Tomé mi bolígrafo y empecé a jugar con el sacudiéndolo entre mis dedos mientras que la inspiración venía a mí… Miré fugazmente el cuadernillo del compañero de a lado… Sueños, alcancé a distinguir la palabra, y al instante, Drew vino a mi cabeza. Empecé a escribir toda aquella palabra que venía a mi mente, formando así un pequeño párrafo.
-_____, ¿podrías compartir lo que has escrito con la clase?-me pidió la señora Broocks.
-Amm… pero no es muy bueno…-vacilé.
-_____, por el hecho de ser una ventana a tu interior, es perfecto.Puse los ojos en blanco y leí la tinta sobre el papel.
-Sola, creo que tú me encontrarás, y juntos realmente veremos que el amor está en camino…Todas las miradas atónitas de mis compañeros se posaron de nuevo sobre mí… ¿Era ya una costumbre acaso? A diestra y siniestra me miraban estupefactos… incluso la señora Broocks, tenía los ojos tras los cristales de sus gafas abiertos de par en par. Me sentía incómoda, como un bi*cho raro… ¿qué tanto me miraban? Ahora sé que haber escogido el lugar del centro no había sido una idea del todo buena.
-_____... ¡eso fue realmente hermoso! ¿Lo has copiado?-inquirió la señora Broocks.-¿Cómo dice?-respondí ligeramente ofendida.-¿Lo has copiado de algún lugar?
-¡No!-refunfuñé.
-No te ofendas _____-dijo Charly, el chico a mi lado
-pero tú no sueles escribir eso.Le miré con desdén.
-Oye, no me culpes a mí, incluso la señora Broocks lo piensa-se encogió de hombros.
-¡Pues no lo he copiado!-gruñí.-Demuéstralo. Vuelve a escribir algo-me retó.Miré a la señora Broocks.
-¿Quiere que lo haga?-cuestioné.
-¡Me encantaría! Pasa por favor…
-y me indicó que fuera al frente.Me levanté de mi asiento, y el valor que me había sonreído minutos antes, había desaparecido. Tenía una vez más la atención sobre mí… ¿a quién quería engañar? Charly tenía razón, no suelo escribir cosas así; pero me ofendía que pensaran que lo había copiado y me estuviera llevando el crédito. Con pasos decididos caminé hacía la pizarra; tomé la tiza que la señora Broocks me ofrecía y bajo la mirada de reto de todos los allí presentes, inspiré. ¿Era muy tarde para dar un paso atrás? Por supuesto que sí, gracias a un momento de ego disfrazado de justicia me encontraba expuesta enfrente de todos.Rogaba a Dios sólo un poco de inspiración; <<Drew, Drew, Drew>> repetía en mi mente, y de repente, la voz en mi cabeza cambió de nombre… Justin. Y soñar, verte a los ojos y volar,hasta que el cielo se quede atrás,tienes esa gracia de voltearme el mundo… Las palabras habían salido por sí solas; eso me desconcertó.
-_____-articuló la señora Broocks-esto es una gran mejoría. Cuando el curso empezó eras apática.Fruncí el ceño.-Sea lo que sea que te haya pasado, no dejes que se vaya
-musitó y me indicó que tomara mi asiento de nuevo. Desconcertada, confundida, atónita, y toda palabra que se le parezca; así me encontraba; ¿de dónde salió todo eso? Un solo pensamiento lo produjo ¿Justin? Esto era raro, me asusté; hace años que yo no escribía algo así, no desde… Dan. ¿Qué había pasado? Debo admitir que Justin era bastante apuesto; pero… ¿cómo es que produjo esas palabras que mis dedos se obligaron a escribir?
Era miércoles; justo el día que no quería que llegara; me levanté con suma pereza, atemorizada; ni una pizca de curiosidad tenía, pero una promesa se tenía que cumplir.Durante todo el día en el instituto e incluso camino a casa, Chris no dejó de sonreírme e insinuarme lo de la cita… Pero justo cuando llegamos a mi casa después del instituto, decidió ponerse serio.
-Si la estas pasando mal, o el tipo resulta ser un beep; llámame, enseguida te sacaré de allí.-Tenía pensado hacerlo-sonreí.
-Sólo cuídate ¿si?
-Lo haré.-Adiós _____-se acercó y acto seguido, besó mi frente apretando sus rosados labios contre ella.
-Hasta pronto. Bajé del auto y miré cómo Chris se iba calle abajo. ¿Porqué la vida no fue más sencilla y no me enamoré de Chris? Hacíamos la pareja perfecta; pero el cariño que le tenía y el amor entre nosotros, era sólo de hermanos… y lo mejor, siempre incondicional. Me introduje en casa; miré el reloj, Andrea tardaría un par de hora en llegar, suficientes para tomar un baño. Las manecilla doradas del reloj parecieron jugar en contra mía y avanzaron como si fuesen a un maratón. Andrea llegó puntual… necesitaba tener el valor suficiente para enfrentarme a lo que seguía; en dos horas, un desconocido tocaría a mi puerta, y con él, pasaría los siguientes minutos que quizá, serían los más estresantes de mi vida hasta ahora.
-¿Qué te pondrás?-preguntó Andrea sacándome de todas las especulaciones que mi cerebro producía.
-Amm… no sé, una falda a la rodilla y una blusa-me encogí de hombros.
-¿No tienes vestidos?
-¿Me obligarás a usar un vestido?-fruncí el ceño.
-No, lo usarás por tu propia voluntad-sonrió.
-Ni en un millón de años.No me agradaba usar vestidos, no por que estos no me gustaran; sino por que me sentía extraña usando uno.
-De acuerdo, tú sabrás; pero al lugar al que vamos, no creo que te guste llevar lo que piensas usar.Y a final de cuentas, ella tenía razón; lo usaría por voluntad propia.
-Tú ganas-torcí el gesto.Andrea revolvió de arriba hacía abajo mi armario, hasta que encontró un vestido que haces años no usaba; era color violeta con destellos en un cinto que quedaba justo debajo del pecho. Estaba casi nuevo, sólo lo había usado una vez, hace dos años; era un regalo de parte de mi tío. Estaba resignada a volver a usarlo sólo por dos cosas: una, por hacer feliz a Andrea; y dos, por no desentonar en el lugar. Era increíble que aun me quedara, justo a la medida; debo admitir que si algo me gustaba de aquel vestido, era la caída del faldón que llegaba justo a la rodilla.Andrea quedó preciosa revestida de azul celeste, llevaba su cabello suelto; mientras que yo, lo había sujetado en alto haciendo que las ondas que se formaban en las puntas se acentuaran más. Ella estaba emocionada y no paraba de hablar de Ryan; y yo con un cierto temor a lo inesperado me invadía aquella sensación de vacío. El timbre sonó justo a las siete en punto, y sin saber porqué, mi corazón se aceleró. Andrea, nerviosa me pidió que abriera, y dando pasos recelosos me dirigí a la puerta para abrirla.Mis ojos se abrieron de par en par al ver quién era el joven que se encontraba a lado de Ryan; el joven que era mi cita. Él me miró de igual manera.
-¡Wow! _____, ¡pero qué bien luces!-expresó Ryan
-¿No es así Justin?-dijo refiriéndose a su acompañante.
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Simplemente no quiero extrañarte esta noche (Justin Bieber)
Fiksi PenggemarAmor... esa es una palabra que en mi diccionario no existe. Después de tres años, aun no hallaba la manera de desintoxicarme del pasado, un pasado que ni por la mayor fortuna del planeta tenía pensado volver a repetir, ¿enamorarme de nuevo? ¿y eso p...