¿Quién dijo guerra? © #3 [BORRADOR]

15. Sentimientos encontrados.

Capítulo quince

Sentimientos encontrados

Austin

Los parlantes parecen que están a punto de explotar. Toda la casa es un desastre, pero la estamos pasando muy bien. Supongo. Por lo menos, no me habían excluido de las conversaciones ni me habían dado ganas de encerrarme en mi cuarto. Un gran avance.

Era una de las dos caras del evento porque era mi cumpleaños y, de cierta forma, estaba obligado a pasarla bien porque todo esto lo habían hecho por nosotros...

Qué feo aparentar una sonrisa en tu cumpleaños.

Tenía la cabeza en el pasado más que en el presente y, eso de ser mayor de edad, me asustaba un montón. No quería crecer y no quería tener que tomar más responsabilidades de las que ya tenía. Debía privarme de las travesuras que nunca había hecho en mi adolescencia porque quizá me mandarían a la cárcel.

Qué feo arrepentirse de no haber hecho las cosas en su momento.

Por suerte, yo no lo hacía. No me molestaba haberme perdido alguna que otra broma con mis hermanos, ni tampoco de no haberme armado de valentía en reiteradas ocasiones. Las acciones repercuten en el futuro y yo estaba bien con quién era hoy, el presente.

Tampoco era como si me hubiese prohibido todo. Hasta donde sabía, experimenté con todo lo que yo quise y eso era lo que estaba bien. No me había drogado ni alcoholizado para encajar, ni había mentido con mi edad para entrar a un bar. No eran cosas que hubiese querido experimentar y mi consciencia estaba tranquila al respecto.

No me molestaba tener que ser más sensato con las leyes, pero eso significaba que no podía saltarme otro examen de la universidad. Seamos realistas, no era como si fuese ilegal saltarse un examen, mas no estaba bien para mi currículo ni mi moral.

Pero bien que ambas se habían ido al excusado cuando decidí irme a la mierda aquel día.

Había sido responsable casi toda mi vida. Era el colmo que haya irrumpido las reglas en el momento que más debía acatarlas... o eso creía.

No sé, no sé mucho sobre romper las normas y esas cosas.

Y había estado evitando a la persona que me había hecho quebrantar una.

Había estado ignorando a los dos.

Quizás más a él que a ella.

— ¡Ehh, Austin! —uno de los chicos con los que cursaba se me acerca dándome una palmada amistosa en la espalda—. Muy feliz cumpleaños.

Intento responderle con una sonrisa. —Gracias por venir.

— ¿Cómo me perdería la clásica fiesta de Delta? Son increíbles —asiente muy seguro de sus palabras y se retira dejándome solo en la cocina.