Capítulo veinticinco
Dylan
Un trueno me despierta del bello sueño. Inspiro y exhalo pero no abro los ojos y dejo que mis dedos tracen el lado contrario de la cama en busca del frío cuerpo de Alexa. Todo lo que encuentro son sábanas de su misma temperatura. Intento acostumbrar mi vista antes de sentarme y, para cuando me percato de que no hay nadie más que yo, me asusto dejando que mi corazón se acelere cual carrera de autos.
Me despojo de las sábanas. No era como si pudiera estar en muchos lugares.
—¿Alexa, en dónde estás? —hablo, con la leve esperanza de escuchar su voz. Paso mi cabeza por el hueco de la remera y, mientras me cambio, no obtengo ninguna respuesta—. ¡Alexa!
Nada.
Doy dos golpes con los nudillos a la puerta del baño individual y ésta se abre sola,
—¿Lex? Permiso...
Pretendo adentrarme y encontrarme con su bella sonrisa, pero no hay nada más que toallas y un ambiente limpio.
¿Me había dejado aquí solo?
Visualizo la habitación y me adelanto a la cama para tomar mi celular pero un papel doblado por la mitad sobre la mesa de luz se lleva toda mi atención.
—Qué mierda... —murmuro, agarrando la carta entre mis dedos. Antes de abrirla, un trueno me hace sobresaltar y pronto la lluvia cae con más fuerza.
Enfoco mi nombre en la parte superior y me dispongo a leer el interior:
Dylan. Te prometo que no dejé la medicación y que éste no es mi trastorno tomando el control de la situación. Solo soy yo. Completamente yo. Mis padres ya saben y le he dejado una nota a Liv. Así que, por favor, no te preocupes por mí. Me voy con ambos boletos para asegurarme de que no me perseguirás. Sé feliz y ojalá que también encuentres a un Dylan que te cumpla tus sueños. Gracias. —Alexa.
La carta se resbala de mis manos y el trueno no parece romper mi mundo, no tanto como esa carta.
No. No puede ser posible.
Me ubico las zapatillas en los pies y guardo mi celular en el bolsillo de mis jeans, para luego, echarme a correr por todo el pasillo de la casa. Esquivo los cuerpos tendidos en el suelo ocasionados por el alcohol y ni siquiera puedo empatizar por la resaca de las personas dormidas porque nada me importaba más que Alexa en estos momentos.
Me llevo puesto un par de botellas y vasos en camino distinguiendo a uno de los Delta durmiendo sobre una chica en uno de los sillones. Salgo atolondrado de la residencia cuyos recuerdos solo habitan en mi memoria y una punzada me ataca el corazón y el estómago.
Miro a ambos lados de la calle y me pongo la capucha antes de salir corriendo hacia el eterno campus. La lluvia empapa mi campera completamente y noto un rayo a muchos metros de mí, pero eso no me importaba.
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¿Quién dijo guerra? © #3 [BORRADOR]
Teen FictionTERCER LIBRO DEL MUNDO DE ❝GUERRA❞. [ Libro derivado o spin-off ] Elegida para la lista de lectura "#JovenCotidiano" de @WattpadNovelaJuvenilES ♥ ❝ ¿Quieres Guerra? -cuestionó la castaña-. Tendrás Guerra.❞ ❝ ¡Esto es Guerra! ❞ contestó el chico. ❝ ¿...