensor se abre y Olivia se adentra con Chelsea, la amiga de Ashley, y otras chicas más, me cercioro de que la mayoría de las chicas están ocupadas en sus charlas y me escabullo para aprovechar a disculparme con Liv.

Todas callan. Lo que antes era una extensa conversación y un gran parloteo acerca de lo negadas que estaban porque nosotros vayamos a arreglarles los baños, ahora había finalizado para ubicarse un gran silencio incómodo.