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-Tiene varios lunares dispersos por su cuello...-dije pero al instante sacudí la cabeza en forma de desaprobación- Chris ¿porqué hacemos esto? ¡No es real! Es rídiculo, una locura, ¡totalmente absurdo!

-_____, ¿de nuievo con eso?-Me miró decepcionado-Recuerdas ¿qué fue lo que nos pasó cuando teniamos catorce años? Particularmente ¿qué fue lo que me pasó a mí?

-Te... te diagnosticaron diábetes-musité con una voz casí inaudible puesto que esos recuerdos eran dolorosos para mí. Bajé la mirada.

-¿Y recuerdas cómo me deprimí por eso? pensé que el mundo llegaba a su final; y me dije ¿para qué seguir viviendo con dolor? Es absurdo si a fin de cuentas moriré por ello... Pero hubo unas palabras de mi mejor amiga que me sacaron de la oscuridad en la que me encontraba... "La vida es dura, absurda, rídicula, completamente una locura, y es por eso...

-Que vale la pena vivirla"-mascullé terminado la frase, recordando aquella vez que él citaba.

Mi vista se perdió por un momento, mirando un punto sin dirección... luego miré a chris.

-Los sueños pueden llegar a ser realidad...-musité haciendo que los labios de Chris esbozaran una sonrisa de satisfacción.

Hablamos por un rato más, y todo con respecto al mismo tema, y el mismo objetivo; encontrar entre todo el mundo a un chico que en un 85% podría ser irreal.

Chris me dejó en casa ya cuando el Sol comenzaría en poco tiempo su camino para ocultarse. Apenas me paré sobre el úmbral de la puerta, alguien solicitó mi atención.

-Disculpa...

Me giré y me topé con un chico maduro, de cabello amarillo y corto, ojos azules y con pómulos marcados al sonreír.

-EStoy buscando a _____.

-Es tu día de suerte, la has encontrado-mascullé con aire de diversión.

El sonrió y se acercó.

-Soy Ryan -me extendió la mano-Tu vecino-y con la otra señaló hacía atrás utilizando su pulgar para apuntar hacia la casa de enfrente.

-Un gusto-correspondí amable a su saludo.

-Mamá dijo que tenía que presentarme con los vecino, y bueno, soy obediente-sonrió.

-Claro, ¿quieres pasar?-sugerí al sentir el aire helado que jugaba entre nosotros esa tarde.

-Amm... ¿tu novio no se molestará?

-¿Novio? ¿Cuál novio?-cuestioné confundida.

-El chico del... Mustang negro-vaciló-No, el es mi amigo.

-Pero... desde que vivo acá y las pocas veces que te he visto, siempre estás con el.

-Es mi mejor amigo... y el único que tengo.

-Oh, bueno, eso lo explica. Pero, ¿de verdad no tienes más amigos?-masculló incrédulo.

-Bueno, tengo una amiga, Lola; pero sólo la veo en la escuela...

-Oh... entonces tienes tres amigos en total.

-Sólo dos, Chris y Lola-corregí

-¿Y yo no cuento?

Sonreí ante la idea de que el quisiera ser amigo mío. Me pareció tierna la forma en que lo dijo.

-Tengo tres entonces-musité sonriente-Entonces, ¿quieres pasar?-le recordé

-¡Oh! Claro.

Y me siguió hasta cruzar la puerta, lo invité a sentarse en uno de los sofás.

¿Gustas algo de beber?-le ofrecí.

¿Tienes soda?

No, no soy muy fanática del refresco; sólo lo tomo cuando voy con Chris a McDonald's.

Oh... ¿qué tienes entonces?

Jugo de naranja y agua.

Una chica saludable ¿eh?-sonrió-El jugo está bien.

Fui a la cocina a servir el vaso con jugo y se lo llevé.

Linda casa, ¿tus padres no viven contigo?

La mayoria del tiempo, no. Si los quieres conocer tendrás que esperar dos meses... ó, mirar las fotografías en la pared-reí.

¿A qué se dedican? ¿Porqué la mayoria del tiempo no están?

Hacen viajes de negocios... al menos el trabajo los mantiene unidos-mascullé.

¿Desde cuándo tranbajan en eso?

Desde que tengo memoria y uso de razón-sonreí insignificativamente.

¿Y quién cuidaba de ti?

Los padres de Chris, pero sólo hasta que cumplí los diez; fue entonces cuando Chris se quedó con le trabajo para el solo. Desde entonces él no sólo cuida de mí, sino yo también de el.-Sonreí.

¿Te molesta si te pregunto tu edad?

Negué con la cabeza.

Tengo diécinueve años-y contesté.

Igual que mi hermano Justin... cuando lo conozcas te agradará.

Espero que sí.

Y dime... ¿estudias?

Sí, de hecho es mi último año en la universidad.

¡También el de Justin! De hecho por eso nos mudamos a Nueva Jersey; él quiso terminar la universidad aquí; dijo algo así como que... era su destino-se encogió de hombros.

No sabía que se podía hacer eso... transferirte de Universidad...

No se puede; pero él lo logró; ¡si supieras en cuántos problemas y complicaciones se metió! Pero a fín de cuentas lo pudo hacer.

¿De qué privilegios goza eh?-musité con aire de burla.

No sé, supongo que de una linda cara-su rostro dibujó un gesto de desentendimiento y se encogió de hombros.

¿Presumes a tu hermano?-pregunté divertida.

Sí... no le digas que lo hice-sonrió

¿Hacer qué? ¿Decirle a quién?

Él sonrió. Gracias.

Asentí con un leve movimiento de cabeza y una delicada sonrisa en mis labios.

_____, ¿te puedo hacer una pregunta?

Has hecho muchas, creo que puedes hacer una más-Reí al igual que el.

¿Podrías darme alguna idea para... conquistar a una chica?-preguntó avergonzado.

Bueno, todas somos diferentes... ¿Alguna en especial?

Simplemente no quiero extrañarte esta noche (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora